La reina Isabel no abdicará tras la muerte de su esposo

Publicado el 11 abril 2021 por Joseantortega

La posibilidad de que Isabel II se plantee abdicar debido a la muerte de su esposo parece de momento bastante descartada, según expertos en la familia real como el historiador Hugo Vickers. “Todo parece indicar que la reina se encuentra en muy buen estado de salud, por lo que continuará en su puesto tanto tiempo como sea posible”, señala.

Lea también: Papa Francisco ofreció condolencias a la reina Isabel II

Hay que recordar la admiración que profesan los británicos a la casa real y, en especial, a la reina Isabel, quien lleva ya 69 años en el trono. Sin embargo, el asunto de una posible abdicación se lleva rumoreando desde hace un tiempo por su avanzada edad. Por ejemplo, una encuesta reciente del “Daily Mirror”, mostraba que el 48% prefiere que ceda el testigo a las siguientes generaciones.

Y decimos siguientes generaciones y no específicamente a su hijo, el príncipe Carlos de Gales, de 72 años, porque otra posibilidad sería que la reina Isabel optara porque su nieto, el príncipe Guillermo, duque de Cambridge, fuera el que le sucediera directamente en el trono. Esta misma encuesta apunta a que los ingleses preferirían que fuera Guillermo y no Carlos, quien suceda a la reina.

A pesar del trabajo incansable de Isabel II, es cierto que en los últimos años su presencia en eventos públicos se ha reducido considerablemente en favor de su hijo Carlos, así como de los duques de Cambridge. La muerte del duque de Edimburgo probablemente incrementará las responsabilidades de estos últimos, pero nada hace indicar que se vaya a producir una sucesión.

“Aunque la reina parece haber dado un pequeño paso atrás y veremos más al príncipe Carlos y al príncipe Guillermo como representantes de la casa real, la reina seguirá firmemente siendo la reina”, asegura, por ejemplo, el historiador británico Robert Lacey, quien escribiera el libro oficial sobre la afamada serie de Netflix «The Crown».

La reina, también principal figura de la Commonwealth, siempre ha asegurado que éste es «un trabajo para toda la vida». Una idea quizás asimilada por la forma en la que accedió al trono. Su tío, Eduardo VIII, tuvo que abdicar en favor de su hermano Jorge VI, padre de la reina. Se vio obligado a hacerlo debido a que antepuso su relación con la estadounidense Wallis Simpson, que estaba divorciada, algo muy mal visto entre las élites británicas.

Otra razón para no abdicar, según sostienes los expertos en la familia real, es que Isabel II, quien es también cabeza de la Iglesia anglicana y profundamente creyente, considera que los votos que tomó en su coronación son inquebrantables.