Revista Política

La reforma del mercado hipotecario: Una reforma que no se está haciendo y que generaría incentivos para una economía competitiva

Publicado el 12 enero 2011 por Trinitro @trinitro

La reforma del mercado hipotecario: Una reforma que no se está haciendo y que generaría incentivos para una economía competitiva

ZP ha decidido reformarlo todo, incluso sistemas como el de pensiones que está dando, en plena crisis, superávits de más de 11.000M€ anuales. ¿Todo? todo no.. aún resiste el sistema financiero como una aldea gala (o más bien como una macrourbe llena de rascacielos) al imperio romano de las reformas.

Recordemos la fuente de la crisis ha sido el mercado financiero, y la crisis en España es más grave por la enorme pelota de especulación inmoviliaria. Algo, supongo, que debería hacerse en ese sentido. Y no sólo obligar a algunas cajas a fusionarse para ser más competitivas.

Los sindicatos (sí, esos malvados grupos reaccionarios que no montan la tercera guerra mundial que muchos reclaman desde el cómodo sofá de su casa o esas organizaciones desnortadas que no saben como funciona la economía) y un grupo de entidades sociales van a impulsar una Iniciativa Legislativa para que se cambie el sistema financiero hipotecario. Basándose en que si hay fallida en el pago la deuda se condone una vez entregada la vivienda.

Vamos.. igual que pasa en la mayoría de países de nuestro entorno, incluido el muy troskista sistema norteamericano.

Algo que la socialdemocracia institucional (no la ideológica ni la real) no ve con buenos ojos… ya que tocar a la banca es algo que no es muy bueno para las valoraciones de Moody’s.

Pero vayamos al tema de la propuesta, ya no hablamos de su justicia o no. Que lo és, ya que en el sistema de hipotecas actualmente quien asume más riesgo (el individuo) es quien más desigualdad de información tiene con respecto a la otra parte, la entidad financiera. Ni tampoco si es una locura, ya que este sistema es el que impera en un gran número de países de la OCDE con sistemas económicos más dinámicos, fuertes y más amantes de la libre empresa que nosotros. Voy a entrar en los efectos macroeconómicos que puede tener que se aplique.

A nivel de los incentivos del crédito.

Es verdad que se puede objetar que una medida de este tipo hará que los tipos a los que prestan los bancos suban o las condiciones en las que se da el préstamos se endurezcan… con respecto a la orgía de hace unos años.

¿Es eso malo? En principio podría parecer que sí ya que dificultamos el acceso a la hipoteca para los ciudadanos. Pero no es así… del todo, al menos.

Unas condiciones más duras para acceder a la hipoteca no tiene porqué ser malo. Hace unos años te daban una hipoteca, te refinanciaban el coche y te daban hasta para los muebles en base a unos escenarios ridiculamente optimistas. El hecho de dar hipotecas a mansalba que luego no se pueden pagar son los fundamentos de las fallidas hipotecarias de hoy. Si ayer no se hubiera sido tan manirroto desde el sector financiero de dar hipotecas a quien lo tenía difícil para pagar o darle más que lo necesario para la compra de la vivienda pues estaríamos hablando de otras cosas: ni los pisos hubieran subido como la espuma, ni tendríamos una burbuja crediticia tan salvaje, ni nuestros bancos estarían tan endeudados con el resto de bancos de la UE.

Es decir poner más difícil el acceso a la hipoteca va a tener un efecto de corrección del mercado brutal pero necesario.

Por otro lado no tanto dinero crediticio va a ir a cubrir al mercado hipotecario, y eso va a tener 3 consecuencias positivas:

- Los pisos no van a poder subir como la espuma (a menos que aquí seamos tan creativos como en la banca norteamericana), ya que la demanda de compra se adecuará, una vez recuperado algo el empleo, a niveles de lo que tendría que haber sido razonable antes de la crisis y no la orgía hipotecaria. Con lo cuál es una medida que desincentiva las burbujas en la vivienda. La burbuja se ha sostenido en base a que teníamos dinero plástico casi gratis, y por tanto la subida de precios quedaba compensada por unos tipos de interés ridículos y una facilidad enorme para el crédito hipotecario. Con esta tercera pata fuera de juego, los precios habrán de ser competitivos.

- No tanto dinero crediticio en la vivienda va a otros lugares. Puede que incluso al sistema económico productivo industrial. Estoy convencido que parte de nuestro modelo productivo de baja calidad tiene una de sus fuentes en los incentivos bancarios hacia el sistema de hipotecas. Como es más suculento para el banco dar hipotecas (su riesgo es casi nulo en apariencia ya que si el ciudadano hace fallida, no sólo se queda con el piso sinó que además la deuda sigue pendiente del cuello del deudor, incluidos los intereses de demora), que dar créditos a las empresas productivas estas pierden peso en los créditos y por tanto no tienen tantas posibilidades de desarrollo. Miles de millones de € que podrían ir a otros sectores han ido al tocho y por tanto hemos fomentado la economía “low-cost” (cogiendo prestado un término de Marc Vidal): constructoras a cascoporro (y aquí no quiero meter a todas, en este país hay empresas de construcción e ingenierías muy serias y de alta calidad), inmoviliarias de pacotilla, etc… Por tanto esta ley lo que dará incentivos es para derivar dinero del tocho a otros sectores económicos. Ni más ni menos.

- El mercado de compra-venta perderá peso respecto al de los alquileres. Como rebote, si cuesta más conseguir una hipoteca, al final el mercado de alquiler crecerá. Punto. Y eso todo el mundo está diciendo (no lo tengo muy claro pero como lo dice todo el mundo seguro que es así, fuera bromas, hay argumentos más serios) que es bueno.

Por otro lado está el tema de generar una cultura del emprendimiento y del riesgo. Actualmente una fallida de pago sea un proyecto empresario autónomo (otra cosa es cuando tienes una empresa mediana o grande donde la sociedad mercantil es la que se hunde pero no el empresario) o sea una deuda hipotecaria condena a la persona a ser un desclasado económico, alguien que no va a poder tener un crédito nuevo en su vida, ya que le acompaña una deuda sin posibilidades de ser devuelta. Es síntoma de empobrecimiento de por vida, no un “punto y a parte”, no un comenzar desde cero, sinó desde -150.000 € con intereses de demora. Si queremos una sociedad dinámica no podemos condenar a la indigencia a los que se arriesgan, incluso para aquellos que se arriesgan en fundar una familia y emanciparse.

En definitiva, sigo sin entender como algunos representantes institucionales del centroizquierda no entienden que no sólo hay un sentido de justicia social (suficiente para defender esta ley) sino que hay una racionalidad económica que ayudaría a mejorar nuestra economía en su conjunto.

No cuesta mucho realmente implementarlo, hay otros países de nuestro entorno donde este sistema funciona, y además seguro que reducimos problemas estructurales profundos que hacen que la crisis en España sea algo más profunda, difícil de salir y tengamos niveles de paro más alto.

¿O es que acaso olvidamos que aquí sufrimos la doble crisis, la externa financiera, y la interna provocada por la burbuja inmoviliaria?

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