La revista Rolling Stone pone a un asesino en su portada

Publicado el 18 julio 2013 por Iris Bernot @irisbernot

      Menudo revuelo se ha armado en las redes, lector, y no es para menos. Resulta que la revista musical Rollig Stone, que es como el dios de las revistas musicales, ( por cierto... ¿quien lee todavía prensa musical?) ha sacado en su portada a DzhokharTsarnaev, el chico que junto a su hermano, fallecido en la persecución policial, puso unas bombas en la maratón de Boston hace unos meses. En la portada, Dzhokhar Tsarnaev aparece con el pelo revuelto y la mirada fija en la cámara cual estrella del rock sexy e interesante, para luego dar paso en el interior de la revista a un análisis que trata de dar explicar cómo un prometedor estudiante como él pudo convertirse en un monstruo, partiendo de entrevistas realizadas a sus amigos, vecinos y maestros. Las redes se han incendiado ante esta portada, y ha sido como si hubieran encendido hogueras en Facebook y en Twitter y éstas hubieran ido quemándolo todo a su paso, especialmente las páginas que Rolling Stone tiene en el universo Internet para interactuar con sus lectores.      Rolling Stone ha sido siempre una revista mítica por sus portadas y sus artículos. Por sus portadas han aparecido mitos de la talla de Kurt Cobain, Jimy Hendrix o David Bowie en fotos que han pasado a la posteridad por la capacidad que han tenido de plasmar el alma y el talento de las personalidades que han retratado. Sin embargo, ahora van y ponen a un asesino en su portada a lo carroñero, y se preguntan porqué la gente se indigna tanto, claro, ¿porqué será?...      Yo creo que esta portada debió ser la idea de algún iluminado que deben de tener en la redacción. Seguramente hicieron una reunión de última hora porque no encontraban a nadie interesante sobre el que hablar, y decidieron ponerse a dar ideas sin pararse a pensar en nada. Decidieron ser creativos a tope y modernos y "molones", y empezaron a aportar ideas super transgresoras y super rompedoras, y entre nombres de parricidas, genocidas, una posible portada del nuevo mandatario de Corea del Norte o un posible artículo sobre Hitler, el iluminado de turno, que será seguramente el sobrino o el primo del jefe, dio el nombre del asesino de Boston, y se hizo el silencio en la sala. Probablemente, alguno de los que estaban allí trató de parar la orgía de irracionalidad y de modernismo "gore" que se debía de estar viviendo en la sala, pero  casi con seguridad le mandaron a comprar tabaco y alcohol para celebrar que ya tenían la portada y que iban a dar el "pepinazo" de su vida, y todo se volvió de repente oscuro como en  las películas de Lynch.       Ahora va a resultar que es verdad eso de que si cometes un crimen puede que te hagas famoso. Va a resultar que todos los psicópatas y los sociópatas que han matado porque querían notoriedad tenían razón, los muy jodi... Va a ser verdad que ya no importa si eres un gran cantautor, poeta, cantante, artista de variedades o mago con chistera, porque lo que se lleva en este mundo de violencia infinita es matar. Al final, gracias a Rolling Stone, el chaval ha conseguido lo que su hermano y él querían, o sea, que su mensaje de odio y de amargura cale hondo en todo el mundo. Ya veo a todos los adolescentes quitando sus pósters de los Green Day de sus habitaciones y poniendo los de este chico o los de los psicópatas más famosos de la historia. Van a empezar  a venderse por la red camisetas de Charles Manson a patadas, ya lo veréis, y se van a empezar a colocar en todas las tiendas las chaquetas negras que llevaban los chicos que realizaron la matanza de Columbine. Ahora lo moderno va a ser eso, ser psicópata y matar al mayor número de gente posible.       En fin... Espero que esto haya sido solo un desliz ( jajajja, la palabra desliz me hace gracia de lo rancia que es),y que Rolling Stone saque otra tirada con la foto de Beyoncé (culoncé para los amigos) encima de la foto del chaval de los atentados de Boston para que la gente se calme un poco y no les quemen la Sede con el sobrino iluminado del jefe dentro. Vivir para ver...  

Ala, cual Jim Morrinson...