Según me contaron, el Banco de Guatemala quería representar en las monedas los símbolos e identidades nacionales, y asignó a la moneda de 25 centavos la representación de la cultura maya.
Se hicieron cientos de fotografías, sin que a ninguna lograra convencer del todo a los responsables de la nueva moneda. Al final, a partir de la foto de una joven, le añadieron mediante técnicas de retoque, algunos cambios en su imagen, para destacar sus características mayas, y dieron con la imagen definitiva para la moneda.
Esta imagen que tomaron como buena, fue de una persona habitante en Santiago Atitlán (Sololá), que hoy en día ya es una señora mayor.
Preguntando en el pueblo por ella, nos llevaron a una casa, donde muy amablemente la señora nos atendió, se puso su tocoyal (esta especie de sombrero enrollado en la cabeza), y nos mostró sus acreditaciones que demostraba que ella era la persona de las monedas, puesto que en el pueblo habían aparecido algunas personas que se hacían pasar como la mujer auténtica.
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