El canto de la Sibil.la, una de cuyas representaciones más celebradas es la que tiene lugar en los maitines de la Catedral de Mallorca, aunque tambien se escenifica en todas las iglesias de Mallorca la noche del 24 de diciembre, es uno de los ejemplos vivos del folclore religioso medieval, y destaca por su singularidad y relevancia cultural.
El canto, del que se conservan diferentes manuscritos del siglo X, pertenecientes a la liturgia mozárabe, perduró en Mallorca, por su gran popularidad, a pesar de las prohibiciones de los dramas no estrictamente religiosos surgidas del Concilio de Trento (1545)
La Unesco reconoce a todas las candidaturas españolas y las incluye en la Lista de Patrmonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. El flamenco, los 'castells' y el canto de la Sibil.la fueron presentados por España como candidaturas nacionales, con la implicación de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Extremadura y Murcia en el caso del Flamenco; de Cataluña, para los Castells y de Mallorca, para la candidatura de la Sibil.la.