¿Y qué pasa en Bizkaia? Según una encuesta de la Cámara de Comercio de Bilbao, las consecuencias para las empresas son las siguientes.
Los sectores más afectados, con una disminución de ventas superior al 20%, son el Alojamiento, el Comercio con prohibición de abrir, la Hostelería y la Restauración.
Las empresas más pequeñas son las más afectadas por la disminución de sus ventas, y las más grandes.por las dificultades logísticas y de suministros.
Un 58,5% de las empresas señala haber experimentado algún estrangulamiento en el aprovisionamiento de materiales o componentes. Para un 34,3% el estancamiento se ha concentrado en los aprovisionamientos interiores, mientras que un 34,2% indica que lo ha notado con suministros procedentes de otros países.
Sectorialmente, la situación es la siguiente:
- Sector Primario: menor paralización del mercado, así como disminución de la producción.
- Industria: mayor nivel de reducción de la producción, dificultades logísticas y tensiones con los suministros.
- Construcción: dificultades logísticas, mayor disminución de la producción y tensiones con los suministros.
- Comercio y Reparación con prohibición de abrir: mayor nivel de paralización del mercado y tensiones de tesorería.
- Comercio y Reparación sin prohibición de abrir: más dificultades logísticas, además de tensiones con los suministros.
- Logística: menor nivel de paralización del mercado, mayores dificultades logísticas y disminución de la producción.
- Alojamiento: elevada anulación de reservas y paralización del mercado.
- Hostelería y Restauración: mayor nivel de paralización del mercado y dificultades de suministros y logística.
- Otros Servicios: menor nivel de dificultades al acceso de suministros.
Cebek ha advertido de que Euskadi no se puede permitir “un cierre global” de la actividad económica e industrial como consecuencia de la crisis del coronavirus porque la pérdida puede ser “extraordinaria e incluso irreparable”, ya que “muchas empresas no volverán a abrir”.
En estos momentos y circunstancias, y siempre adoptando las medidas de seguridad precisas, lo “conveniente y responsable” es ir a trabajar para tratar de “mantener una “mínima” actividad económica que haga que “la cadena no se rompa” para que, “el día después”, las empresas sigan existiendo y “no sean un cadáver”.
Aunque el cierre de algunas empresas ya fue decretado, hay otras que tienen actividad importante y que tienen que “responder a pedidos” porque Europa, salvo Italia, sigue funcionando, al igual que EE.UU. o China que lo vuelve a hacer.
Ello será lo que les haga “tomar medidas de ajuste cada vez mayores” y ha afirmado que es muy probable, salvo que la situación empeore y se produzca un cierre por decreto -que ahora “no ve necesario”-, que se vaya reduciendo la actividad económica hasta el punto de que “esté menos justificado el tener que abrir”.
“Algunos deben pensar que esto es como darle al ‘on’ o al ‘off’, pero, cuando se le ha dado al ‘off’ y se le vuelve a dar al ‘on’, normalmente en la mesa no se encuentran los pedidos esperando y los clientes que han estado llamando y no se les ha atendido correctamente es muy probable que busquen otro proveedor. Y los costes económicos que se generan de esa manera, son importantes”, ha añadido.
“Creemos que en el día después, desde el punto de vista productivo, este país industrial no se puede permitir un cierre global porque el comienzo a posteriori va a ser mucho más complicado y va a tener un daño muy importante para la sociedad desde el punto de vista económico y sobre todo laboral”.
Por su parte, estima que las medidas adoptadas por las instituciones vascas son “acertadas”. A su juicio, tiene que haber una respuesta económica internacional coordinada para dar respuesta a esta “crisis estructural que afecta a todo el mundo”.
También considera que las empresas están en mejor situación que con la crisis de 2008 porque tienen mayor “solvencia”.
Además, a Euskadi esta situación le toca con “un superávit presupuestario” que no se tenía en 2008, por lo que la situación de partida para afrontar la crisis es “distinta”.
Sin embargo, cree que se han “perdido años estupendos para tomar decisiones estructurales por la situación de incertidumbre política e institucional que se ha vivido en el Estado”.
El Gobierno Vasco aprueba la activación -junto a 15 entidades financieras que operan en Euskadi, y Elkargi, del programa de apoyo financiero pymes, micro pymes y autónomos, por valor de 500 millones.
Esta línea de financiación pretende dar cobertura a los gastos fijos de estructura de las empresas citadas y personas autónomas, tomando consideración su importancia en el tejido empresarial, sus implicaciones en el conjunto de la actividad productiva y su menor capacidad relativa de acceso a los mercados de financiación mayorista o a las líneas tradicionales de las entidades de crédito.