Título original: La segunda muerte
Año: 2012
Duración: 91 min.
País: Argentina
Director: Santiago Fernández Calvete
Guión: Santiago Fernández Calvete
Fotografía: Darío Sabina
Reparto: Guillermo Arengo, Mauricio Dayub, Germán de Silva, Agustina Lecouna, Tomás Lizzio
Arderás en los infiernos, ¡pecador!
A los que ir a misa siempre les ha dado pánico, esta es una película que les intentará explicar algo que ni los más sabios doctores de la Iglesia han sabido explicar, las apariciones marianas. Un fenómeno inexplicable que ha dado mucho que hablar y que ha originado un gran negocio en torno a la Virgen, con la creación de grandes santuarios en su honor. No obstante los grandes cardenales advierten que para estudiar un caso de esta naturaleza, es necesario que las visiones sean testimoniadas por más de una persona, cuantas más mejor. En la obra que analizamos, estas apariciones tienen algo muy particular, y es que el testigo de la visión queda inmediatamente calcinado. Seguro que estáis pensando en la combustión espontánea, un fenómeno descrito como la incineración de personas sin una fuente de ignición externa. ¿A que no adivináis a quién se le echa la culpa?, exactamente, habéis acertado, al diablo.
Santiago Fernández Calvete intenta mezclar esta historia sobrenatural con un thriller terrorífico, y la cosa le sale medianamente bien. Intenta explicar estos fenómenos en un entorno muy particular, un pequeño pueblo llamado precisamente Pueblo Chico y donde sus habitantes son firmes creyentes. También son caldo de cultivo para todo tipo de manipulaciones. La llegada de un niño con poderes sobrenaturales, aunque pueda parecer incongruente, ayudará al esclarecimiento de los hechos. Un pequeño accidente puede causar una tragedia, y la venganza pueda tardar en llegar, pero llega.
En un pequeño pueblo argentino, Aiello es una policía con un pasado un poco turbio, a la cual le toca investigar una serie de muertes, en las cuales las victimas aparecen carbonizadas. Sus pesquisas no le llevarán a ningún lado hasta la llegada de un niño, que con solo tocar una fotografía puede ver fragmentos del pasado. Poco a poco se irá dando cuenta de que su ateísmo militante tiene alguna grieta.
Peculiar película argentina muy bien rodada, con un tema vagamente tratado en el género del terror, y que sorprende un poco por su arriesgada puesta en escena. El guión es claro y conciso, y se mueve entre la exposición minimalista, y la ensoñación más etérea, destacadas ambas por la excelente fotografía de Dario Sabina, que trata la primera con tonos fríos y grisáceos y la segunda con unos colores vivos y brillantes. La historia da mucho de sí y el mérito es que, pudiendo ser algo grandilocuente se convierte en algo tratado con delicadeza y elegancia. En cuanto a las interpretaciones decir que son muy buenas y creíbles, destacando a Agustina Lecouna en el papel de policía, a Guillemo Arengo como “apoderado” del niño maravilla y a Germán De Silva, un inquietante infante que casi todo lo sabe.
Interesante apuesta que se involucra valientemente en un tema no muy de moda, pero que siempre ha suscitado interés. Podemos ponerle algún pero, que para mí sería que resulta un poco fría. No obstante si queréis ver algo diferente y no morir en el intento, es una buena opción. Disfrutar de su ritmo, sin prisas por favor.
Firma: Josep M. Luzán.