La rosa escondida de Reyes Monforte

Publicado el 23 septiembre 2013 por María A. Ayuso @MariaysuMundo

Hace unas semanas y gracias a las recomendaciones que pude leer en varios blogs, me hice con 'La rosa escondida', una novela de Reyes Monforte, autora de la que no había leído nada aún. Me acerqué a este libro porque el tema me parecía original, la guerra de Bosnia del año 1992. Es curioso porque a pesar de que yo era muy pequeña, en mi cabeza está grabada la imagen del corte de emisión anunciando que los bombardeos habían comenzado.
El nacionalismo, el fin de la Guerra Fría, la religión y todos los problemas sociales, fueron el germen perfecto para el inicio de esta cruenta guerra que duró hasta 1995 y dejó más de cien mil víctimas y casi dos millones de refugiados (según fuentes oficiales). Bosnia- Herzegovina (mayoría de población musulmana) declaró su independencia mediante referéndum y los Serbios decidieron que era hora de unir a toda su población en un único territorio. Fue cuando todo comenzó... En este marco se desarrolla 'La rosa escondida', la dura historia de Zehera, de su familia y de tantas vidas truncadas por la barbarie de la guerra de nuevo injusta para la población civil.


Portada de 'La Rosa escondida', de Reyes Monforte

Zehera tiene dieciocho años y vive en Visegrado junto a sus padres, abuela, hermano y su novio serbio Aleksandar. Su hermana, su otra mitad y a la que ha estado realmente unida, ya ha sido desplazada por la guerra y apenas puede contactar con ella, las comunicaciones son inexistentes y no hay manera de saber si está viva o muerta. Mientras, Visegrado ya no es la ciudad que era, Zehera ya no puede salir a la calle con su hermana, con los labios pintados de rojo y causando admiración allí donde pisaban. Las cosas han cambiado mucho y ahora una bestia humana llamada Sasa Ludonovic (cuyo nombre real es Milan Lukic) va causando terror por toda la ciudad. Es el líder de la organización paramilitar Águilas Blancas, un grupo de hombres que lejos de tener piedad, disfrutan de las barbaridades que hacen en cada casa, en cada rincón de Visegrado. 
Zehera tenía vistas privilegiadas sobre el puente del río Drina, pero cuando la guerra comenzó, todo lo que sucedía allí era una auténtica pesadilla. Un día, Sasa Ludonovic llama a su puerta y comienza lo peor, comienza su auténtica tortura, es una cuenta atrás hacia su propia muerte. Las violaciones (brutales) y las torturas están a la orden del día. No les importa si son mujeres, hombres, niñas o ancianos, todo son blancos fáciles para unas Águilas Blancas que disfrutan con el dolor y el horror. El hotel Vilina Vlas es el fuerte de este grupo de hombres (me cuesta llamarles así), un lugar en el que encierran a sus víctimas, un lugar que parece guardar silencio y cuyas paredes seguro que todavía lloran por todo lo que vieron. Zehera es encerrada y se convierte en la esclava sexual oficial de Ludonovic, pero un día la suerte se pone de su parte y consigue escapar. Aleksandar y ella consiguen atravesar el río y se convierten en dos refugiados más que consiguen llegar a España, a un pequeño pueblo que les acogerá con recelo. 
Zehera no encuentra la paz que esperaba y las imágenes de violaciones, secuestros y asesinatos le persiguen cada noche. No duerme, no come y el silencio la va consumiendo poco a poco. Aleksandar tampoco ayuda, cada día se emborracha con su primo en el pueblo mientras la chica le tiene que hacer frente a un hecho que cambiará su vida para siempre. No será tan fácil desprenderse de su pasado. Teresa y su familia son los panaderos del pueblo, las únicas personas que le ofrecen refugio y amistad sin pedir nada a cambio. Pero Zehera, a pesar de sus esfuerzos por llevar una vida normal, no podrá ser feliz, al menos en el pueblo. Una noche tiene que huir de nuevo, esta vez a Galicia, donde tendrá la suerte de dar con Julia y su familia, que la acogen como si fuera una hija más. Poco a poco Zehera consigue sonreír de nuevo pero nada será tan fácil y de nuevo el pasado llamará a su puerta una vez más... La guerra acaba en Bosnia y la chica recibe una llamada de su familia que le hará volver a su país. A partir de aquí el argumento vuelve a dar un giro radical que nos dejará con la boca abierta hasta el final.
'La rosa escondida' es un libro del que estaría hablando y escribiendo horas y horas. Pocas novelas me han llegado tanto, pocos libros me han hecho enfadarme como éste lo ha hecho porque no me puedo creer que Europa (y el mundo) se cerraran los ojos ante esta guerra que dejó tantas víctimas, y no sólo por las muertes, más bien por los métodos y torturas que utilizaban estas bestias para saciar sus ansias de sangre y venganza. 
Zehera es la protagonista de una historia que pone los pelos de punta, que consigue transmitirnos el asco y la repugnancia hacia unos hombres que no lo fueron, porque esa palabra les queda bastante grande. Zehera se convierte en un símbolo de resistencia, en una mujer que pese a lo que vio y vivió, siguió de pie y nunca se rindió. Lo hizo por ella, por su hermana y también por las miles de mujeres que fueron violadas, torturadas y asesinadas, ella podía haber sido una más, una de tantas que fueron (y son) invisibles ante una sociedad que parece que ni sintió ni padeció los horrores de esa cruenta guerra. 


Me ha sorprendido mucho el estilo de Reyes Monforte, una autora con la que sin duda repetiré. Sin tapujos ni eufemismos nos traslada a Bosnia y nos cuenta de manera muy dura y realista la vida de una refugiada. 'La rosa escondida' es una novela que, bajo mi punto de vista, está muy bien escrita. Las descripciones brutales, sobre todo en la primera y tercera parte, son las que imprimen un carácter especial a este libro. La autora consigue que sintamos en nuestra propia piel el dolor y el miedo que Zehera y sus "compañeras" en el hotel Vilina Vlas sintieron cuando les quitaron dignidad. Reyes Monforte consigue que nos traslademos al puente del río Drina y al coche rojo en el Sasa Ludonovic vejaba y denigraba a sus víctimas. Consigue hacernos sentir repugnancia hacia unos seres realmente malvados, unas personas que tardaron mucho tiempo en pagar el dolor causado y el odio sembrado. 

Creo que no me queda mucho más por decir. A estas alturas sabréis que esta ha sido una novela que me ha tocado el alma, me ha llegado profundamente y me ha encantado, con la que he disfrutado pero que también me ha dolido. Deberíamos leer más cosas así para aprender de nuestros errores y preguntarnos por qué nos damos la vuelta ante la barbarie. 

Sin duda, ha sido uno de los mejores libros que he leído este año. Totalmente recomendable.