"Debemos recordar que es una fiesta religiosa. Hay que darle a la importancia que se merece a San Isidro. Se trata de una celebración primeramente religiosa y luego cultural. Forma parte de la idiosincrasia del pueblo de Los Barrios", apunta Bustamante. El párroco llama a los barreños a disfrutar con alegría de la festividad, pero también con mesura y respeto hacia un culto religioso.
El sacerdote se muestra satisfecho con la cada vez mayor afluencia de personas a la misa de romeros y la bendición de los campos del domingo. "El patrón no debe estar solo. Pido que se acerquen a visitarlo. Que no lo dejen solo en una fiesta donde el pueblo se siente familia", resalta Bustamante.
El cura de la parroquia de San Isidro recuerda que el pasado año el culto externo al santo pudo celebrarse al lograrse un permiso especial del Obispado, dado que la hermandad no tenía en ese momento una junta de gobierno formalizada. Aquella situación a punto estuvo de provocar la suspensión de la romería.
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