Dicen los entendidos, y a fuer que son muchos, que un buen carajillo te levanta el ánimo. Quizás por eso fue una de las bebidas preferidas por los intelectuales de La Movida, y aparece también en la letra de algunos de los temas de Sabina y Los Rodríguez.
No he podido resistirme a la tentación. La idea del artículo, mal que me pese, nos es mía. Ha sido una noticia aparecida en un medio televisivo, posteriormente ampliada en otros medios, la que me ha servido de documentación básica y, ¡por que no decirlo!, las recordadas referencias que hacía de él mi suegro.
El hecho es que, con el mecenazgo de una muy importante y antigua marca de licor, de nuevo este año y recién estrenado el otoño, se está celebrando en varias ciudades españolas La Ruta del Carajillo, 2014.
Pero, ¿qué es el carajillo?
Otra interpretación del origen de la palabra viene dada del catalán, o así lo explica la Wikipedia. Los arrieros de la estación de Francia, en Barcelona, esperaban su turno de carga con un café y una copa. En lugar de los dos brebajes, solicitaban que se lo mezclasen con la expresión “que ara guillo” (que ahora me voy, en catalán).
¿Cómo preparar un carajillo?
No pretendo aquí dar ninguna lección porque, para eso, es mejor que os deis una vuelta por los establecimientos que participan en esta Ruta del Carajillo, o por cualquier otro que, no figurando en la lista, sepa bien de lo que se trae entre manos.
Sin embargo, vaya aquí una descripción básica. Los ingredientes son bien sencillos: café; licor que puede ser coñac, brandy, ron, aguardiente; azúcar y tres granos de café enteros.
Un placer más allá de la tradicional siesta.
Algunos vienen a denominar al carajillo como bebida retro, incluso tachándola de vulgar dada su gran presencia en bares populares. Yo, al igual que la siesta, la considero algo inherente a nuestra cultura; arraigada con el café, con la tertulia y, si me apuras, con algo tan tradicional como la siesta: la partida de cartas.
En otros países se utilizan pócimas con parecido sentido aunque totalmente diferente. Vienen a ser como lo que nosotros llamamos “vino caliente”. Por ejemplo, en Francia, el Vin Chaud; en Alemania también es típico el Glühwein o, en los países nórdicos, como por ejemplo en Suecia, el Glögg.
En esta edición de 2.014, y desde el 7 de noviembre hasta el 5 de diciembre, un total de 230 locales distribuidos por todo el territorio nacional te invitarán a su degustación por el mismo precio que un café.
Madrid, Coruña, Albacete, Murcia, Valencia y Girona han sido las elegidas para esta IV edición. Te dejo aquí el enlace de los establecimientos que participan en la ruta; además se sortea dos viajes a Praga, para dos personas.
No se que hora es, en el momento en que estás leyendo este artículo; quizás coincida en la adecuada para tomarte un carajillo; quizás decidas tú cual es la adecuada más allá de lo tradicional; en cualquier caso, con más motivos ahora que nunca, solo te deseo SALUD, ciudadano viajero. Otras entradas relacionadas: Como pedir un café en Málaga. El Café Central.
Fuente de fotografías: 1) www.carajillo.es; 2 y 3) Wikipedia; 4) www.osborne.es