Revista Cultura y Ocio

“La segunda guerra mundial contada para escépticos” de Juan Eslava Galán

Por Guillermo Guillermo Lorén González @GuillermoLorn

Estaba cantado que iba a suceder, y duró lo que una condena, seis años y un día.
Sesenta millones de muertos”.

Cubierta de: La segunda guerra mundial contada para escépticos

Cubierta de: La segunda guerra mundial contada para escépticos

Este año, concretamente el 2 de septiembre, se conmemora el 70º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Conocemos muchos datos de este momento histórico crucial, pero Juan Eslava Galán nos vuelve a sorprender con esta nueva obra, donde nos revela anécdotas y situaciones curiosas que los libros no suelen tratar, historias como la de la bailarina judía que hizo un striptease ante la cámara de gas, el submarinista alemán que hundió su nave al tirar de la cadena del retrete, la posible homosexualidad de Hirler, las astucias de Stalin, las cuatro amantes diarias de Mussolini, las vacilaciones de Franco, Himmler y sus SS buscando el Grial en España, las orgías en el búnquer del Führer, el japones que sobrevivió a las dos bombas atómicas o las inverosímiles peripecias del gato del acorazado Bismarck…
Si la Primera Guerra Mundial fue una guerra inesperada, con la segunda ocurrió casi exactamente lo contrario. Se la veía venir prácticamente desde el cierre en falso de la primera con el abusivo Tratado de Versalles y las durísimas condiciones impuestas a Alemania. De modo que, así como al empezar la primera Europa llevaba un largo periodo de paz, ahora sólo hicieron falta veinte años para volver a las andadas. Además de que las condiciones impuestas a Alemania eran un incentivo para revelarse contra ellas, la tremenda crisis económica del 29 y la agitación social y revolucionaria (que contaba ya con un modelo real en Rusia, lo que la hacía más amenazante), sumieron al país en unas condiciones que eran el caldo de cultivo ideal para un hombre fuerte con propósitos redentoristas.

Probablemente hubo más candidatos que no han pasado a la historia, pero el que se llevó el gato al agua fue un tipo desarraigado, pintor mediocre, con unas pocas lecturas mal digeridas, grandes dotes de orador y bigotillo ridículo. Su nombre, ha quedado en la historia, en la general y en la particular de la infamia: Adolf Hitler.

Soldados alemanes atravesando la frontera de Polonia para dar inicio a la invasión del país el 1 de septiembre de 1939.

Soldados alemanes atravesando la frontera de Polonia para dar inicio a la invasión del país el 1 de septiembre de 1939.

Sin ese contexto histórico, político y socioeconómico, sin la figura de Adolf Hitler y sin el ascenso del nazismo no se explica bien la catástrofe que iba a asolar el mundo en los años siguientes y que iba a dejar en poca cosa la catástrofe, hasta entonces inédita, que había sido la Primera Guerra Mundial.
La historia es terrible desde el primer momento. Pero Eslava Galán es fiel a un estilo que ha granjeado muchos lectores. Un estilo en el que el humor es un ingrediente fundamental y que permite al lector reír muy a menudo, sin dejar de temblar también en ocasiones ante la inconmensurable capacidad del hombre para ser un lobo o algo mucho peor para sus semejantes.
A los factores antedichos (el expolio que fue el Tratado de Versalles, la crisis económica, la agitación revolucionaria) se une el hecho de que Alemania superaba industrialmente a los otros países pero carecía de un imperio colonial que le suministrara las materias primas imprescindibles para ganar la guerra: acero y petroleo (gasolina).
Quien mejor encarnó las frustraciones de los alemanes o quien más se empeño en superarlas por la vía de la expansión territorial, fue Hitler, “psicópata de tendencias obsesivas y personalidad narcisista, manipulador astuto”.

Mussolini y Hitler.

Mussolini y Hitler.

