La región del Karst

Por Mteresatrilla

Imaginemos un enorme queso gruyer bajo tierra. Mejor dicho, todo el subsuelo es un gigantesco queso gruyer que esconde inimaginables tesoros en su oscuridad. Unos tesoros que se han ido acumulando siglo tras siglo, milímetro a milímetro hasta formar auténticas maravillas. Se trata de la región del Karst, situada al suroeste de Eslovenia, a pocos kilómetros de su capital y que tiene el honor y privilegio de haber dado nombre a todos los paisajes cársticos del mundo entero, los cuales se caracterizan por un relieve originado por la disolución de los minerales de determinadas rocas.En la región del Karst coinciden varios factores que favorecen este tipo de relieve, un paraíso para espeleólogos de todo el planeta. Hasta el momento se contabilizan unas mil cuevas, pero cada año se descubren dos o tres más. Dedicamos el día a recorrer parte de la región que reúne, además de las cuevas, muchos otros atractivos. Nos resulta difícil seleccionar los lugares a visitar porque ello significa que debemos descartar otros, pero no nos queda otra solución, al menos en este viaje.A lo largo del día visitamos el Castillo de Predjama, las Cuevas de Škocjan, Hrastovlje con su preciosa iglesia de la Santísima Trinidad y Lipica para acabar ya en la costa del Adriático, en Koper, donde pasamos la noche.Entre las muchas cuevas que se pueden visitar hay dos que destacan sobre el resto. Se trata de las Cuevas de Postjona y las de Škocjan. Sólo teníamos la intención de entrar en una de ellas y la decisión de escoger no fue fácil. Quizás las más populares son las de Postjona. Digo populares por ser las más visitadas, pero el precio no es, ni de lejos, popular: 25€ es lo que cuesta la entrada por persona. Han sabido promocionarlas, destinando muchos recursos en campañas de marketing que ahora dan sus frutos día tras día. Según me informo, son espectaculares en cuanto a la formación de estalactitas y estalagmitas y disponen de un buen montaje turístico, con tren incluido que te pasea por el interior. El inmenso aparcamiento y el número de autocares nos ayudan a decidir. Definitivamente iremos a las Cuevas de Škocjan. Éstas son Patrimonio de la UNESCO, el único lugar en todo el país que tiene el reconocimiento y esto ya es una garantía. El precio tampoco es una ganga: 15€ por persona, pero merece la pena gastarlos. En esta época del año hay tres horarios de visita: a las 10, 13 y 15:30 y para organizarnos un poco la ruta decidimos ir a la una de la tarde.Así pues, pasamos de largo en las Cuevas de Postjona y nos dirigimos hacia el Castillo de Predjama que se encuentra a 9 km siguiendo una carretera local muy bonita.


El castillo impresiona porqué está literalmente embutido en las paredes de la roca de 123 metros. A pesar de que en 1202 ya se construyó un castillo en ese mismo lugar, el aspecto actual corresponde al siglo XVI. Todavía no ha llegado ningún visitante y ni siquiera están abiertas las taquillas por lo que paseamos tranquilamente por sus alrededores. A cuatro pasos del castillo se encuentra una pequeña iglesia y un árbol bajo el cual se dice que está enterrado el caballero que mandó construir la extravagante fortaleza: Erasmo Lueger, una especie de Robin Hood que robaba a los ricos para darlo a los pobres y que resistió largo tiempo escondido en las montañas, subsistiendo con los alimentos que le suministraban.


Me enamoran las flores que crecen por todos lados, incluso tulipanes y narcisos en la misma cuneta de la carretera.


Visto el castillo de Predjama, aun es pronto para ir a las cuevas de Škocjan cuya próxima entrada es a la una de la tarde. A pesar de que luego nos veremos obligados a retroceder algunos kilómetros, aprovechamos para ir a visitar otra de las joyas del Karst: la Iglesia fortificada de Trojica. Se trata de una pequeña pero preciosa iglesia considerada la más interesante de Eslovenia. Se encuentra en la pequeña aldea de Hrastovlje y llegar hasta allí es muy fácil, sólo hace falta seguir las indicaciones una vez se sale de la autopista. El paisaje es boscoso y en los alrededores del pueblo se ven algunas plantaciones de viña. Está dedicada a la Santísima Trinidad y fue construida entre los siglos XII y XIV aunque las fortificaciones que la rodean se añadieron posteriormente, en 1581, ante el avance de los turcos.


Tras el muro se esconde la iglesia medieval de piedra con su ábside hacia el exterior. La muralla es un rectángulo irregular con dos torres cilíndricas en las esquinas exteriores y aspilleras en dos niveles. El interior tiene forma de bóveda de cañón con cuatro columnas que divide el espacio en tres naves. Todos los muros y los arcos están decorados con frescos que narran diferentes escenas bíblicas, la mejor manera de adoctrinar a las gentes de aquella época que no sabían leer. Durante muchos años estuvieron cubiertas de revoque y se descubrieron en 1949. Podemos ver a Adán y Eva representados en un típico paisaje cárstico, el Sacrificio de Caín y Abel, la Pasión de Cristo… una auténtica maravilla.


Muestra también un gran número de frescos de santos y profetas, con interesantes escenas de los trabajos de los campesinos que simbolizan los doce meses del año. Una voz en off va explicando cada una de las escenas mientras una guía las va señalando con un puntero láser. Las explicaciones se van alternando en diferentes idiomas: esloveno, italiano e inglés.

