"Discípulo, amigo y estrecho colaborador de H.P. Lovecraft, August Derleth desempeñó un papel decisivo en la confirmación definitiva de los llamados Mitos de Cthulhu, que remontan al lector a un universo onírico en que se libra la eterna lucha entre las fuerzas del bien y del mal bajo la constante amenaza de un horror cósmico y primordial presto a traspasar las barreras del tiempo. La Semilla de Cthulhu reúne por primera vez en español los tres libros que Derleth escribió bajo esta inspiración, en los que el lector conocerá (o reconocerá) objetos, seres y lugares tan sugerentes como el Necronomicón, R'lyeh, Arkham, Ithaqua o la Ciudad sin Nombre".
Si H.P. Lovecraft es el papá de Cthulhu y el creador de toda esa cosmogonía de horror primigenio, lo cierto es que la recopilación y, en cierto modo, la ordenación de los relatos del genio de Providence se la debemos a August Derleth (Wisconsin, 1909), inventor del término "Los Mitos de Cthulhu". Cierto, la figura de Derleth ha originado debates entre sus partidarios y detractores, ya que algunos críticos lo acusaron de aprovecharse del nombre y del trabajo de Lovecraft una vez éste hubo fallecido (1937), no en vano escribió relatos basados en fragmentos y notas del maestro.
También se le puede achacar a Derleth la similitud en el estilo con respecto a Lovecraft, si bien inventó los Dioses Arquetípicos, modernizó un tanto el lenguaje evitando la sobrecarga de adjetivos, introdujo una dualidad más perceptible entre el bien y el mal, y optó por dotar de cierta carga moral sus relatos, detalles que sin duda lo separan y alejan del maestro, siempre un punto un tanto pesimista y desesperanzador. Y, para finalizar el repaso a la figura del escritor de Wisconsin, hay que decir que suya es la labor de sistematización del panteón lovecraftiano. Así pues, August Derleth, al que no podemos negarle su trabajo, legado y dedicación, resulta una figura un tanto controvertida.
Asistiremos al debut de Ithaqua, una divinidad creada por Derleth e inspirada en "El Wendigo", relato del británico Algernon Blackwood. El que camina con el viento resulta una divinidad asociada al viento y al frío y pobre de aquel desventurado viajero o explorador que se cruce en su camino...
Es un libro que, aunque puede leerse del tirón, yo recomendaría leer a trocitos... uno o dos relatos, pequeña pausa, y cuando tengas otro rato y te apetezca volver a zambullirte en ese horror cósmico tan único, lo retomas. Al fin y al cabo, el hecho de que sean relatos favorece ese tipo de lectura. Leerlo sin pausa puede provocar una cierta monotonía debido a la similitud de algunas de las historias contenidas y eso impediría su supiéramos valorarlas o disfrutarlas en su justa medida.
Evidentemente, "La Semilla de Cthulhu" es altamente recomendable para todos aquellos seguidores de Lovecraft, pues la referencias a toda su obra, ya sean lugares imaginarios, demoníacos libros o seres primordiales, salpican sus páginas.
VALORACIÓN: 7'5/10