La Semana Santa y sus Roles

Publicado el 18 abril 2014 por Becaria @Lola_Garlochi

Amigos, amigas: estamos en Semana Santa. Lo queramos o no, ha llegado. Y, como cada año, hay conversaciones que se repiten casi por completo con la misma gente o incluso con diferente y en distintos sitios pero, al fin y al cabo, es “la misma mierda” cada año. He tratado de clasificar estos interlocutores en cinco grupos, a ver si estamos de acuerdo:

  • Los coherentes: estos son los menos, y los hay de todas las posiciones y opiniones. No quiero hablar de ellos porque lo hacen muy bien, y, por tanto este post resultaría aburrido.
  • El ateo que se ve superior intelectualmente: lo reconoceréis porque es ésa persona que parece que va a echar a arder de rabia en estas fechas. Yo supongo que tiene que ser duro estar en casa y escuchar cornetas y tambores a cada momento, aunque según mi experiencia, en muchos casos esta gente se encuentra o se ha criado en zonas que carece de grandes manifestaciones de las que relacionamos con la Semana Santa. Su postura se resumiría en algo así como: “¡Ay! Si es que con toda esta gente que no soy yo, ni piensa como yo, ni ve más allá de su nariz, no podemos sacar este país adelante. A ver cuándo empiezan a ser tan abiertos de miras y tan solidarios como yo, ¡estúpidos paletos que adoran la Semana Santa!”.

Cómo se ve el ateo que se cree superior intelectualmente en mitad de su charla-ponencia contigo

  • El agnóstico que le da igual pero te mete la chapa: se identifica porque inicia la conversación de muchas maneras que vienen a decir que “a él le da igual esto de la Semana Santa” pero siempre se produce un cambio de tercio disimulado en esta línea y comienza a rajar de Semana Santa, cofrades, curas y demás cosas que cree que también tienen que ver y las mete en el mismo saco buscando tu complicidad.
  • El “sentío”: es ése ferviente seguidor de la Semana Santa y todos sus contubernios. Y, ¡ojo! no confundir estos sujetos con nada que tenga que ver con la Iglesia Católica. Son fenómenos diferentes. Al “sentío” lo que le encanta es lucirse y exagerar (o, como dicen en mi pueblo, “luciLse y exageraL”) y es un reflejo de lo que sería la típica amiga que cuando estamos en grupo y hay que reírse es la que más se ríe, si hay que llorar es la que más llora y, por ende, si hubiera que ser perra sería la más perra. Pues eso. Es el mismo concepto pero llevado a la Semana Santa.

“Me has quitao todo el sentío” (a Rosarillo la he puesto porque mola y punto)

  • El que se cree que sabe qué está haciendo y no tiene ni idea: es un personaje enternecedor, en realidad. Él se prepara sus ropas y complementos, con ganas e incluso con devoción. Sigue el orden y ritos con la mejor de las intenciones. Se sabe el nombre de sus patrones y distingue cada imagen de su zona en plan: esta es la “Esperanza Macarena”, esta la “Esperanza de Triana” y así. Se autodefine como creyente, apostólico y romano pero, en realidad, no tiene idea de que desde el punto de vista de la religión que cree profesar, su actuación distaría mucho de ser coherente.

Os escribo esta entrada nazarena de hoy, amiguitos, desde el exilio de mis vacaciones en el interior de la Península (muy en el interior) y no sé deciros si es por falta de autocrítica, por costumbre o por pura perrería que me muestro bastante poco activa en estas luchas entre los roles que os he tratado de describir. Así que, en cualquier caso…

…Espero que os haya entretenido y que de incluiros en alguna de las clasificaciones fuera en la de coherentes :)