La religión de los espíritus: el Vudú (II)

Por Selva Del Olvido


Ya mostramos, en el anterior artículo dedicado a este tema, como la visión que tenemos sobre el vudú está profundamente cargada de prejuicios, llevándonos a ideas erróneas sobre el mismo. Su sistema de creencias es, como expondremos brevemente a continuación, amplio y complejo, y hay que poseer una mentalidad abierta si se quiera captar la esencia del mismo.


Lo primero que hay que tener en cuenta es que para el practicante del culto vudú no hay diferencias entre la religión cristiana y su propio culto, se produce, de esta forma, una especie de simbiosis. En efecto, dicha religión reconoce la existencia de un Dios supremo, aunque dicha divinidad no presta atención a las cosas ocurridas en el mundo terrenal. Por ello los practicantes de esta religión se ven obligados a recurrir a espíritus o entidades divinas menores creadas por este Ser Supremo. Entre dichos espíritus destacan los loas.


En el vudú de Haití encontramos centenares de estos loas, lo que da lugar a un abigarrado y complejo panteón. Se piensa que dichos seres son, en su origen, antepasados distantes procedentes de África. Por tanto, los esclavos africanos habrían traído consigo dichas divinidades. A pesar de lo cuantioso que es este grupo de espíritus existen algunos que sobresalen sobre la mayoría, como es el caso del Barón Samedi, ser ligado a la muerte y que ha calado profundamente en la cultura popular occidental.



Por debajo de estos loas, se encuentran las almas de los muertos, a las que también se les rinde culto. Por último, nos encontramos con los marassa o gemelos divinos, que son dos seres considerados incluso más poderosos que los propios loas. En esencia se les representa como los dos loas primigenios, que habiendo sido creados por la divinidad, habrían dado lugar al resto de espíritus.


Como vemos se nos presenta un sistema de creencias, con numerosos dioses menores, lo que nos pone en relación directa con los cultos africanos de los que deriva el vudú. Pero más fascinante incluso que las divinidades de esta religión es su forma de presentar el culto, que tanto ha hecho volar la imaginación de cineastas y literatos…