El pueblo griego está tan confundido y con sus valores tan alterados que, mal conducido por sus políticos, quizás se dirija hacia el suicidio si, como parece probable, decide en el próximo referendum por no pagar sus deudas y salir del Euro. Sus políticos, incapaces de entender que ellos son los principales culpables del desastre griego, hacen campaña por convertir a la nación en una reducto de parias.
Las deudas que los griegos se niegan a pagar las pagarán el resto de los europeos con impuestos mas elevados y sacrificios mayores. Lo que los griegos llaman "dignidad" y defensa frente a la "Troika" es una puñalada insolidaria al resto de los europeos.
En Grecia hay que negociar el precio del viaje con cada taxista y jamás te dan una factura, varios ministros están en la cárcel por corrupción y las pensiones y las jubilaciones han sido un festival esperpéntico donde había miles de muertos cobrando y cientos de miles de vivos cobrando el doble y el triple de lo que les corresponde.
Una sociedad así tiene que pagar sus excesos y recurrir al victimismo y a la opresión que viene de Europa es una forma burda, aunque vistosa y vendible, de camuflar la propia miseria y los muchos pecados de la corrupción, intensa en una sociedad pícara y truculenta y mas inmoral todavía en las alturas de la política, donde los partidos y sus cuadros han acumulado méritos suficientes para ser abolidos.
Grecia es la creadora de la democracia, pero quizás también sea la inventora de la corrupción en democracia. El principal dirigente de la democracia clásica ateniense, Pericles, fue también un corrupto redomado. La tradición de la corrupción no ha abandonado al pueblo griego a lo largo de los siglos, incluso en los tiempos de Bizancio y bajo el imperio Otomano.
Los partidarios de Alexis Tsipras (nacido en Atenas, 28 de julio de 1974), líder máximo de SYRIZA, un partido contestatario y reivindicativo amigo del leninismo, anticapitalista, antioccidental y antiimperialista que se constituyó formalmente como partido unido en julio de 2013, no son los principales culpables del desastre griego, construido por la antigua derecha y por el socialismo griego del PASOK, pero si pueden convertirse en los responsables del empujón final que precipite a Grecia en el abismo.
El ministro griego de defensa ha participado en la orgía de estupideces e insensateces degeneradas de los políticos griegos al amenazar a sus colegas europeos con abandonar la OTAN y llenar el continente de terroristas. Algunos dirigentes europeos empiezan a sospechar que detrás de las posturas irracionales del nuevo gobierno griego está Moscú y un plan bien diseñado para debilitar la Unión Europea y la OTAN.
Es la hora de Grecia, un país que debate si se suicida o no, mientras sus políticos bailan la danza de los locos y Europa contempla con miedo esa locura de los griegos, tan irracional e imprevisible que atemorizaba en el pasado hasta a los mismos dioses del Olimpo.