Sin lugar a dudas, la escena más famosa es la Danza de la Muerte o Danza Macabra, que muestra el baile de once esqueletos que acompañan al mismo número de personas hacia la tumba, mientras otro esqueleto les está abriendo el ataúd. Se presentan en orden, representantes de diferentes rangos: El primero es un recién nacido, seguido de un paralítico, un joven, un prestamista – quien intenta persuadir al esqueleto – un rico mercader, un monje, un obispo, un cardenal, una reina, un rey y un Papa.



La lección es fácil de interpretar: todos, sin excepción, somos iguales ante la muerte, que nos está esperando desde el mismo momento en que nacemos.Retrocedemos hasta Divaca, la ciudad más próxima a las Cuevas de Škocjan. Compramos las entradas para las 13pm que incluyen también la visita al Museo pero antes tenemos tiempo de comer en el mismo restaurante complejo. Puntuales, nos reunimos con el guía en el centro de visitantes y después de un largo paseo llegamos a la entrada de la cueva.

Debido a su extraordinario cañón subterráneo, los trabajos de investigación del fenómeno cárstico, su rico patrimonio arqueológico y la gran biodiversidad de especies, la UNESCO consideró que las Cuevas de Škocjan merecían formar parte de la lista del Patrimonio Universal y así ha sido desde 1986.La cueva tiene 5.8km de largo de los cuales sólo 3km están abiertos al público general. Se ha ido formando por la erosión del río Reka que entra a la cueva cerca del pueblo de Škocjan y sale a 40km al noroeste, ya en territorio italiano, para desembocar en el Golfo de Trieste. Se accede primero a la llamada Cueva del Silencio con buenos ejemplos de estalactitas y estalagmitas. La Cueva del Silencio acaba en la Gran Sala, de 30 metros de altura y 120 metros de ancho. Ya nos vamos acercando a la parte más esperada y el murmullo del agua así lo indica. Entramos en la llamada Cueva del Murmullo donde el espectáculo natural es indescriptible. Entre paredes de 100 metros, caminamos por el puente Cerkvenik, suspendido a 50 metros sobre el lecho del río Reka. Cascadas interiores y todo un mundo de fantasía que el río ha ido esculpiendo en las entrañas de la Tierra.

Una vez en el exterior, hay la opción de regresar al centro de visitantes en un trenecito o caminando a través de los extenuantes senderos. Sin dudarlo, escogemos esta segunda opción y a lo largo del camino vamos encontrando algunas cascadas entre una exuberante vegetación.




El museo, está dividido en tres secciones las cuales se encuentran en edificios separados. Los dos primeros están uno frente del otro y en ellos se exhiben diferentes utensilios del campo y el cultivo del cereal en la zona, así como el descubrimiento de la cueva y su evolución hasta ser declarada Patrimonio de la Humanidad. Después de caminar un poco llegamos al tercer edificio del museo, donde se encuentra la parte más interesante, ya que se expone de una manera muy didáctica abundante información sobre la fauna y flora que habita en el interior de la cueva y en la Dolina Velika. El encargado del museo es un chico que vive con pasión su trabajo y nos aporta una información muy interesante, regalándonos incluso un póster de las diferentes especies, como recuerdo de nuestro paso por Škocjan.

     

Estamos agotados pero nos animamos a llegar hasta Lipica, pueblo famoso por sus caballerizas. Lipica se localiza en una meseta cárstica al sur de la ciudad de Sežana y su fama se debe a la crianza de caballos de raza lipizzana. La cría de caballos y la crianza de la raza de lipizzanos empezó de forma intensiva después del año 1580, cuando el archiduque Carlos de Habsburgo compró unas fincas al obispo de Trieste.



La base de la raza lipizzana es el caballo cárstico autóctono, cruzado con caballos españoles primero y luego con caballos napolitanos y árabes. Criaron un caballo veloz, dócil, bondadoso, alegre y de rápido adiestramiento para las necesidades de la corte, el ejército y la Escuela Española de Equitación de Viena. Los potros son de color oscuro y con la edad pierden la pigmentación quedando el color blanco característico.Lipica no es un pueblo como tal, sino que todo gira alrededor de la gran finca, la cual se puede visitar previo pago de 10€ por persona. Una guía nos acompaña por todo el recinto y visitamos también varios establos, entre ellos el Velbanca, un establo abovedado del año 1703 y el museo del carruaje.


En el corazón de la finca se encuentran los edificios que se han conservado como un complejo funcional: la casa solariega, una pequeña capilla del siglo XVI dedicada a San Antonio de Padua y alguna otra edificación típica de la región del Karst.

Según el horario de visita y, especialmente en verano, se pueden ver los entrenamientos. En la alta escuela de adiestramiento se utilizan sólo los mejores caballos, los que demuestran una mayor inteligencia y cuerpo fuerte.

Cada año nacen unos cuarenta caballos y las yeguas con sus potrillos pasan la mayor parte del día en los pastizales de la finca. Entre los 3 y 4 años empiezan su “formación” y a los 5 años los criadores deciden cuales entrarán en la escuela de adiestramiento y cuales serán capados y utilizados como caballos turísticos o de tiro.Una interesante visita, especialmente para los amantes de los animales.


Dejamos ya la región del Karst y nos dirigimos hacia la costa del mar Adriático, concretamente hasta la ciudad de Koper (Capodistria en italiano) donde pasaremos la noche.