La seguridad de tu bebé en casa, cuando gatea

Por Celia Garabaya @britishbubbles

Hasta ahora tu bebé no era capaz de moverse. Con lo que los riesgos que corría en casa eran mínimos. Cuando el bebé comienza con el gateo, da su mayor paso de independencia de su vida. Pasa de depender absolutamente de nosotros a ser capaz de desplazarse y llegar a todos los sitios solo. Con lo que empiezan los problemas para él y para nosotros que nos empezamos a preocupar. Lo mejor es analizar la situación y ver como podemos tener el hogar más seguro posible para el bebé.

Lo primero que tengo que hacer.

Nuestro bebé está cambiando, hace tan solo una semana, allí donde le colocábamos, allí se quedaba. Pero, su ansia por conocer y descubrir. Ha motivado que intente llegar a las cosas que le llaman la atención. En principio a través del gateo. Lo que le tendrá mucho más limitado que cuando empiece a andar. Aunque suficiente para acceder a los lugares más escondidos y peligrosos de la casa.

Lo primero que tenemos que hacer, es ponernos en su lugar. Al no ponerse de pie, su visión de lo que nos rodea es totalmente diferente a la nuestra. Ponte en su lugar, y observa la casa desde su angulo. Hay cosas concretas que suelen llamar mucho la atención de los bebés. Ya sea por su color, por su forma, o simplemente por que le decimos que no cuando lo va a tocar.

Veremos habitación por habitación que es lo que le puede hacer daño. La primer norma, es que todo lo que sea peligroso debe estar a más de metro y medio de él. Y si no podemos, como los enchufes, tenemos que protegerlos.

Cómo decimos, los bebés son muy curiosos, están en un periodo en el que tienen que descubrir todo lo que les rodea, todo es nuevo para ellos. Con lo que su primer instinto es ir a tocarlo y metérselo en la boca. Además ya tienen buena vista, con lo que encontrarán cualquier objeto pequeño que pueda suponer un problema.

¿Qué es lo más peligroso?

Es evidente que varia mucho el tipo de casa que tengamos como la decoración. Por eso, los padres tienen que adecuarse a su entorno. No es lo mismo una casa con escaleras que de una sola planta. Vamos a ver cuales son los peligros comunes a casi todas las casas.

  • Productos de limpieza: El primer ejemplo es todo un clásico en la seguridad de la casa y todos los años ocasiona problemas. Se trata de los productos de limpieza. Para los bebés y los niños se trata de unas figuritas muy coloridas. Lo que hace que vayan a jugar con ellos. Debemos tener mucho cuidado y guardarlos en un armario que no esté para nada al alcance de ellos. Y nunca dejarnos ninguno fuera.
  • Objetos caídos: La limpieza del suelo es fundamental cuando tenemos un bebé en casa. Durante meses, el bebé se arrastrará por toda la casa. Y debemos evitar que se encuentre con cualquier objeto que pueda ser perjudicial o que pueda provocar un atragantamiento. Si se nos cae algo de cristal, debemos recogerlo todo a conciencia asegurándonos que no queda ni el cristal más pequeño en el suelo.
  • Las plantas: Para muchos niños es un reclamo. Pero, más que por la planta, por la tierra de la maceta. Muchos niños la consideran todo un manjar. Es algo habitual, y no tienen gran riesgo, debemos enseñarle que no se hace y no dejarle hacerlo. Si el niño tiene obsesión debemos apartarlas.
  • Mesillas bajas: En breve, el bebé comenzará a andar. Pero, antes, el bebé utilizará las mesillas y cualquier apoyo que encuentre a la altura de su cabeza, para levantarse con un apoyo. Lo que hace que pueda acceder a todos los objetos que hay en ella. Por eso, debemos ver que tenemos que pueda ser peligroso para él.
  • La cocina: Es la habitación de la casa con más riesgos para los niños. Lo mejor, es no dejarle entrar en ella. Si podemos cerrar siempre la puerta cuando salgamos. Siempre puede haberse caído algo al suelo, o puede abrir los cajones con productos de cocina.
  • Estufas: Es uno de los riesgos del invierno. Influye mucho el tipo de estufa y su estado. Debemos asegurarnos que donde puede tocarla, no puede quemarse. Si tiene cualquier riesgo, o la ponemos en alto o la rodeamos de alguna forma para que el bebé no pueda llegar a ella.
  • Enchufes: Los dos agujeritos del enchufe son curiosos para ellos. De hecho, cualquier agujero les llama la atención. ¿Que habrá dentro? Es el motivo por el que los niños intentan meter el dedo. Debemos poner un cubre enchufes en cada uno que esté a su altura y accesible. Otra cosa importante son todos los cables de la casa. Cada vez son más los aparatos eléctricos que tenemos y supone un riesgo. Los debemos cubrir o elevarlos.
  • Cosas que se puedan caer: El bebé con su afán por ponerse de pie intentará apoyarse en todo lo que esté a su altura. Pero, no todo aguantará su peso. Lo que puede hacer que se caiga el bebé y el objeto.