En su viaje descubrirán nuevas verdades y conocerán nuevas personas, en las que tendrán que decidir si confían.
Durante su ausencia, Chicago se prepara para la guerra entre dos de sus líderes más importantes; Evelyn (Naomi Watts) y Johanna (Octavia Spencer).
Esta tercera parte de La serie Divergente es sin duda mucho peor que las anteriores. Divergente estuvo bien, y con Insurgente la cosa mejoró notablemente, pero Leal es un desastre.
Los efectos especiales dejan mucho que desear, los diálogos son insustanciales y la cinta en sí es un cúmulo de información sin sentido y orden aparente, muy difícil de seguir incluso si se han leído los libros.
Al final deja un regusto amargo que hace temer el qué harán con la última película, desde mi punto de vista, innecesaria.
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