Un estudio reciente en la Universidad de Vanderbitt afirma que el exceso de sal puede perjudicar el rendimiento, el informe de la investigación demostró que el exceso de sal causa un aumento del apetito, daña los músculos y la grasa, además es un factor determinante en accidentes cerebrovasculares, ataques cardiacos y obesidad.
La sal y su relación con el rendimiento deportivo
Se ha demostrado que el exceso de sal estimula las grandes suprarrenales en los ciclistas, esto paulatinamente aumenta la producción de glucocorticoides es decir cortisol, este componente descompone las proteínas musculares que el hígado utiliza para producir y liberar urea en el torrente sanguíneo. Los glucocorticoides también son responsables de aumentar la sangre, debilitar los huesos y formar placas de las arterias. Sin embargo, el sodio también es un potenciador para las actividades físicas.
Pamela Hinton profesora de la Universidad de Missouri afirma que el sodio ayuda a mantener el equilibrio dentro y fuera de las células, ayuda a las funciones musculares y nerviosas, especialmente durante el ejercicio vigoroso. Las necesidades de sodio suelen variar dependiendo de cada ciclista, algunos suelen transpirar más que otros y otros pueden tener mayores concentraciones de sal en el sudor.
Algunos ciclistas suelen requerir más de 10 gramos de sodio por día para compensar la cantidad perdida en el sudor, el agotamiento y la deshidratación afecta directamente el rendimiento en la bicicleta es por eso que el sodio puede ayudarle a retener más liquido en el cuerpo.
Los niveles de sal adecuados
Andrew Getzin Director del Centro Medico Deportivo de la Universidad de New York afirma que es necesario 2.300 miligramos de sodio diarios, los niveles de sal pueden verse modificados por muchos factores los principales son: La temperatura y la tasa de sudoración.
Algunas veces es necesario ingerir sal en altas cantidades esto puede variar, por ejemplo: montar en bicicleta por más de tres horas en clima caliente. Cuando existen deficiencia de sal, los síntomas suelen ser calambres musculares, espasmos, confusión, irritabilidad, vómitos y fatiga.