Ahora se ha abierto al público después de varios años de concienzuda y acertada restauración.
La Silla del Moro evoca las viejas leyendas románticas. La Silla del Moro es un lugar unido a la historia sentimental de Granada.
Forma parte de la Alhambra y es un baluarte defensivo de época nazarí que protegió las acequias que llevaban el agua hasta el conjunto monumental.
Se extiende sobre el Cerro del Sol, dominando el monumento áulico, el Generalife y el valle del Darro, a uno de cuyos lados descansan los barrios del Sacromonte y el Albaicín.
Desde este lugar las vistas son inenarrables. Un enclave privilegiado desde donde se advierte la Alhambra y sus palacios interiores, el cauce del río Darro y las casitas blancas del Albaicín, las cuevas del Sacromonte, la abadía y los cerros de Valparaíso.
Desde la Silla del Moro se contempla la Vega y las montañas que cierran a modo de circo la llanura del río Genil.