Llevábamos tiempo esperando la inauguración de la temporada musical que nos trae a Oviedo la promotora Radio de Cristal. Y la apertura fue inmejorable con el directo de León Benavente, grupo formado por un vigués, un asturiano, un murciano y un maño. Bien podría tratarse de un chiste pero lo que demostró esta banda de “road pop” en el escenario de La Antigua Estación no es cosa de broma. El vocalista Abraham Boba y el guitarrista Luis Rodríguez han acompañado a Nacho Vegas en su trayectoria solista. Los otros dos componentes tampoco son novatos: Edu Baos es el bajista de Tachenko y Cesar Verdú baterista militante de los murcianos Schwarz.
Con una hora de retraso (esto es Asturias) dio comienzo el directo con una introducción musical de La Gran Desilusión. El tiempo justo para que el público se pudiera apretar un poquito más y prestar la debida atención. El setlist continuó con la tenebrosa Ruinas y el crítico tema Hienas, un arranque que sólo fue el detonante de una historia revolucionaria en forma de concierto.
El inicio, un tanto oscuro, dio paso a temas más algo conciliadores como Estado Provisional, Ánimo Valiente, o Es muy fuerte cómo te ríes de mí, una canción nueva. También se atrevieron con una versión de Ilegales (Europa ha muerto) que animó al público, entre quien, por cierto, se encontraba su colega de sello Nacho Vegas disfrutando como el que más (recomendable es leer la biografía que escribió sobre el grupo).
El punto álgido del concierto llegó con el regicidio de El Rey Ricardo o Revolución y Todos contra todos (tema no incluido en el disco). A estas alturas de contenido lírico uno ya estaba con ganas de guerra, pero con cierta seriedad porque el tono del concierto no era precisamente “de cachondeo”. León Benavente nos presentó un disco con trallazos de pop y psicoledia oscura que estaba como latente en nuestras cabezas desde hace dos años y que estos cuatro tipos han logrado materializar.
Después de unos aplausos, la banda volvió al escenario sin más pausas verbales para rematar con Década (“Esta muy claro que algo tiene que cambiar, o se irá todo a la mierda”), La Palabra y seguidamente la fantástica Ser Brigada (“Que se pudra este ramo de rosas pero no antes que usted señor presidente”). Con una gran elegancia, los músicos “repartieron” para todo el mundo y se quedaron a gusto. El público también, aunque no hubiera espacio para saltar un poco.
A pesar del prestosu calorcillo humano, Abraham no se quitó la americana en ningún momento, y eso en este blog se merece una mención especial. Pero sobre todo se lo merece su capacidad de story-teller. Esa voz y forma de vocalizar son capaces de encandilar a un público que no estaba eferverscente o exaltado, si no implicado en el amargor o realismo de las historias narradas con cada tema.
Yo he venido aquí a hablar de mi crónica, pero vale la pena darle una escucha de principio a fin este disco, ininterrumpidamente y a ser posible en la calle. León Benavente es y será (me permito la licencia de preveerlo) el mejor disco del panorama patrio en este 2013.
El próximo concierto de Radio de Cristal es el de Bigott el 4 de octubre y las entradas ya están a la venta. Allí nos vemos, valientes.