Imagine que tiene delante un puzzle con más de diez mil piezas. A primera vista puede parecer inabarcable, pero suponga que no ceja en su empeño y empieza a colocar las piezas. Algunas, al juntarse, forman un puente de piedra blanca, otras dejan ver la copa verde de varios árboles y unas pocas parecen funcionar por sí solas: una paloma, la cabeza de una farola. No obstante, el puzzle solo cobra sentido cuando están todas las piezas unidas. ¿Qué pasaría si faltase una? Seguramente, el hechizo de la imagen final se rompería. Con nuestra sociedad sucede algo similar: la diversidad de piezas es la que la hace funcionar.
Afortunadamente, cada vez son más las empresas que entienden que son precisamente las diferencias lo que enriquece a la sociedad y favorece el crecimiento. Es el caso de la empresa de paquetería GLS Spain, cuyos servicios -tanto nacionales como internacionales- se distribuyen a través de 480 agencias situadas a lo largo y ancho de España. Más allá de los números, cabe destacar el compromiso con la diversidad y la inclusión que mantienen en la compañía, donde han fijado como prioridad reducir las desigualdades y fomentar la diversidad y la igualdad de oportunidades, así como la incorporación de personas con discapacidad en su plantilla.
El compromiso de GLS Spain se vertebra a través de los principios del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y los ODS
"En este sector se brindan oportunidades, porque el transporte es un lugar maravilloso para las personas con capacidades diferentes, las cuales tienen la posibilidad de relacionarse e interaccionar con el resto de la sociedad. En nuestros centros ofrecemos un empleo estable, respetuoso, sostenible y duradero", señala Juan José Fijo de Cabo, gerente de GLS Spain en León. Y explica el caso de uno de sus empleados, Edgar, quien tras sufrir un ictus que le llevó a tener un 80% de discapacidad, se incorporó a la agencia de León. A Edgar le permitió retomar una rutina y a GLS Spain, encontrar una persona con alta capacidad de superación.
Otras agencias integradoras de la compañía, como las situadas en Salamanca y Valladolid, también han abrazado estas políticas de diversidad e inclusión. No obstante, no son las únicas: Barcelona, Zaragoza, Murcia o Ciudad Real son el testimonio vivo de que cada vez más agencias optan por adoptar esta serie de directrices. Una de las partes positivas del programa de GLS Spain es que todos los empleados, sin excepción, participan en la larga cadena de trabajo: atención al cliente, almacén, gestión de cuentas, reparto de paquetes. No hay labor -habitual o no- que escape al alcance de nadie. Todos forman, así, parte del mismo equipo.
Medidas como estas reflejan la implicación social de la compañía. Pero eso no es todo: el compromiso de GLS Spain, que se engloba dentro de la estrategia de responsabilidad social corporativa, se vertebra a través de los diez principios universales -entre los que se halla el mandato de que las empresas deben apoyar la abolición de las prácticas de discriminación en el empleo- acordados en el Pacto Mundial de Naciones Unidas, así como a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.