La soga al cuello : Estas ruinas que ves

Publicado el 30 junio 2022 por Pukko @MetropoliSLP

La memoria no es lo que recordamos, sino lo que nos recuerda. La memoria es un presente que nunca termina de pasar. Octavio Paz

El Partido Revolucionario Institucional en San Luis Potosí está en los estertores de la muerte. Algunos dirán que es ocioso invertir palabras en un cadáver putrefacto, si acaso un puño de cal y algunas paladas de tierra merecen. Pero vamos, que hasta hace algunos años todavía era rebosante de vida, color y funesta algarabía. Hoy es un edificio vetusto, derruido, ocupado por advenedizos y oportunistas. Las viejas glorias no volverán.

El PRI nunca fue un partido político real, siempre fue un apéndice del gobierno, por ello cuando pierden el poder, se quedan sin identidad. En la más completa orfandad. No se les da ser oposición, por ello cuando han perdido la gubernatura, igual se empinan con el gobernador en turno, ya sea Marcelo de los Santos Fraga (PAN) (2003-2009) o ahora con Ricardo Gallardo Cardona (PVEM) (2021-2027). La bancada en el congreso del estado más colaboracionista, abyecta y servil es la que encabeza el ex secretario de Gobierno Alejandro Leal Tobías. El albacea de la herencia maldita de la que tanto se queja el gobernador.

La verdad es que el PRI ya debería de estar en el museo de la ignominia, pero afortunadamente para ellos, esa vergonzosa alianza que se conformó de último minuto en el pasado proceso electoral, les dio una bocanada de aire y rescataron una posición que ni en sueños imaginaron, la alcaldía de la capital. Los panistas muy seguros de sí, soñaron con ganar la elección de gobernador, y un supuesto aliado que proveería de abastecimiento y suministros a las tropas, merecía ser compensado.

No vamos a juzgar a los panistas por sus resultados, (aunque la cagaron de forma magistral) ya tienen suficiente castigo con despertar cada mañana y recordarlo. En aquel momento parecía ser una buena idea entregar a los aliados priístas la única posición segura que tenían los azules, el último reducto de la derecha potosina. Ahora andan de la greña, entre Xavier Azuara Zuñiga y aquellos con quienes alguna vez conformó un triunvirato, los diputados Juan Francisco Aguilar y Rubén Guajardo Barrera, les pasó lo que a los Beatles, se pelearon por una mujer.

Octavio Pedroza Gaitán anuncia que buscará la alcaldía de la capital y… como dirían los jóvenes de ahora, tan groseros e irrespetuosos: cállese viejo lesbiano. A Pedroza Gaitán le pasó lo que al “profesor Jirafales”, personaje importante de la exitosa serie de televisión de las décadas setentas – ochentas, cortejó durante años a doña Florinda y el que se terminó casando con ella fue el “chavo del ocho”. En fin, alguien debería decirle al ex candidato Octavio Pedroza que se retire con la poca dignidad que le queda.

Las cosas están tan mal con la oposición en San Luis Potosí que hasta el gobernador Ricardo Gallardo (siempre ávido de estar enterado del cotilleo político) ha dejado de tener interés en ellos, no hay un político potosino que no haya ido a pedir audiencia con el jefe del ejecutivo para mendigar alguna prebenda. El tipo es melindroso, pero hasta eso, tiene sus escrúpulos y preferidos.

Pero volviendo al otrora “partidazo”, el del carro completo, el que nunca perdía y si lo hacía, arrebataba. Ya solo queda el cascarón, el edificio que construyó Miguel Valladares en su paso por la alcaldía hace más de tres décadas y gracias a las aportaciones voluntarias de la militancia, está a punto de desplomarse, se sostiene porque la basura tarda en biodegradarse, pero se derrumbará impepinablemente. De no ser por la generosa subvención del alcalde Enrique Galindo Ceballos, ahí ya no habría ni quien sacudiera el polvo.

Resulta lógico que Galindo conserve el membrete porque con algo tiene que llegar a la mesa de negociación dentro de un año, pero también, meterle dinero bueno al malo, no parece ser “buena finanza”. Eso de llenar la nómina de la alcaldía de la capital con personajes políticos que no jalan ni a su familia para un mitin político y que son tan nefastos, que hasta como operadores políticos “no sacaban un perro de una milpa”. Con el respeto que merece por su discapacidad el dirigente Elias Pesina pero, ya andan en las últimas.

Nunca brillaron por su inteligencia o simpatía, los priístas siempre fueron zalameros, esa era su gracia, y nada más. Cortesanos que sabían de las artes amatorias todas, desde un masaje con final feliz hasta il fellatio. En el PRI se educaban a los eunucos, después pasaban a engrosar las filas de la burocracia institucional, algunos volvían, pero solo para ser propuestos a cargos de elección popular. La consumación de su instrucción y el siguiente paso en la vida política.

Para muestra basta un botón, Juan Manuel Carreras López, el artífice de la debacle priísta en el estado, siempre a la sombra de un roble, Gonzalo Martínez Corbalá fue para él, su mentor, su mecenas, su guía en los infiernos, su padre. Carreras nunca fue propiamente un personaje popular o admirado, siempre enjuto, con las manos en las bolsas y actitud de mendigo. Tal vez por eso el ex gobernador solía rodearse de mediocres. Personajes como Elías Pesina y Alejandro “caco” Leal tuvieron que soportar las humillaciones que les propinaba en cada reunión de gabinete. Quién lo dijera, el pusilánime tenía una lengua muy pastosa, pero viperina.

Sería una proeza que el PRI sobreviviera más allá del próximo proceso electoral, necesitan forzosamente que se repita la alianza federal con el PAN, y aún así, si los panistas son obligados apoyar nuevamente candidatos priistas, no tendrán empacho en adoptar nuevas opciones políticas, el movimiento naranja por ejemplo, que se ha vuelto el refugio de tránsfugas y mercenarios. Ya están ahí el senador Marco Gama Basarte y el diputado local Mauricio Ramirez Konishi, en el Movimiento Ciudadano todo se perdona. Ni sobra el que llega, ni falta el que se va.

Y ahora que el dirigente nacional se encuentra expuesto, se pueden alterar los escenarios políticos locales, todo parece indicar que los días de Alejandro Moreno están contados, y aunque tiene para resistir, estará deslegitimado ante la militancia y lo que queda de la clase política priísta. Que los ex dirigentes nacionales hayan firmado una misiva exigiendo la renuncia del líder nacional lo pone en una situación muy comprometida.

Y hay que decirlo, “alito” Moreno no está bajo ataque nada más por los audios filtrados donde se le escucha hablar con desparpajo de finanzas y financieros de campañas políticas, tampoco por sus pobres resultados electorales. Los viejos carroñeros van por la posición porque lo ven endeble. Y cualquiera sabe que previo a una elección presidencial, hay tratos que duran todo el sexenio. Se están peleando por quién será el interlocutor con el próximo presidente de México que obviamente, no emergerá de la coalición PAN – PRI – PRD.

Aquí en la aldea Enrique Galindo ya tiene listo todo para el 2024, hasta el pliego petitorio. Si las cosas no se complican, ya tiene asegurado el boleto de reintegro.

¿Dónde andará el ex gobernador Fernando Toranzo Fernández? Aquel que amenazó a su dirigencia nacional con renunciar a su partido si hacían candidato al “richi” Galindo, igual y todavía estuviera mamando y dando de topes.

@gandhiantipatro