No puedo resistirme a compartir en este blog el contenido de la columna “La Trama Mediática” que el periodista Javier Vizcaíno recoge hoy en el diario Público. Bajo el título “Kosovo, patria querida” hace referencia a la sentencia del Tribunal Internacional de Justicia de La Haya que avala la independencia de este nuevo estado, reconocido como tal por unos, y condiserado todavía por otros como una provincia autónoma de Serbia. La decisión del máximo órgano judicial de Naciones Unidas, que califica como legítima la declaración de independencia en cumplimiento del derecho de autodeterminación, no ha contribuido a serenar los ánimos. Quienes aceptan la realidad del estado kosovar desde el año 2008 se sienten reafirmados en su posición, pero quienes siempre lo han negado, entre ellos el Gobierno Zapatero, continúan en sus trece y se aferran al carácter no vinculante del dictamen de la Corte de La Haya.
La derecha española, capitaneada por los medios de comunicación que mejor la representan, no ha dudado en establecer paralelismos entre Kosovo, Euskadi y Catalunya, lanzando un llamamiento a cerrar filas, con el objetivo de evitar que los nacionalismos eleven su listón de demandas soberanistas. No soy nacionalista porque siempre he creído en la convivencia entre pueblos diferentes, que libremente acuerdan unirse en un marco federal, que reconozca el derecho a decidir como expresión de democracia, respeto y tolerancia Es más, creo que si nos dejasen elegir tanto en Euskadi como en Catalunya apostaríamos mayoritariamente por un federalismo de libre adhesión, que profundice en el autogobierno y preserve las señas de identidad y la voluntad de cada Comunidad autónoma y de quienes vivimos en ellas.
“Cepillar” el Estatut, como se hizo en el Congreso de los Diputados, o limitar sus competencias, como ha hecho el Tribunal Constitucional, sólo contribuye a reforzar los sentimientos independentistas porque nadie quiere viajar con un compañero que niega sus decisiones. PSOE y PP, junto a las instituciones que controlan, deberán cambiar de estrategia antes o después sino quieren que el soberanismo, que tanto temen, avance y gane adhesiones día a día. La sentencia sobre Kosovo no genera, a mi juicio, más ansia de independencia en Euskadi y en Catalunya que la que ya pueda haber, pero editoriales como las que hoy nos resume Javier Vizcaíno si consiguen, en cambio, que quienes no somos nacionalistas nos alejemos un poco más de un concepto de Estado que nos rechina por centralista e intolerante., pero también por ultranacionalista Alguien tendría que reflexionar sobre ello.
http://blogs.publico.es/trama-mediatica/2010/07/24/kosovo-patria-querida/