Autor: Frank Baker
Editorial: Alba
Colección: Rara Avis
ISBN: 97884-84288954
Nº de páginas: 432
Título original: Miss Hargreaves
En un día lluvioso, el joven Norman Huntley –organista de iglesia e hijo del librero de la imaginaria ciudad catedralicia de Cornford– y su amigo Henry Beddow –mecánico de coches– tienen la ocurrencia, de puro aburrimiento, de inventarse un personaje: una tal señorita Hargreaves, octogenaria, sobrina del duque de Grosvenor, intérprete de arpa, poeta, dueña de una perra y una cacatúa, e intrépida viajera que siempre va acompañada con su propia bañera. Cuál no será su sorpresa cuando, días después de tal invento, la señorita Hargreaves «en persona» se presenta, con todos sus bártulos, en la estación de Cornford.
Frank Baker escribió en 1939 esta hilarante novela que combina la comedia de costumbres británica con una aguda reflexión sobre los mecanismos de la creación literaria y los eternos conflictos entre realidad y ficción.
Siguiendo con mi periplo por la literatura británica le ha tocado el turno a este libro que adquirí hace ya algunos meses.
¿Qué decir de esta novela sin ser demasiado dura?. Pues que como poco es rara.
Leyendo la sinopsis te esperas otra cosa. Parece que el libro promete diversión, humor y entretenimiento a raudales pero yo sinceramente no lo he visto por ningún lado ( o quizá ha sido fallo mío y no he sabido verlo).
El argumento es desde luego original: dos amigos de vacaciones en Irlanda deciden inventarse para su diversión un personaje, el de la anciana señorita Hargreaves, y como por arte de magia ésta cobra vida para su desgracia. Y es que Norman, el artífice de todo, no soporta a su señorita Hargreaves mientras que ella lo adora y lo "persigue" a todas horas lo que da lugar a situaciones absurdas, incómodas, que no hilarantes ni graciosas, y a los cuchicheos y maledicencias del pueblo.
En la novela se muestra la confusión entre realidad y ficción y cómo nuestras creaciones pueden llegar a apropiarse de nosotros mismos, de nuestra voluntad yendo incluso más allá y logrando su propia independencia. Como idea, debo reconocer que no está nada mal.
La primera mitad de la novela es aburrida. Más tarde se vuelve algo más interesante pero con todo y con eso, toda ella me resultó bastante lenta.
Además, los personajes son antipáticos (motivo por el cual estuve tentada a dejar la lectura un par de veces). El único que se salva es el padre de Norman que vive inmerso en su mundo de libros y música y que le da un punto simpático a la narración.
El final, interesante aunque previsible.
En mi opinión a esta novela le va como anillo al dedo el refrán aquel que decía "mucho ruido y pocas nueces".
A