Y en este punto surge un problema histórico importante que el autor no rehuye: la complicidad del pueblo alemán con el mayor asesino en serie de la historia (con permiso de Stalin). En otras palabras, “¿como se dejaron deslumbrar los cultos alemanes por un charlatán que continuamente manifestaba, con palabras y con hechos, su propósito de vulnerar los derechos humanos más elementales?”. Respuesta: “Quizá el pueblo alemán se dejó convencer porque estaba predispuesto… Hitler les contaba a los alemanes lo que querían oír”. La conclusión, entonces, que “los alemanes vendieron su alma y se convirtieron en cómplices de la barbarie”. Tal vez en ninguna otra sociedad habría prosperado tamaño monstruo, añade Eslava Galán. “Ese es otro misterio del nazismo que quizá ha convenido no intentar explicar, en aras de una buena convivencia de los pueblos”. Al convencimiento del pueblo alemán quizá contribuyó el beneficio que muchos obtuvieron quedándose a precio de saldo con las casas y propiedades de los judíos.
Y su¡i los alemanes no les hacen ascos a las burradas que anuncia su Führer, las democracias europeas —Francia y Gran Bretaña— se muestran contemporizadoras hasta límites culpables y suicidas. Los elementos del drama se van desplegando en el escenario: unos jalean a Hitler, que llegará finalmente al poder en 1933; desde antes, incluso. Alemania está preparando en secreto las armas que el Tratadoi de Versalles le prohibe tener (y con ingenio alemán, fabrica tractores listos para convertirse en tanques, aviones comerciales que podrán ser bombarderos); y los que pueden parar esa escalada miran hacia otro lado.

Stalin, Roosevelt y Crurchill

Stalin, Roosevelt y Crurchill

Afortunadamente, Hitler cometió muchos errores que le llevaron a perder la guerra. Y esos errores los cometió desde el principio, desde los preparativos. Uno, que fue una de las causas de la derrota, fue preferir una aviación táctica en vez de una estratégica, de gran tamaño, alcance y capacidad de carga, adecuada para bombardear ciudades y suministros del enemigo. Otro fue desoír a sus generales que le desaconsejaban empezar la guerra cuando Alemania todavía no estaba preparada militarmente. Otro error fue despreciar al ejército y al pueblo rusos. Dejar que cientos de miles de soldados británicos escaparan de Dunkerque cuando los tenía metidos en una ratonera fue, además de otro error, uno de los misterios de la contienda. Incluso la entrada en la guerra de la otra potencia fascista, Italia, le acarreó a Alemania más inconvenientes que ventajas, pese a que aumentara sus fuerzas, Italia supuso en muchos casos una carga para Hitler y le obligó a meterse en territorios ajenos a sus intereses.

Hitler y Franco en Hendaya

Hitler y Franco en Hendaya

Además de Alemania e Italia, en Europa occidental había otro país fascista (o algo muy parecido): España, en efecto, cuyo dictador había llegado al poder con la ayuda de los otros unos años antes. Las simpatías de Franco estaban claramente con sus colegas nazis y fascistas, pero el horno español no estaba para bollos. Además, como España mantenía relaciones con Francia e Inglaterra, recibía de éstas, sobre todo de Inglaterra, algunas materias esenciales para su supervivencia. Esa situación dio lugar  a un largo tira y afloja en el generalísimo, como buen gallego, dio un recital de ambigüedad, pasando de la neutralidad a la no beligerancia y volviendo a la neutralidad, es decir nadando y guardando la ropa siempre.

Nos quedaría hablar de Rusia, el gran error de Hitler, y su operación Barbarroja, que creo que fue su error definitivo y el que le costó la guerra. Como a Napoleón, el General Invierno lo frenó en seco, pues las armas alemanas no funcionan a causa de las temperaturas gélidas , y además, como los alemanes preveían acabar antes la campaña de Rusia no fueron equipados para el invierno.

Portaaviones americanos en la II Guerra Mundial

Portaaviones americanos en la II Guerra Mundial

En los años 30 Japón es una buena muestra de que las ideas militaristas se extienden más allá de Europa. Con las mismas apetencias territoriales que Hitler, Japón invade Manchuria, el norte de China y la colonia francesa de Indochina. Y en diciembre de 1941  se atreven con el más fuerte, atacando por sorpresa Pearl Harbor. Ahora si que la guerra va a ser mundial. La entrada de Estados Unidos en el conflicto es agua de mayo para los aliados.
Con Hitler frenado en Rusia y Estados Unidos en la guerra, la victoria aliada ya se divisa en el horizonte. Es solo cuestión de tiempo. Pero de varios años todavía.
De momento, los japoneses también avanzan con facilidad por el Sudeste asiático, practicando su particular guerra relámpago y cometiendo atrocidades semejantes a las de los nazis.

