Al igual que otras religiones, las de las tierras célticas de Europa complementaron el animismo anterior por la creencia en los espíritus, que pertenecían a árboles, animales, rocas, montañas, manantiales, ríos y otros fenómenos naturales, y en el folklore todavía sobrevive abundante evidencia de que los celtas consideraban que los espíritus tomaban una variedad de formas, animales y humanas. Fue esta idea de espíritus en forma de animal la que ayudó a preservar la memoria del totemismo antiguo en tiempos históricos. LEER MÁS »
Al igual que otras religiones, las de las tierras célticas de Europa complementaron el animismo anterior por la creencia en los espíritus, que pertenecían a árboles, animales, rocas, montañas, manantiales, ríos y otros fenómenos naturales, y en el folklore todavía sobrevive abundante evidencia de que los celtas consideraban que los espíritus tomaban una variedad de formas, animales y humanas. Fue esta idea de espíritus en forma de animal la que ayudó a preservar la memoria del totemismo antiguo en tiempos históricos. LEER MÁS »