La religión de los espíritus: el Vudú (I)

Por Selva Del Olvido

Existen, en nuestro acerbo cultural, una serie de referencias o imágenes concretas sobre determinadas religiones o sistemas de creencias, que nos suelen alejar de la verdadera realidad de dichos cultos. En numerosas ocasiones, no nos damos cuenta de que estos conocimientos son totalmente superficiales o una simple distorsión de fenómenos que, en realidad, son muy poco conocidos. Un claro ejemplo de todo ello es el vudú.
Si preguntamos a cualquier persona sobre este sistema de creencia podrá indicar poco más que la relación de dichas prácticas con un tipo de magia negra muy concreto vinculado a la utilización de la necromancia, canibalismo y ciertas prácticas de adivinación y contactos con los espíritus. Sin embargo, el vudú va mucho más allá tal y como os mostraremos a continuación.
Lo primero que hemos de tener en cuenta es que el vudú, palabra que significa espíritu, deidad, o “fuerza mística” es una religión, ya que su complejidad y sistema cultual son demasiado complejos como para considerarlo como una práctica supersticiosa más. De hecho, esta religión es oficial en Haití y cuenta con un importante arraigo en numerosas partes de América del Sur además de contar con un bastión tan destacado en EE.UU. como es la ciudad de Nueva Orleans.

Pese a la imagen negativa y oscura de las prácticas asociadas a dicho culto hemos de tener en cuenta que el vudú es sólo una religión popular más. Es cierto que los elementos supersticiosos son más abundantes en este tipo de religiones pero ello no quiere decir que sean religiones intrínsecamente malas. La visión negativa que señalamos ha derivado, probablemente, de la mala prensa aportada por los europeos a estas prácticas.
El vudú es un claro ejemplo de sincretismo entre las creencias traídas por los esclavos negros a colonias como Haití unidas a ciertos elementos propios del cristianismo europeo, de hecho para los practicantes de estos cultos existe una total simbiosis entre ambos. Todo ello llevó a que dicha religión fuera considerada como una práctica herética y satánica desde su origen. El hecho de que el vudú se encontrara en la base del movimiento independentista que llevó a los indígenas de estas isla a librarse de sus señores europeos empeoró, aún más, la visión occidental sobre esta “herejía”. Aún hoy sigue siendo una práctica muy común entre los grupos campesinos de la isla pero es considerada por las élites instruidas de habla francesa como una superstición desagradable y funesta.
Pero a pesar de lo dicho, no debemos considerar al vudú como un simple “arte curativo” benigno, sino que es algo mucho más complejo, un claro ejemplo de hasta que punto creencias preexistentes pueden dar lugar, al unirse, a cultos totalmente originales.