Perro llega un momento en que Cambian las tornas. La escalada japonesa se interrumpe en la histórica batalla de Midway en junio de 1942, que marca el punto de inflexión de la guerra en el Pacífico. Por parte alemana, el giro definitivo en el curso de la guerra lo marca Stalingrado. La ciudad ha sufrido un largo asedio y ha vivido otro capítulo de la historia universal de horror. Pero los soviéticos aguantan, contraatacan y en febrero de 1943, los alemanes se rinden. Se rinden, no mueren luchando como les exige Hitler: humillación suprema.

Armamento futurista: El Horten Ho 229 con motores a reacción.

Armamento futurista: El Horten Ho 229 con motores a reacción.

A partir de aquí los desastres empiezan a sucederse para Alemania. Sus tropas también se rinden en el norte de África. Su aliado italiano se pasa al enemigo; los aliados desembarcan en el sur de Italia y más tarde en Normandía.
La potente Alemania de los primeros años ha gestionado mal su economía de guerra y ahora lucha con armas anticuadas mientras sueña con fabricar armas fantásticas (las armas del futuro) que le permitirían ganar la guerra.

“La segunda guerra mundial contada para escépticos” de Juan Eslava Galán

“Fat Man” y “Little boy”. Las dos bombas atómicas lanzadas sobre Japón.

El último acto de esta caída de los dioses lo protagonizan el final de Hitler en la cancillería de Berlín, minuciosamente narrado por Eslava Galán; y el lanzamiento de las bombas atómicas sobre suelo japonés en Hiroshima y Nagasaki.

Así acabó una guerra en la que como se ha dicho, los ingleses pusieron la determinación, los americanos el dinero y el material; y los rusos, la sangre.

Con La Segunda Guerra Mundial, Juan Eslava Galán ha escrito una nueva pequeña obra maestra de la divulgación histórica. Aúna magistralmente rigor y humor. Entrando en tecnicismos cuando es necesario; sin eludir los problemas políticos y morales más espinosos (como la actitud de un Papa que no dijo ni Pío ante el Holocausto), y que está salpicado de anécdotas como la de un superviviente de Hiroshima que fue a recuperarse de sus heridas a su ciudad natal, Nagasaki.
Eslava Galán sintetiza el horror de los campos de exterminio con una frase lapidaria: “Un campo de exterminio era el paraíso de los sádicos”.

Con Juan Eslava Galán

Con Juan Eslava Galán

El autor:
Juan Eslava Galán nació en Arjona, Jaén el 7 de marzo de 1948. Cursó Filosofía y Letras en la Universidad de Granada, licenciándose en Filología Inglesa, y luego realizó un viaje al Reino Unido con el objetivo de ampliar sus estudios. Allí estuvo viviendo en Bristol y Lichfield, y fue alumno y profesor asistente en la Universidad de Aston, Birmingham. A su regreso obtuvo una cátedra de Instituto de Bachillerato y, posteriormente, se doctoró en la Universidad de Granada con una tesis sobre Poliorcética y fortificación bajomedieval en el reino de Jaén. Miembro del Instituto de Estudios Giennenses. Entre sus ensayos destacan Historia de España contada para escépticos (2010), Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie (2005), Los años del miedo (2008), El catolicismo explicado a las ovejas (2009), De la alpargata al seiscientos (2010), Homo erectus (2011) y La década que nos dejó sin aliento (2011). Es autor de las novelas En busca del unicornio (Premio Planeta 1987), El comedido hidalgo (Premio Ateneo de Sevilla 1991), Señorita (Premio de Novela Fernando Lara 1998), La mula (2003), Rey lobo (2009), y las Últimas pasiones del caballero Almafiera (2011).

