Año: 2014ISBN: 978-84-906-7123-0Nº de páginas: 384
La santa de Mado Martínez ha sido la obra ganadora del XIX Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla y a pesar de que está encuadrada dentro de un género que yo no suelo leer demasiado a menudo, su sinopsis captó mi interés desde un primer momento y gracias a la lectura conjunta que Laky y yo hemos organizado de estos premios no he tardado demasiado en hacerle un hueco entre mis lecturas más inmediatas.
El argumento de La santa gira en torno al internado para señoritas Rosas del Cares, ubicado en Asturias y a quien todo el mundo conoce como Manderley, ya que su fundadora, Rebeca, quiso nombrarlo así desde que leyó en su juventud la novela de Daphne Du Maurier, aunque debido a las leyes de Franco oficialmente tuvo que asignarle un nombre en castellano. Durante algunos años, Rebeca consiguió convertir el internado en una de las instituciones educativas más prestigiosas del continente pero su muerte, tras caerse por un precipicio, ha provocado que sus paredes desprendan olor a locura y funeral. Y es que el Manderley esconde un secreto atroz que tras la muerte de Rebeca se convertirá en una verdadera amenaza cuando comiencen a desaparecer algunas niñas sin dejar rastro, desapariciones que las gentes del lugar asocian con la temible Güestía o Santa Compaña.
Mado Martínez (Fuente)
La santa es una novela que queda encuadrada dentro de la categoría de terror psicológico y de la que además se desprende un cierto aire victoriano que hacer aumentar su atractivo. “Anoche soñé que volvía a Manderley…” es la frase con la que se da inicio esta novela y provoca que, irremediablemente, si hemos leído con anterioridad Rebeca, nos venga esta a la mente. A continuación y a lo largo de los más de sesenta capítulos que componen la novela iremos descubriendo qué conexión hay entre la obra de Daphne Du Maurier y la de Mado Martínez, desarrollando esta última una historia que capta el interés del lector desde el mismo momento en que se plantean las extrañas desapariciones. Se convierte así en una lectura que resulta difícil de abandonar ya que se lee con agilidad gracias tanto a la estructura de capítulos cortos como al suspense y tensión que la autora mantiene a lo largo de todas sus páginas.La santa es la cuarta novela publicada por Mado Martínez, una autora que para mí era desconocida pero cuya forma de escribir me ha gustado mucho, por lo que no me importaría volver a leer alguna otra de sus obras. Mado emplea un estilo narrativo cuidado, fluido, elegante, metafórico y evocador en el que resulta sobresaliente la atmósfera oscura y opresiva con la que la autora envuelve al lector desde un principio. Como comentaba anteriormente no suelo leer habitualmente novelas encuadradas en este género y tampoco soy demasiado aficionada a los elementos sobrenaturales pero he disfrutado mucho con la lectura de La santa ya que Mado Martínez ha construido una historia sólida y coherente, en la que todo queda integrado con naturalidad y en la que se respira un aire de inquietud y tensión que hace que se disfrute aún más de su lectura. Además La santa tiene un toque metaliterario muy interesante pues no solo encontramos referencias a Rebeca sino que también aparecen otras obras como Frankenstein, Alicia en el país de las maravillas o Cumbres borrascosas.Isabel Lucero, la hija mediada del director del colegio, se convierte en la principal protagonista de la historia a pesar de que podemos afirmar que estamos ante una obra coral. Isabel es una joven que se siente un tanto perdida y confusa ante lo que está experimentando, tiene problemas de identidad e intenta refugiarse en su propio mundo interior, lo que no será obstáculo para que muestre su determinación y valentía a la hora de desvelar los múltiples interrogantes que se abren a su alrededor. Su carácter viene marcado por la indisciplina y rebeldía, intentando escapar tanto de la vida aislada que lleva en el internado como del futuro que su padre tiene previsto para ella, lo que la llevará a sufrir continuos castigos.Además de a Isabel, nos encontramos con diversas figuras que comparten un grado de protagonismo similar, estando perfiladas correctamente en función del desarrollo de la trama y resultando la mayoría muy atractivos gracias a su trazado psicológico. Así están Marta y Rosalía, las dos amigas más cercanas de Isabel y con las que comparte secretos y confidencias, resultando sus personalidades muy diferentes entre sí. Marta, a quien apodan La loca ya que en ocasiones dice cosas sin sentido, es una joven que destaca por su extraña forma de ser, mientras