Hace poco leí una antología de relatos llamada La séptima Victima, del fallecido autor norteamericano Robert Scheckley, recopilada en 1974, antes de que yo naciera.
Scheckley es uno de los autores más prolíficos en la creación de relatos cortos, sin embargo no es muy conocido entre los autores de lengua española. Sin embargo tuvo mucha fama en Rusia, recuerdo que cuando Scheckley enfermó en el 2004 estaba en un viaje por Europa del Este, no tenia dinero para el hospital y sus fans rusos le enviaron el dinero que juntaron en una colecta.
La antología esta formada por 12 relatos de ciencia ficción y fantasía, que caen dentro de ese difícil genero que es la sátira.
En el primer relato, Los monstruos, se narra la vida de unos alienigenas reptiloides muy pacificos, que por coincidencias de la selección natural deben matar a sus mujeres cada 28 días, cuando llega una nave espacial con seres humanos el choque cultural es complicado.
En el segundo relato, El costo de la vida, se narra como la vida futura esta completamente automatizada, pero las personas deben hipotecar el futuro de sus descendientes por varias generaciones para estar a la vanguardia.
En, El hombre afectado, unos arquitectos estelares están arreglando unos bugs en la vía láctea, pero tales modificaciones afectan directamente la vida de un desafortunado hombre.
En, Los deseos del rey, una pareja que posee una tienda de electrodomésticos descubre que la están robando por la noche, la sorpresa es que el malhechor es un ser mágico, que necesita conseguir esos artefactos porque son "los deseos del rey".
Las quitas aguas del espacio narra en pocas paginas la relación de amistad entre un solitario hombre y su robot. Este melancólico relato es el que mas me gusto.
El relato que le da nombre a la colección, la séptima victima, los gobiernos del mundo se ponen de acuerdo para equilibrar la naturaleza violenta de los ciudadanos, permiten un juego en donde las personas que se apunten reciben el papel de Victima o Asesino, y los actos violentos son permitidos cuando se encuentran bajo este contrato.
Algunos relatos si se sienten pasados de moda, pero otros siguen estando vigentes y muy buenos. Recomendado.