La Ruta de los Molinos

Por Gracia Gracia Rodriguez @viajarcongrace
"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme..."

Así comienza nuestra pequeña escapada y así nos damos cuenta que no hace falta irse tan lejos para quedar fascinados por esos curiosos parajes que ilustraron una de las más famosas obras de la literatura española, El Quijote.
"En efecto, rematado ya su juicio, vino a dar el más extraño pensamiento que jamás dio loco en el mundo, y fue que le pareció convenible y necesario, así para el aumento de su honra como para el servicio de su república, hacerse caballero andante"

Hace tiempo, entre tanta red social, vi unas fotos de esas pequeñas sierras coronadas por molinos de viento y rodeadas de extensas llanuras, que le hacían a uno retroceder en el tiempo. Me sentí atraída por estos paisajes tan quijotescos, y siempre poniendo los ojos tan lejos no me daba cuenta que los cercanos tenían tanto que ofrecer...

La mejor época quizás sea primavera, pero el pronóstico para este puente de la Constitución era bueno. Un destino perfecto, que en una época de crisis es bastante "asequible". Una escapada para todos los bolsillos, perfecta para desconectar, para disfrutar de paisajes que hacen soñar e imaginar y , como no, para degustar la gastronomía de la zona.
Castilla la Mancha ha sido el escenario de las aventuras y desventuras del famoso hidalgo Don Quijote. Hay numerosas rutas, hasta 10 diferentes, que pasan por diferentes localidades mostrándonos esos escenarios en los que Cervantes se inspiró, y que ayudan a conocer un poco más esta grandísima obra literaria.Dentro de estas rutas nosotros escogimos un pequeño tramo que representa la ruta de los molinos, por ser estas localidades las que mejor conservan este símbolo de las tierras manchegas.

Tres escasos días para poner escenario a las hazañas del hidalgo Don Quijote, donde pasaremos por varias localidades próximas entre sí, pero situadas en tres provincias distintas de Castilla la Mancha : Cuenca, Ciudad Real y Toledo.
Salimos de Alicante en dirección Mota del Cuervo, nuestro primer destino.
Llegamos al centro, y como día festivo todo estaba cerrado y muy tranquilo, apenas había gente en las calles.
En la pequeña plaza frente a la oficina de turismo encontramos un mapa, donde nos indicaba el conjunto de molinos que asoman desde el cerro, a las afueras de la localidad. Mota del Cuervo, se le conoce también como "El balcón de la Mancha", situada en pleno corazón de la Mancha, desde aquí se divisan localidades de todas las provincias, a excepción de Guadalajara.
Llegamos a lo alto del cerro donde sólo quedan 7 molinos de viento de los 23 que había, y allí dándonos la bienvenida estaban Don Quijote y Sancho Panza.
"Este mi amo, por mil señales, he visto que es un loco de atar, y aún también yo no le quedo en zaga, pues soy más mentecato que él, pues le sigo y le sirvo, si es verdadero el refrán que dice : 'Dice con quién andas, decirte he quién eres'..."

Entre sus molinos, los más famosos son "El Gigante", donde se hace una demostración de la molienda tradicional todos los domingos a las 10.00, claro está que si el viento lo permite...

y "El Zurdo", el único de los molinos que se encuentra un poco más separado. Su particularidad es que sus aspas giran al revés, de ahí su nombre. Cuenta la leyenda que las aspas mataron a uno de sus molineros y como castigo fue condenado a moler en dirección contraria para que todo el mundo supiera lo que había hecho.

Y después de este primer contacto con los molinos de viento de Mota del Cuervo, y disfrutando de las vistas que se obtenían desde la sierra...

abandonamos el lugar, dejando la provincia de Cuenca para llegar a la de Ciudad Real, donde nuestra siguiente parada sería Campo de Criptana.
"Don Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil.¿Es eso, de tonto y mentecato?"

En seguida llegamos hasta Campo de Criptana, pues sólo hay 26 kms desde Mota del Cuervo.
Si por algo es famoso este campo de molinos, es porque se dice que aquí fue donde Cervantes se inspiró para unos de los capítulos más famosos y conocidos de su obra en la que el hidalgo Don Quijote se enfrenta contra los molinos de viento, quien confunde con Gigantes.
"La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear; porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta o poco más desaforados gigantes con quien pienso hacer batalla, y quitarles a todos las vidas..."



Se dice que antiguamente había unos 30 - 40 molinos, de los que hoy sólo podemos ver 10. Cada uno recibe un nombre, y hay 3 molinos que datan del S.XVI y conservan su maquinaria original (Infante- Burleta - Sardinero). La oficina de Turismo se encuentra en el Molino Poyatos.

