Desde la transición un deseo de que cuanto antes llegara la Democracia a España nos llevó a ir claudicando, dejando nuestras reivindicaciones por el llamado consenso, y por el camino nos dejamos algo tan importante como que nadie sea por nacimiento mejor ni peor que nadie. Un Estado sostenido en una Jefatura de un Rey, de una institución medieval no puede en pleno siglo XXI defenderse. Una modificación del status quo es necesaria, una nueva Constitución que sea reflejo de una España más moderna como la que vivimos. Comprendo que la crisis económica lleva el discurso barato de cómo preocuparnos por estas pequeñeces si lo importante es el empleo y el bienestar de los ciudadanos, pero es que siempre hay una pega para objetar la necesidad de que de una vez por toda España vuelva a ser republicana. Ser republicano no es ser de izquierdas, pero cualquiera que sea de izquierdas debe ser republicano, no lo entiendo de otra manera y por ello tampoco entiendo que el PSOE no se pronuncie de una vez por toda por lo que ha sido su tradición republicana y que sus dirigentes dejen de claudicar ante un Monarca impuesto por un Dictador que hundió en la miseria a este país por tantos años. Viva la República, octogenaria y guapa.