En un tiempo de cruentas rebeliones, una pareja se ve afectada por los vientos implacables que azotan la Historia, y sólo podrán salir adelante con su valor, su lealtad y su pasión, hasta convertirse en dos héroes legendarios del pueblo escocés. A mediados del siglo XVIII, las Tierras Altas sufrían la cruel dominación inglesa, contra la cual hubo frecuentes rebeliones. Ésta es la historia del alzamiento que finalizó con la legendaria batalla de Culloden. La rosa de Escocia fue la bella y aguerrida Anne Farquharson, quien tomó las riendas de su clan contra su marido, al cual se enfrentó para adoptar la causa de la rosa blanca jacobita, la de los partidarios del príncipe Carlos, el Pretendiente, a quien consideraban su legítimo señor. Ambos vivirán una intensa pasión mientras la lucha política los obliga a enfrentarse una y otra vez, hasta llegar a un final realmente inesperado. Un pueblo desgarrado, una época convulsa y un amor que lo supera todo.
Cuando compré La rosa de Escocia, acababa de leer las tres primeras novelas de la saga de Diana Gabaldon: Forastera. Creí, de manera errónea, que sería una novela romántica histórica ambientada en la Escocia del siglo XVIII ciñéndome al resumen del argumento; no soy una entusiasta de las novelas románticas históricas, pero me apetecía leer algo más de Escocia. Bueno, pues ya mismo os aviso que no es el caso. La rosa de escocia es una novela histórica, muy documentada, un retrato del último levantamiento jacobita que culminó y fracasó en la batalla de Culloden.
Janet Paisley
Janet Paisley, en un apartado, al inicio de la novela, avisa con mucha sinceridad, que si bien los hechos históricos están basados en los datos que fue recabando, la parte más personal de la vida de su heroína, Anne Farquharson, es en parte fruto de su imaginación aunque sí que se ha basado en los pocos documentos que sobrevivieron a la represión británica después de la derrota de los jacobitas.
Charles Edward Stuart
La novela se centra en el inicio del levantamiento, cuando Charles Edward Stuart, aspirante al trono de Escocia e Inglaterra, regresa de su destierro desobedeciendo al gobierno británico, hasta el irrevocable desenlace seguido por la brutal represión después de la batalla. Su llegada levantó un sentimiento de esperanza en el pueblo escoces, que veía en él el que libraría Escocia de la ocupación de un gobierno que nunca reconoció. A partir de ese hecho histórico se sustenta la novela y sus protagonistas recobran vida porque el estilo de la autora es tan ameno que no cuesta nada visualizar las hazañas de los personajes.Emblema del clan Chatton
al que pertenecía
Anne Farquharson
Anne Farquharson
En contrapartida a la historia sentimental de la novela, está la que retrata a la protagonista indiscutible como el personaje histórico que fue: Anne, una mujer inteligente, decidida, independiente y dueña de su persona. Se convirtió en el símbolo de la rebelión, poniendo en jaque al ejército británico. Es un personaje fascinante por haber sido real, despierta la admiración por su coraje, no teme la guerra y el peligro. Aunque en un principio pensé que no me gustaría mucho ese triangulo amoroso, enseguida me percaté de mi error, con todo, preferí centrarme en la mujer, el personaje histórico, mucho más interesante por sus muchos matices.Y como no, la guerra tiene un papel fundamental en la novela, por eso mismo aviso que la historia relata escenas escalofriantes de los enfrentamientos, sobre todo el de Culloden, y de la brutal represión posterior por parte del ejército británico. No voy a decir que haya disfrutado porque con algunas veces estaba tentada de saltármelas, pero con todo el rechazo imaginable no lo hice. Es la parte más cruenta y dolorosa, difícil de digerir, pero no menos real.
Portada original.
No tengo ninguna pega a la novela, exceptuando esas escenas violentas que son parte de lo que ocurrió y de nada sirve intentar obviarlas. Todo me ha atrapado, los personajes, los hechos históricos, la ambición de algunos, la entrega de otros, la pluma ligera de la autora que, incluso con mucho vocabulario en gaélico, capta la atención del lector desde el inicio, y la magnifica ambientación de lo que era la cultura de los clanes, la vida en las Tierras Altas y el papel de las mujeres (bastantes sorprendentes dado el escaso poder que tenían en aquel entonces en Inglaterra por ejemplo), mujeres luchadoras y tan guerreras como sus coetáneos masculinos. Mi única duda es el retrato que esgrima la autora de los escoceses, letales y feroces guerreros en el campo de batalla y bonachones en todo lo demás. Me imagino que hubo brutalidades en ambos bandos, pero me imagino que esa benevolencia tiene que ver con la simpatía que despierta el perdedor, más aun sabiendo lo vino después. La rosa de Escocia es para todos aquellos enamorados de Escocia, es una parte fundamental de su historia, lo que la ha marcado como un pueblo diezmado y humillado. Por mi parte he encontrado una historia apasionante que no me importaría releer.