que Rosalía sobresale por su memoria e inteligencia además de por su capacidad para percibir todo con mayor claridad, aptitud que en parte se deriva de la ceguera que sufre y que provoca que necesite de una persona para leer los libros que tanto le gustan.Además de las tres amigas en el internado conviven Antonio Lucero, el disciplinado y autoritario director del mismo, quien se ha visto obligado a sacarlo adelante tras el fallecimiento de su esposa; el profesor Daniel Hallam, de carácter ambiguo y que poco a poco irá mostrando los lados más oscuros de su personalidad; Valvanuz del Prado, profesora recién llegada a Manderley con una intención oculta y que sembrará el desconcierto entre las alumnas o la gobernanta del colegio, Esther, que al igual que la mayoría de personajes, esconde un oscuro secreto que únicamente Antonio conoce.Todo este elenco de personajes junto a otros más secundarios dan lugar al desarrollo de una historia que presenta diversas capas en función de cada subtrama y la figura central de la misma, dando lugar a una historia repleta de matices que hace que leamos con avidez intentando encontrar respuesta a los múltiples interrogantes y secretos que giran en torno a los distintos protagonistas. Y es que La santa es una novela en la que además del miedo que nos puede transmitir el desarrollo de la trama, nos vamos a encontrar con grandes dosis de misterio y suspense ya que nada es lo que parece y la mayoría de los personajes ofrecen una apariencia tras la que se ocultan oscuros secretos que van desde sus pasados hasta personalidades depravadas y perversas.Picos de Europa ©
Como si de un personaje más se tratase es necesario hacer referencia a un elemento que juega un papel determinante en el desarrollo de los acontecimientos y que será la pieza que provoque en el lector un mayor grado de inquietud y temor. Entre las diversas figuras que pueblan la mitología y el folclore español, Mado Martínez se ha centrado en la Santa Compaña, denominada en Asturias Guestía, y que es una procesión de almas en pena, encapuchados y vestidos de blanco portando una vela, que recorren los caminos por las noches con la misión de visitar los hogares en los que en breve habrá una defunción, por lo que cruzarse con la procesión de la Santa Compaña es presagio de muerte o desastre. La autora introduce pasajes centrados en estas apariciones que consiguen sembrar la inquietud en el lector y que en función de si creemos más o menos en estos fenómenos, van a provocar que pasemos auténtico miedo. En mi caso he de reconocer que anteriormente no había oído hablar de la leyenda asociada con la Santa Compaña pero tras acabar la novela he leído alguna entrevista realizada a Mado Martínez en la que comenta que muchos pasajes de su novela están basados en testimonios reales de personas que han sido testigos de la procesión, lo que provoca cierta sensación de desasosiego.Vinculado con este último punto es necesario hacer mención a la excelente ambientación con la que cuenta La Santa, aunque en este caso no venga dada por los escenarios de los parajes asturianos sino por la atmósfera que envuelve a la trama. Desde un primer momento nos encontramos con un ambiente que transmite intranquilidad, tornándose en algunos momentos angustioso y opresivo. Mado Martínez logra que compartamos sensaciones similares a las que experimentan sus personajes, se siente el miedo, la angustia y la incertidumbre ante los fenómenos que están ocurriendo y la sensación de soledad y aislamiento que predomina en el internado, además del frío intenso que acompaña en esa época del año. Si bien no hay extensas descripciones de los parajes sí tenemos suficiente información para hacernos una idea de cómo es el internado y de la situación en la que se encuentra, ubicado en plenos Picos de Europa e incomunicado a causa del temporal de nieve que está azotando a la zona, algo que resulta extensible a las referencias que sitúan la historia en los años cincuenta.Todo esto en conjunto hace que La santa de Mado Martínez sea una novela de lo más recomendable, especialmente para los aficionados al género. Una obra bien escrita, que conjuga en su interior diversas subtramas que dan lugar una historia consistente y llamativa, en la que se dan cita una serie de personajes que aumentan su atractivo, y que cuenta con una atmósfera inquietante y opresiva en la que el lector se sumerge desde la primera página, lo que hace que se disfrute más de su lectura.Si te ha gustado mi reseña, puedes comprar los libros a través de los siguientes enlaces:
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