La salamandra común

Por Pedrolmendez

La salamandra común, cuyo nombre científico es Salamandra salamandra (Linneo, 1758), es un batracio (clase Amphibia) urodelo (orden Caudata, familia Salamandridae) muy fácil de identificar por su caraterística coloración amarilla y negra, de dibujo diferente en cada individuo. La coloración es denominada aposemática, es decir, de advertencia porque avisa a sus posibles depredadores de la irritación que producen las secreciones de sus glándulas cutáneas venenosas si se lo meten en la boca. Este veneno también protege de infecciones bacterianas y fúngicas. Estos animales miden unos 20 cm de longitud y en libertad su longevidad suele ser de unos 20 años, aunque en cautividad se ha informado de muchos más.

Localización y hábitat


Es una especie propia de la parte continental del subcontinente europeo, y en la península ibérica nos encontramos con 5 subespecies de salamandra común. Son de vida terrestre, aunque son buenos nadadores y su hábitat favorito son zonas boscosas y húmedas. De costumbres nocturnas y solitarias se los encuentra a diferentes altitudes que van desde los 0 m hasta casi los 2000 m. Las noches y los días lluviosos son sus preferidos para salir de caza, cuando a pesar de su lento deambular capturan pequeños artrópodos terrestres, gasterópodos, anélidos, etc. Durante el verano y en los días más fríos del invierno se aletargan y así, escondidos, aguantan muy bien las temperaturas más extremas del año. Durante el día se esconden bajo tierra o en cualquier rincón sombrío para conservar la secreción de sus glándulas cutáneas mucosas pudiendo así realizar la respiración cutánea para lo que necesitan conservar la piel húmeda porque el oxígeno pasa a través de la piel gracias al agua, esto es, el intercambio gaseoso entre la piel y el exterior se realiza a través del agua.
Reproducción y metamorfosis
Durante el otoño llega la época de reproducción, las hembras entran en celo y los machos forman dos abultamientos situados a los lados de la cloaca, los testículos. Para aparearse frotan sus cloacas con las de las hembras tras un curioso cortejo. Y el macho libera un paquete de espermatozoides que recibe el nombre de espermatóforo, el cual entra con ayuda de los labios cloacales dentro de la hembra y fecunda internamente a los huevos. Como son ovovivíparos, es decir, que la hembra mantiene los huevos en su interior hasta el momento de la eclosión, dan a luz larvas desarrolladas en charcos, pequeñas fuentes, etc. durante el invierno. Cuando nacen las larvas, estas respiran por branquias, siendo hacia los 3 meses cuando inician la metamorfosis cambiando la coloración larvaria, desapareciendo las branquias y desarrollando definitivamente los pulmones hacia los 5 meses de edad para poder vivir en tierra, es decir, de adultos respiran por la piel y por pulmones, aunque estos últimos son pequeños y con muy poca capacidad pulmonar, valga la redundancia. La salamandra común tiene los pulmones rudimentarios y siendo estos unos sacos simples de paredes lisas y bien vascularizadas. Aproximadamente la mitad de la demanda de oxígeno se cubre con cada forma de respiración, aunque esto varía en función de la temperatura, por ejemplo, durante el letargo invernal sólo necesitan la respiración cutánea. La madurez sexual viene mucho más tarde, al cumplir los 4 años de edad.
Los urodelos se distinguen de los anuros (orden Anura) porque mantienen la cola de adultos y porque carecen de oído medio. Los fósiles más antiguos de este orden se corresponden con el Bathoniense, de 167,7 a 164,7 millones de años (Jurásico medio).