Una sociedad sin rumbo es una sociedad a la deriva. De naúfragos que no se conocen a si mismos y que deben sobrevivir a base de engaños para no sucumbir. Perdidos, tienen que encontrar líderes que les dirijan, creer que el Sistema les solucionará los problemas, adherirse a las ideologías, las religiones y las naciones que proclaman la mejora de las condiciones materiales y espirituales, de manera que le puedan dar un sentido al vacio permanente de su existencia.