La reina casamentera, Toda Aznárez (890-965)

Por Sandra @sandraferrerv

Sancho Garcés I, esposo de Toda

Toda Aznárez fue una de las reinas más importantes de la España cristiana que durante siglos convivió con la España musulmana. Hija de una familia noble y casada con el rey de Pamplona, ejerció un papel clave durante el reinado de su marido y después de su hijo para afianzar la dinastía Jimena. Para ello, no dudó en viajar durante buena parte de su vida a los territorios tanto cristianos como del Al-Ándalus para cerrar pactos matrimoniales para su amplia prole y establecer acercamientos políticos con el reino de Abderramán III.

La vida de Toda Aznárez se esconde en la oscuridad de los tiempos medievales cuyas fuentes documentales son muy escasas, por lo que los historiadores han tenido que rescatar del olvido su biografía con gran esfuerzo, pues no aparece detrás de ningún documento, siquiera construido o falso, fundando algún cenobio o promoviendo obras culturales1. Toda habría nacido en el año 890 en el seno de una familia heredera del desaparecido mundo visigodo. Toda descendía de Íñigo Arista, el primer caudillo de nombre conocido del entorno pamplonés insubordinado frente al islam en la década de los años cuarenta del siglo IX2. Sus padres eran Aznar Sánchez de Larraún y Ónneca y descendía por vía materna de García Íñiguez. 


Monasterio de Suso donde descansan sus restos

Toda se casó con Sancho Garcés I, rey de Navarra con el que tendría una amplia descendencia y que la reina sabría utilizar para establecer alianzas políticas con los reinos colindantes. El más importante fue quizás el de su hijo y futuro rey García I Sánchez con Andregoto Galíndez, hija del conde aragonés Galindo Aznar II. 

En el año 925, después de veinte años de reinado, Sancho Garcés I fallecía dejando a Pamplona con un rey de poco más de seis años de edad. Hasta que García I Sánchez fue considerado mayor de edad, éste fue tutelado por distintos ayos bajo la atenta mirada de la reina viuda. Convertido ya en rey, en 933, Toda tuvo un destacado papel en la política diplomática de su hijo con reinos cristianos y también con el califato de Córdoba.

Hasta el corazón mismo de Al-Ándalus viajó la reina Toda para reunirse con Abderramán III y renovar los antiguos pactos esta vez entre reinos iguales y no como subordinados del reino musulmán. Abderramán reconocía así, la nueva importancia en el panorama político internacional del reino de Pamplona.


Abderramán III

A principios de la década del 960, se desvanece políticamente la figura de Toda, una reina clave en el solar hispano del siglo X, una reina que participó activamente en los reinados sucesivos de su marido y su hijo dándoles legitimidad e importancia estratégica en el tablero de juego en el que los reinos cristianos y medievales tenían por delante una larga partida por el poder ibérico.

A Sancho Garcés I se le conoce como El Grande y parte, de esa grandeza la obtuvo por la colaboración inteligente de su esposa, nuestra doña Toda: la primera gran reina de la dinastía Jimena3.  Si quieres leer sobre ella Reinas de Navarra

Julia Pavón (dir.)


Reinas medievales españolas

Vicenta Márquez de la Plata y Luis Valero de Bernabé


El viaje de la reina

Ángeles de Irisarri


_______ Notas:  1. Reinas de Navarra, Julia Pavón (dir.), pág 37

2. Ídem, pág. 33
3. Reinas medievales españolas, Vicenta Márquez de la Plata y Luis Valero de Bernabé, pág. 47