La sangre caliente de los grandes dinosaurios

Publicado el 24 junio 2011 por Pedrolmendez


La naturaleza de la fisiología y la regulación térmica de los grandes dinosaurios no emparentados con las aves es motivo de debate desde hace décadas. Se ha argumentado a favor de la ectotérmia y de la endotérmia según el método empleado en el acercamiento al problema. Desde luego parece difícil que un depredador ágil y veloz como el Velociraptor mongoliensis (Osborn, 1924) campase a su aire por los territorios de la actual Mongolia siendo un animal de sangre fría.

Mediante la técnica de termometría de agrupación de isótopos o “clumped isotope thermometry” científicos norteamericanos han determinado la temperatura corporal de dientes fosilizados de grandes saurópodos jurásicos. Esta técnica se ha estado utilizando por diferentes investigadores, fundamentalmente geoquímicos, en estudios paleoclimáticos. Se basa en el análisis de minerales de las rocas determinando la proporción relativa de isótopos porque ésta varía según la temperatura a la que se forma el mineral, por ejemplo es mayor la proporción de C13 y de O18 a temperaturas más bajas.

Los científicos que han trabajado en este interesante artículo decidieron aplicar esta técnica a la bioapatita del esmalte dental. Con esta técnica, que funciona como un termómetro, analizaron 11 dientes fósiles de enormes saurópodos de decenas de toneladas de peso y larguísimos cuellos, de los géneros Brachiosaurus y Camarasaurus, desenterrados de Oklahoma, Wyoming y Tanzania.

Los datos obtenidos indican que las temperaturas a las que se formó este esmalte hace 150 millones de años oscilan en un rango que va desde los 36 a los 38 ºC, vamos muy similar a la nuestra. Sin embargo, resulta curioso que estas temperaturas son entre 4 y 7 ºC inferiores a las predichas por un modelo que relaciona la temperatura del animal con su masa, indicando así que estos dinosaurios saurópodos deberían poseer mecanismos para prevenir que el organismo alcanzase temperaturas excesivamente altas por motivo de sus gigantesco tamaño.

En cualquier caso, y a sabiendas que estos datos no son definitivos, los resultados que se vayan obteniendo con esta técnica ayudarán a determinar si los grandes dinosaurios eran endotérmicos (sangre caliente) o ectotérmicos (sangre fría). El trabajo no da por terminada la discusión ya que si fueron endotérmicos tuvieron que disponer de sistemas de refrigeración, como se ha comentado más arriba. En el artículo publicado “on line” ayer en Science, los autores especulan con diversas posibilidades: puede que sus largos cuellos y sus largas colas tuviesen la función de refrigerar al animal o quizas tuviesen sacos aéreos subcutáneos o puede que empleasen mecanismos desconocidos hasta la fecha.

Otra posibilidad, en principio más simple, es que la temperatura fluctuase según la mediombiental igual que hacen los modernos reptiles, en tal caso serían ectotémicos que vivían en climas cálidos, lo cual es perfectamente factible por lo que se sabe del cálido clima del jurásico. En el caso de que esta fuese la explicación correcta no tendría porqué haber mecanismos celulares para obtener calor, pero igual que algunos pequeños dinosaurios bípedos evolucionaron hacia las aves, con lo que tuvieron que necesitar más energía para batir sus alas, la endotermia pudo aparecer algún contexto similar.

En cualquier caso lo que ya está claro es que los dinosaurios no eran fríos como los reptiles actuales. Ahora este equipo planea estudiar dientes de grandes saurópodos juveniles y de especies de dinosurios más pequeños. Si se repiten los resultados, estará bastante claro que eran endotérmicos.

Un saludo.

Referencias :

Dinosaur Body Temperatures Determined from Isotopic (13C-18O)Ordering in Fossil BiomineralsRobert A. Eagle, Thomas Tütken, Taylor S. Martin, Aradhana K. Tripati, Henry C. Fricke, Melissa Connely, Richard L. Cifelli and John M- Eiler. Published Online 23 June 2011 - Science DOI: 10.1126/science.1206196

Big Dinosaurs Were Warm Beastsby Sara Reardon 23 June 2011, 2:02 PM (Science Now)