Como ya se dejó claro en la última escena de la anterior parte de la saga (que también es la que abre esta entrega), Bella y Edward se van a casar. A ambos les asaltan las dudas sobre si lo que estan haciendo es lo correcto, sobre todo a Edward que sabe que no va a poder darle una vida normal a Bella. Sin embargo, contraen matrimonio y se marchan de luna de miel. Durante ésta, Bella se queda embarazada, algo inesperado por ser una mortal y no vampiro. El niño o la criatura se gestará dentro de su vientre y nacerá poniendo en peligro la vida de su madre. Edward, su familia, Bella y Jacob tendrán que decidir si Bella tiene que ser convertida en vampiro para sobrevivir o si dejarla morir como mortal.
Como ya se dejó claro en la última escena de la anterior parte de la saga (que también es la que abre esta entrega), Bella y Edward se van a casar. A ambos les asaltan las dudas sobre si lo que estan haciendo es lo correcto, sobre todo a Edward que sabe que no va a poder darle una vida normal a Bella. Sin embargo, contraen matrimonio y se marchan de luna de miel. Durante ésta, Bella se queda embarazada, algo inesperado por ser una mortal y no vampiro. El niño o la criatura se gestará dentro de su vientre y nacerá poniendo en peligro la vida de su madre. Edward, su familia, Bella y Jacob tendrán que decidir si Bella tiene que ser convertida en vampiro para sobrevivir o si dejarla morir como mortal.