La reforma laboral… ¿positiva o negativa? ¿un paso hacia adelante o paso hacia atrás?. Hay mucho debate acerca de la misma y yo personalmente tengo algunas dudas de si va a marcar un antes y un después en la economía española, pero creo que, en general, va a ser positiva. Pienso que aún se podría mejorar (esta reforma laboral es una condición necesaria, pero no suficiente para la recuperación), pero ya es un buen paso hacia adelante. Pero independientemente de si estamos a favor o en contra, lo único que tengo claro es que “todos vamos a tener que apretarnos el cinturón”.
En términos generales, me parecen buenas medidas, pero voy a comentar sólo los más relevantes. En primer lugar, los intentos de favorecer la adaptación interna de las empresas permitirán que haya una mayor flexibilidad interna y personalizada en cada empresa y que los ajustes de las condiciones laborales se hagan de una forma más rápida. Respecto a la reducción de la jornada laboral, considero que esto fomentaría una mayor contratación a tiempo parcial y, en general, sería beneficioso para el conjunto de la economía española. La prueba de que podría funcionar la encontramos en los “minijobs” de Alemania. En cuanto al polémico abaratamiento de las indemnizaciones de despido, creo que es positivo para la economía española. Esta medida trata de evitar que las empresas puedan llegar a quebrar por tener que despedir mucha gente y que le salga muy caro, y, además, pretende reducir el alarmante desempleo juvenil. También me ha gustado que incidan más en el tema del absentismo laboral, ya que es un problema importante (tal y como mencioné en “obstáculos pesados para la competitividad española”).
Dicho esto, soy consciente de que los derechos laborales de los trabajadores se van a ver mermados y la precariedad laboral va a ser mayor, pero es necesario entender que los tiempos han cambiado. En términos macroeconómicos, tendemos demasiado a pensar en los trabajadores y poco en las empresas y esto es un error, ya que las empresas son un agente económico fundamental que crean empleo y riqueza. Si ahora las empresas están mal, hay que ayudarlas legalmente, ya que esto repercutirá en el mantenimiento y creación de puestos de trabajo. Estableciendo un símil, el caso de la empresa y el trabajador es como el caso de un padre y un hijo que han llevado una vida de cierta comodidad. Si ahora el padre (empresa) tiene problemas económicos, entonces el hijo (trabajador) tendrá que asumir que no puede seguir llevando la misma vida de antes.
En definitiva, creo que se ha dado un paso adelante en la recuperación del mercado laboral español, pero tendrían que haber algunas mejoras adicionales. Ya que lo del contrato único no ha podido producirse por ser inconstitucional, se tendría que favorecer una transición al modelo austriaco de despido (que, para muchos economistas, es una buena idea). Asimismo, también hay que destacar que uno de los principales problemas del mercado de trabajo en España era que estaba excesivamente regulado y, por eso, hasta el momento la destrucción de empleo era más rápida y alarmante que en el resto de Europa. Ahora que habrá más flexibilidad laboral, se verá como la precariedad laboral va a ser mayor, pero tenemos que asumir que vamos a vivir una época de grandes esfuerzos y sacrificios para volver a los niveles económicos de antes de la crisis (aunque esperemos que nunca hasta el punto de lo que se muestra en estos vídeos