La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) celebra el 15 de noviembre el I Día de la Adherencia e Información de Medicamentos, avalado por el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad. Durante la jornada, se llevarán a cabo dos acciones de concienciación. Por un lado, se distribuirán en los hospitales de todo el país trípticos informativos sobre la repercusión clínica y económica que supone abandonar un tratamiento médico y, por otro lado, se realizarán encuestas a los pacientes para invitarlos a reflexionar sobre el uso que hacen de sus tratamientos. Las encuestas no tienen finalidad investigadora alguna ni se recogerán datos sobre la identidad de los pacientes, pero gracias a la información que se recopile, se podrá seguir trabajando para concienciar mejor a la población sobre la vital importancia de no abandonar los tratamientos terapéuticos que tienen recetados.
Con el término adherencia se define el buen cumplimiento de un tratamiento, lo que significa tomar los medicamentos siguiendo estrictamente las indicaciones de los profesionales sanitarios y no abandonar los tratamientos antes de finalizarlos. La no adherencia a los tratamientos médicos es un problema muy importante en nuestras sociedades que afecta a más de la mitad de los pacientes. Según la Dra. Charo Santolaya, vicepresidenta de la SEFH y adjunta al Servicio de Farmacia del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, con esta campaña se quiere transmitir al paciente la importancia de que se responsabilice de su propio tratamiento farmacológico consiguiendo de este modo el máximo beneficio a la vez que se disminuyen los riesgos asociados (efectos secundarios, etc.). Para ello, es importante que disponga información suficiente y veraz que le permita tomar los fármacos prescritos correctamente.
“Queremos ayudar a concienciar a los pacientes, primero, para que se informen bien sobre las características de los fármacos y para que sepan que cuentan con la atención del farmacéutico de hospital para conseguirlo. En segundo lugar, que sean conscientes de la importancia de cumplir hasta el final con los tratamientos prescritos. No disponer de información adecuada sobre los medicamentos supone abandonar el tratamiento, lo que conduce al fracaso terapéutico y a importantes consecuencias en la salud de los pacientes, además de provocar ingresos hospitalarios que repercuten en el gasto sanitario y que podrían ser evitados”.