La sociedad del futuro: Los ciborgs ya son una realidad

Publicado el 12 enero 2017 por Juan Ricardo Castro Lurita @pepoflex

El popular inventor Elon Musk sostuvo durante una entrevista que las nuevas generaciones humanas serían los ciborgs y que esta supuesta raza es la opción viable para la evolución de la sociedad. Aunque sus ideas vertidas ya han sido anunciadas por otros científicos que ven con buenos ojos esta transformación, tener una comunidad cyborg está más cerca que nunca.

Sin embargo, existen diversas teorías para definir a un ciborg, pues se confunde el término con otras palabras tecnológicas como robot o androide, o lo que es peor, aún no se ha determinado los parámetros de la definición, es decir hasta qué punto los hombres puedes ser considerados cyborgs, pues si bien los hombres ya hemos acoplado la tecnología a nosotros, qué nos diferencia de esta supuesta generación. Parece un tema filosófico y un baúl de preguntas sin fin, pero lo que es más curioso es que son preguntas que aún la ciencia no ha sabido responder ni mucho menos conceptualizar.

¿Qué es un ciborg?

Diverso científicos, filósofos e incluso literatos han tratado de dar un significado a este término, pero sin duda alguna, sigue siendo un concepto variable, pues como es común en la ciencia, todo es refutable y progresivo.

Un concepto claro que dejó Amber Case es que la nueva generación de humanos ya son cyborgs y que incluso las personas comunes también lo son; y esto resume en qué las tecnologías han provocado que las comunicaciones y la forma de interactuar sea distinta a la anterior, en pocas palabras, somos ciborgs porque hemos incorporado tecnologías a nuestras vidas, y esto ha cambiado radicalmente la vida humana.

Hasta el momento, queda un punto bien definido, los ciborgs son seres quienes han incorporado tecnologías a su vida y esto las ha hecho cambiar mejorando su condición. Pero, más allá del punto de vista antropológico de Case, la ciencia decide enfocarse en una perspectiva de simbiosis o unión entre hombre-maquina, donde la persona incorpora a su sistema orgánico un dispositivo cibernético-electrico que le otorguen una mejora en sus capacidades físicas, neuronales o inclusive sensoriales.

¿Es posible una generación de Ciborgs?

Aunque parezca utópico, la respuesta es afirmativa. Pues ya existen diversos estudios, proyectos y hasta movimientos sociales que están a favor de incorporar dispositivos a las personas. Cuando Elon Musk expuso que era viable conectar el cerebro y el sistema límbico a un sistema de inteligencia artificial, propuso que este avance mejoraría indudablemente la calidad de vida de las personas y que en los próximos años se consumiría esta propuesta.

Sin embargo, en la actualidad el tema ya es abordado por distintas universidades y científicos que han logrado demostrar un resultado exitoso de los ciborgs, aunque estos descubrimientos se han hecho en pequeñas partes del cuerpo humano o zonas específicas, la coordinación entre el cuerpo humano y los canales sensoriales afirman una vez más que la posibilidad de la comunidad ciborg es realizable.

En los últimos años, se ha implementado diversos avances ciberbog como tejidos artificiales, implantes médicos inteligentes, neuroprótesis o el popular interfaz hombre-hombre (BMI). Este último otorgaría a la persona la capacidad de controlar organismos o aparatos fuera de su cuerpo.

¿Cuáles son los proyectos de lo ciborgs para el futuro?

Existen actualmente numerosos casos de experimentos y descubrimientos de personas consideradas cyborg que han expuesto las mejoras que han tenido con la adhesión de los dispositivos tecnológicos, sin embargo, los casos particulares que desembocaron a una investigación más profunda e inclusive en una organización son escasas.

En primer lugar se encuentra, Kevin Warrick, quien se autodenomina como el primer ciborg. Este catedrático de la Universidad de Reading, lanzó dos proyectos: Cyberbog 1.0 (1998) y Ciberbog 2.0 (2004). En el primero él mismo se intaló un chip RFID debajo de la piel y pudo controlar diversos objetos como luces, calentadores, puertas y hassta computadoras. En el segundo experimento instaló un chip en su sistema nervioso para logra mover un brazo robótico de otro país por medio de internet. Asimismo instaló el chip a su esposa y logró comunicarse con ella. Ambos proyectos fueron un éxito y se continúan investigando

Un caso muy conocido es el de Neil Harbisson, el hombre que puede escuchar los colores. El británico creó un eyeborg que le permite diferenciar 360 colores. Este invento se produjo debido a su incapacidad de percibir colores y desencadenó en un proyecto denominado Cyborg Proyect, donde se busca que las personas puedan aprender sobre la tecnología cyborg y su interrelación con los colores y los sentidos.

Por último, se encuentra Cyborg Foundation, un proyecto que busca convertir en ciborg a todos las personas que lo requieran, de esta forma se busca poder extender los sentidos y las capacidades humanas. Asimismo, la organización busca promover el uso de la cibernética y lucha por los derechos de los actuales ciborgs.

Controversia: ¿Los cyborgs son viables?

A pesar de los diversos beneficios que muestra la cibernética al cuerpo humano, existen diversas protestas contra este avance, ya que se considera que esta nueva generación iría en contra de los principios éticos y sociales.

Pero más allá de esa controversia existen otros problemas, pues los dispositivos que se buscan implementar en el cuerpo humano carecen de autorecargabilidad, es decir, se requiere cargar la batería cada cierto tiempo, aunque ya se han propuesto métodos como la energía proveniente del calor o la energía química del cuerpo, parece que aún no hay una respuesta concisa a este dilema.

Finalmente, un tema polémico es la discriminación hacía las personas ciborg que existen en la actualidad, que sería una nueva minoría creciente, por lo que diversas organizaciones estarían luchando contra los tabúes de la sociedad y los derechos de la comunidad ciborg.

El mundo ciborg es una pronta realidad que poco a poco está presente en nuestra sociedad. Parece que la tecnología no solo será parte de nuestras actividades, sino de nuestro cuerpo.