La riqueza de las naciones en la Comunicación Política

Publicado el 11 noviembre 2017 por Ramón Ramón Ramón @ramonramon

Seguramente al hablar de comunicación política me sumerjo en un campo de acción bastante amplio, donde no existen recetas ni secretos únicos. Puesto que los escenarios siempre son cambiantes y las personas reaccionan de diferente manera en momentos y contextos distintos; dicho de manera sencilla, " lo que le sirvió a uno, no garantiza que le sirva a otro ".

Lo cierto es, y quienes estén dentro de este campo entenderán, que para desarrollar una estrategia de comunicación política para una campaña electoral, " comunicar para ganar votos ", es fundamental contar con un equipo de trabajo muy capaz, multidisciplinario, talentoso e innovador, un equipo que marque diferencia entre otros.

Para reforzar esta idea y parafraseando al conocido economista Adam Smith, en su célebre obra del siglo XVIII "La riqueza de las Naciones" me permito hacer algunas comparaciones conceptuales de esta obra y llevar algunos conceptos de economía clásica al campo del marketing y la comunicación política.

La riqueza de las naciones antes de la publicación de la obra de Smith, era considerada como " la cantidad de oro y plata que una nación tenía en sus reservas ". Sin embargo, Smith consideró la conceptualización como errónea y planteó que " se define por la cantidad total de producción y comercio de una nación ", lo que hoy conocemos como Producto Interno Bruto (PIB).

Tal como le pasó a Smith, en comunicación política existen muchos que consideraban o consideran que ésta se debe solo a la acción de comunicar unidireccionalmente, lo que hace o pretende hacer el político y que, además, puede ser realizada por una sola persona. Sin duda es una percepción errónea, ya que la comunicación política debe estar dirigida a conectar al político con los electores, lo que conlleva una comunicación que promueva la interacción "de suma con resultado positivo" y para hacerlo se necesita de un amplio equipo "detrás de escenario" que se encargue de ejecutarlo.

Smith planteaba que, " el origen de la riqueza proviene del trabajo de la nación, que será tanto más productivo cuanta mayor división del trabajo exista; ésta depende, a su vez, de la dimensión del mercado; y ésta, de los precios ".

Tanto la comunicación como la política tienen que ver con personas. Quienes comunican, quienes hacen política son personas y la hacen para personas. Se necesita entonces de profesionales especializados en diversas áreas del conocimiento ( división del trabajo ) como: politólogos, comunicadores, sociólogos, diseñadores, ingenieros, hackers digitales, abogados, entre otros; para desarrollar una estrategia y campaña política ideal dirigida a personas.

Encontramos entonces una principal similitud entre la obra de Smith y la acción de la comunicación política, la división del trabajo; entendiendo que la riqueza de las naciones en comunicación política deriva del conocimiento amplio de las personas y sus especialidades profesionales, que se hacen más grandes cuando estas suman y aportan a una estrategia de campaña en común con muchas visiones.

Pero mi afirmación de la riqueza de las naciones en comunicación política , no sólo hace referencia a la conceptualización de Smith en economía. Representa también un juego de palabras, en la cual quiero reforzar la idea de que conformar un equipo humano de muchas naciones/nacionalidades representa una riqueza para la comunicación política.

Y a la cabeza de Ramón Ramón evidencia esta riqueza, ya que está conformada por un equipo humano con principios y valores colaborativos que aportan con conocimiento y experiencias amplias al trabajo diario de llevar adelante y hacer posible una nueva forma de comunicar y hacer política.

En este día...