Aparte de disfrutar del recorrido por estos campos, se pueden hacer varias visitas. En nuestro caso las únicas opciones que nos dieron eran : Molino Infanto - Molino Culebro, museo dedicado a Sara Montiel, y la Casa-cueva.Los otros molinos sabemos que son museos dedicados a diferentes temáticas pero estaban cerrados, como el Molino del Pilón cuya temática es el vino y al que algunos se aferraron con cariño.
                       
Los precios para entrar son simbólicos (0,60 cts) y el horario es de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.00.Nosotros llegamos ya tarde, a punto de cerrar, aunque aún me dio tiempo a subir al Molino del Infanto, precisamente uno de los más antiguos, y ver la maquinaria por dentro del molino. Las vistas de Campo de Criptana desde los pequeños ventanales del molino, son postales de estos verdaderos paisajes manchegos.
 
                

Junto al Molino Infanto excavada en la roca está la Cueva Silo, también del S.XVI, donde el molinero guardaba el grano y los animales, pero en esta ocasión estaba también cerrada.               De todas formas esa zona está llena de pequeñas casas cuevas, incluso una que se puede visitar gratis está frente al Molino Poyatos. En la parte de arriba hay un pequeño taller de artesania, curioso de visitar.                                                                                                     En vista que todo cerraba hasta las cuatro, decidimos dar una vuelta para explorar la zona e ir abriendo el apetito. El barrio de Albaicín, se encuentra junto al cerro de los molinos y es el típico barrio manchego, con sus casas blancas y azules. Un paseo muy recomendable.
 


A través de sus callejuelas, se llega al centro histórico. Allí en la Plaza Mayor encontramos un monumento en honor a Cervantes, quién convirtió a Campo de Criptana, en lo que hoy se conoce como Tierra de Gigantes.
Ahora sí, nuestros estómagos comenzaban a rugir, y con la idea clara de degustar los ricos manjares de la tierra volvimos de nuevo a la sierra de los molinos, donde se encuentran, seguramente, dos de los mejores restaurantes para tal menester : Cueva Martina y Las Musas.
Nosotros probamos Las Musas, y le damos un 10, lo mejor del viaje!
Una comida espectacular, en un sitio precioso. El restaurante tiene unas vistas increíbles de los molinos y del barrio de Albaicín. También cuenta con unas cuevas que han acondicionado para poder tapear o tomarse unas copas. Y lo más importante, la comida estaba buenísima, las tapas de autor o platos típicos como la paletilla de lechal, el pisto manchego, las gachas o las migas... Creo que pedir cualquier plato es un acierto en este sitio. El precio, por la calidad y la situación del local, nos pareció más que bien, unos 20-25 euros por persona, claro está que puede ser más dependiendo de lo que pidas... Nosotros salimos que casi no podíamos respirar de lo que comimos...jejjejej
"No comas ajos ni cebollas, porque no saquen el olor tu villanería. Anda despacio; habla con reposo; pero no de manera que parezca que te escuchas a ti mismo; que toda afectación es mala. Come poco y cena más poco; que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estómago. Sé templado en el beber, considerando que el vino demasiado ni guarda secreto, ni cumple palabra. Ten cuenta, Sancho, de no mascar a dos carrillos, ni de erutar delante de nadie".

Las Cuevas de Martina, por lo que nos dijeron, viene a ser del estilo, aunque más caro, parece ser que por dentro es una pasada, pues los salones son cuevas. Nosotros teníamos miedo a la "púa", y aún así creo que es díficil superar la comida que tuvimos en Las Musas.
Después de casi dos horas de comida, había que bajar un poco las panchas, así que de nuevo un corto paseo entre las calles de Albaicín.

El Cuarteto de Campo de Criptana


Y muy cerquita de allí llegamos hasta la Casa- Cueva.

Un paseo que dio para mucho, fijaos en que "tres personajes" nos encontramos...

Amigos que se prestan a todo...


Llegaba el final de nuestra visita en Campo de Criptana, el sol comenzaba a bajar y la luz era perfecta.Un imprescindible es no perderse la puesta de sol en Campo de Criptana.


"La libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar : por la libertad, asi como por la honra, se puede y debe aventurar la vida."




Seguimos nuestro camino hasta Alcázar de San Juan, a escasos 10 kms de allí, donde haríamos noche para el día siguiente proseguir nuestra ruta de los molinos. Había ganas de descansar y reposar la copiosa comida.
Nuestros aposentos para esa noche, resultó ser un sitio ciertamente curioso, pues se trataba de un antiguo Convento del S.XVI , declarado Monumento de Interés Provincial, que ha sido restaurado y convertido ahora en hotel. Para aquel que se anime a tal hazaña se trata del Hotel Convento de Santa Clara, habitaciones dobles por 50 euros.
Una aventura o desventura el pasar la noche en un lugar así, según como se mire...

