somos lo que comemos
Está claro que la base de una buena alimentación es adquirir productos frescos y saber su procedencia.
En la actualidad resulta difícil saber exactamente de donde provienen a pesar de las etiquetas y controles de calidad, todavía algunos se escapan a esta información.
Lo más recomendable en estos casos por la autora de estas líneas , es hablar con el vendedor, buscar referencia en la persona que lo vende, para ello es importante comprar en tiendas locales, ferias o barrios, conocer a las personas para aquirir más confianza.
El responsable de adquirir el producto conoce bien su procedencia, preguntarle a él es una decisión apropiada.
El mejor producto es el producto local, aparte de estar más fresco por la corta distancia de la tierra al consumidor, influye que, de cada zona procede un producto adaptado a las necesidades del clima y adaptado a las necesidades de cada lugareño, por esta regla , la propia naturaleza reparte en beneficio de la salud cada alimento a cada territorio, para que cubra las necesidades humanas según región.
No obstante no está de más comer de vez en cuando productos de otras localidades que también son naturales y saludables, ya que en la variedad de productos está el secreto o la clave de la buena alimentación.