Desde la patronal se criticó la decisión precipitada del Gobierno de decretar este parón.
El decreto de finales del mes pasado detuvo casi al completo toda la construcción (salvo las obras esenciales), esto llevo a que alrededor de 1.700.000 trabajadores del sector se quedaran en casa.
Este parón ha servido para que muchas empresas del sector se hayan preparado en seguridad para los trabajadores, con el fin de que se puedan reiniciar las obras sin problemas, aunque en este sector como en el resto la escasez de equipos de protección individual es evidente.
No obstante, la realidad de las grandes compañías es muy diferente de las pequeñas y medianas empresas. Esta vuelta a la actividad permitirá que todos los agentes que intervienen en nuestra industria generen actividad económica suficiente para que el impacto económico que va a generar esta situación sea el menor posible.
Además, una medida de última hora publicada en el BOE el pasado domingo, aclaró que no se puede retomar ninguna obra en edificios habitados. Es decir, las reformas quedan paralizadas. Esto puede traer siniestros ya que por ejemplo, en una reforma paralizada y tuviera la cubierta del edificio a reformar porque hubiese estado levantada, si vienen días lluviosos como los que estamos teniendo, puede que el agua se filtre al interior del edificio y lllegue a las viviendas particulares.
Esto puede no tener ningún tipo de consecuencias porque compañías como Generali o Mapfre mantienen las coberturas sin tener que hacer ningún tipo de suplemento, sino que el cliente solicitará la ampliación de la póliza una vez llegada la fecha de finalización establecida en la póliza de tal forma que se podrán dar tres situaciones:
1. Que la obra acabe según lo previsto, no tendremos que hacer nada.
2. Que la obra se tenga que ampliar justo el tiempo que dure esta situación: en ese caso realizarán el suplemento y el coste para el cliente será de cero euros.
3. Que necesiten este periodo y, por otras causas, más tiempo adicional, como ya ha pasado antes de esta crisis que no todas las obras se acaban según tenían previsto al inicio. En este caso cobraran el exceso de tiempo después de descontar lo correspondiente al estado de alarma.