Poco pudimos ver ese día porque cuando llegamos apenas había luz pero comprobamos que comer, también se come bien, porque no pensábamos cenar de lo llenos que estábamos y al final en la Plaza de España volvimos a llenar el buche. Con la barriga como Sancho nos fuimos a la cama! Aquí os dejo curiosidades nocturnas de la ciudad... quizás esta gente se debate entre el bien hacer o los placeres de la vida, quién sabe? jejejje

A la mañana siguiente, antes de abandonar el lugar, salimos a dar una vuelta. Las calles estaban llenas de gente y había bastante movimiento de comercio. Callejeamos, hicimos algunas compras y nos hicimos una foto en una de las esculturas más emblemáticas de la ciudad, el monumento en honor a Don Quijote y Sancho Panza.

Y llegó la hora de partir hacia nuestro último destino, situado en la provincia de Toledo : Consuegra


Aquí se encuentran los molinos de viento mejor conservados de toda España. Doce de los trece molinos, que eran antiguamente, coronan aún esta sierra; y algunos de ellos conservan su maquinaria en perfectas condiciones.Junto a ellos se encuentra el Castillo de Consuegra, y hacia allí nos dirigimos. Los fines de semana a la 13.00 hay una única visita teatralizada del castillo.Dura aproximadamente 1h.30 y el precio es de 8 euros. Es recomendable reservar para no quedarse sin entrada, sobretodo si es un festivo importante, como lo era en esta ocasión. La visita nos va contando la historia de Consuegra y su castillo, una manera diferente y divertida de verlo, donde los espectadores forman parte también en esta historia. 

La historia va transcurriendo en diferentes estancias del castillo y al final de la obra, desde la parte más alta de sus torreones, se pueden disfrutar de unas magníficas vistas de Consuegra y sus molinos.

Nuestra compañia excepcional en el viaje! Hay que repetir ;-)


Después de tantas batallas, se nos había abierto un hambre feroz. La visita al castillo se puede combinar también con unas jornadas gastronómicas que dependiendo del año giran en tormo al queso manchego, al azafrán... o a las cebolletas, como en este caso. Nosotros preferimos comer por nuestra cuenta, y la oferta es muy amplia. De hecho, varias personas reparten panfletos a la entrada del castillo con menús que rondan los 10 euros, con una gran variedad de platos típicos ( duelos y quebrantos, pisto, venao en salsa, migas...) Vamos que tampoco íbamos a pasar hambre en Consuegra! aunque reconozco que yo aún sigo recordando la mítica comida de Las Musas...
Una mención especial a El Retiro de la Mancha, donde nos alojamos. Un sitio ideal y perfecto para quedarse, pues se encuentra a los mismos pies de los molinos. Imaginaros que vistas! Hasta hay una escalinata por detrás de la urbanización que llega hasta arriba. Un bonito paseo, que nosotros vagos y con falta de más tiempo no llegamos hacer ...jejejje La urbanización es totalmente nueva, con unas casas muy grandes en las que pueden llegar a dormir hasta 10 personas. El ambiente es muy familiar y en todo momento están pendientes de que estés a gusto y cómodo. Ellos mismos nos informaron antes de ir de la visita teatralizada, la cual nos reservaron ellos, y de las jornadas gastronómicas. El precio, además, está muy bien y es económico porque no se paga por casa sino por persona, 25 euros con desayuno, en el que no faltaran hasta churros! Sin duda, un lugar muy recomendado para disfrutar de los días que uno pase en Consuegra. 
Lo malo de esta época del año, es que atardece muy pronto, y creo que es el momento más mágico del día en un escenario como este, sobretodo con los días tan despejados y buenos que tuvimos. Así que casi justo después de acabar de comer tuvimos que volver a subir, para no perdernos el momento.
Con la entrada del Castillo de la Muela también se puede hacer la visita de los molinos, muy bien conservados, y "modernizados", tanto que hasta en una de la planta nos encontramos con esto...zona wifi habilitada en una de las plantas!!....jajjajaj

Consuegra, sin lugar a dudas, evoca esos escenarios en los que es fácil imaginar a Don Quijote a lomos de Rocinante y su escudero Sancho Panza.

La ruta de los molinos ha sido un viaje para volver a recordar esos momentos de "Sanchooo, Quijoteee, Quijoteee, Sancho...", que seguro que todos aquellos que pertenecemos a la generación de "Yo fui a EGB" no olvidamos!

Y así ponemos fin a este viaje, con un "jump" y rodeados de japoneses que también quieren inmortalizar en sus fotos estos paisajes tan característicos y quijotescos.

                                                                                 THE END
   
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