El libro:
La Segunda Guerra Mundial contada para escépticos ha sido publicado por la Editorial Planeta en su Colección No Ficción. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 750 páginas.

Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.

Como complemento pongo un vídeo muy interesante titulado:

La Segunda Guerra Mundial desde el Espacio

Para saber más:

http://www.rtve.es/archivo/segunda-guerra-mundial/

Títulos disponibles en PlanetadeLibros de Juan Eslava Galán

La segunda guerra mundial contada para escépticos – 13/01/2015 – Editorial Planeta La primera guerra mundial contada para escépticos – 08/01/2015 – Booket Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie – 08/01/2015 – Booket En busca del unicornio – 03/07/2014 – Booket La primera guerra mundial contada para escépticos – 06/02/2014 – Editorial Planeta Historia del mundo contada para escépticos – 04/02/2014 – Booket De la alpargata al seiscientos – 09/01/2014 – Booket Historia de España contada para escépticos – 06/06/2013 – Booket Templarios, griales, vírgenes negras y otros enigmas de la Historia – 06/06/2013 – Booket Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie – 06/06/2013 – Booket La mula – 30/04/2013 – Booket La mula – 30/04/2013 – Editorial Planeta La década que nos dejó sin aliento – 05/03/2013 – Booket Cocina sin tonterías – 12/02/2013 – Editorial Planeta Últimas pasiones del caballero Almafiera – 05/02/2013 – Booket Historia del mundo contada para escépticos – 03/10/2012 – Editorial Planeta Catedral – 04/09/2012 – Booket Homo erectus – 04/09/2012 – Booket 1.000 sitios que ver en España al menos una vez en la vida – 03/05/2012 – Booket Últimas pasiones del caballero Almafiera – 07/02/2012 – Editorial Planeta La década que nos dejó sin aliento – 22/11/2011 – Editorial Planeta Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie – 22/11/2011 – Editorial Planeta De la alpargata al seiscientos – 02/09/2011 – Booket El comedido hidalgo – 02/09/2011 – Booket Templarios, griales, vírgenes negras y otros enigmas de la Historia – 03/06/2011 – Editorial Planeta Guadalquivir – 10/05/2011 – Booket Rey lobo – 10/05/2011 – Booket Homo erectus – 05/04/2011 – Editorial Planeta De la alpargata al seiscientos – 13/10/2010 – Editorial Planeta Historia de España contada para escépticos – 09/03/2010 – Editorial Planeta Rey lobo – 04/03/2010 – Editorial Planeta El catolicismo explicado a las ovejas – 09/02/2010 – Booket 1000 sitios que ver en España al menos una vez en la vida – 27/10/2009 – Ediciones Martínez Roca Califas, guerreros, esclavas y eunucos – 09/09/2009 – Booket Los años del miedo – 07/05/2009 – Booket El catolicismo explicado a las ovejas – 24/02/2009 – Editorial Planeta Los años del miedo – 18/03/2008 – Editorial Planeta El mercenario de Granada – 05/03/2008 – Booket Califas, guerreros, esclavas y eunucos – 22/01/2008 – Espasa Paradores históricos – 25/05/2007 – Lunwerg Editores El mercenario de Granada – 27/03/2007 – Editorial Planeta España insólita y misteriosa – 16/11/2006 – Editorial Planeta El enigma de Colón y los descubrimientos de América (nueva edición) – 06/04/2006 – Editorial Planeta Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie – 05/04/2005 – Editorial Planeta El fraude de la Sábana Santa y las reliquias de Cristo – 14/09/2004 – Booket Los Reyes Católicos – 11/05/2004 – Booket Cleopatra, la serpiente del Nilo – 04/03/2004 – Booket El enigma de Colón y los descubrimientos de América – 17/02/2004 – Booket La mula – 15/04/2003 – Editorial Planeta Señorita – 07/03/2002 – Booket En busca del unicornio – 27/09/2001 – Editorial Planeta Señorita – 06/10/1998 – Editorial Planeta El comedido hidalgo – 13/09/1994 – Editorial Planeta En busca del unicornio – – Editorial Planeta Señorita – – Editorial Planeta

 


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