Los secretos y misterios de la Orden de los Templarios, continúan envolviendo las diversas cuestiones que se vinculan a las Cruzadas o el Santo Grial, entre otros.
Esta organización se fundó entre 1118 y 1119, cuando dos caballeros se sintieron identificados con los peregrinos, que se dirigían a Jerusalén desde Jaffa y dedicaron su vida a proteger estas tierras de los bandidos, durante la cristiandad. En sus inicios se la denominaba Orden de los Pobres Caballeros de Cristo, formada por militares y monjes.
Las leyendas que se conocen perduran en el tiempo, después de que la Orden quedara disuelta, algunas de ellas hablan y relatan increíbles hazañas. Entre las más populares señalan que fueron custodios del Santo Grial, cuando lo encontraron y otras los convierten en descubridores del Arca de la Alianza. Pero las más misteriosas afirman que esconden un tesoro en sus antiguas construcciones, lo cierto es que las investigaciones confirman, que se reagruparon secretamente como francmasones, pero esto no se ha podido comprobar.
Fueron capaces de organizarse en varios aspectos, religiosos, económicos y militares, con factorías y albergues, formando una provincia dirigida por el Gran Mestre. Cultivaban la tierra, abrían caminos en tiempos de paz y protegían a los viajeros, pueblos trabajados y gestionados con celo. También fueron estudiosos de textos antiguos que luego copiaron con fidelidad, administradores excelentes que llegaron a encargarse de casas reales. Poseían grandes riquezas con las cuales financiaban a reyes o papas, para sus proyectos o conquistas. Su formación militar contribuía a los ejércitos avanzados para su época, que participaban de torneos o entretenimientos de la nobleza, también. Recordados como los caballeros de Ricardo Corazón de León. Prestaban servicio a la Iglesia de tipo militar, por ello el Papa los eximía de pagar el diezmo y los autorizaba a tener sus templos, o cementerios propios.
Dejaron sus huellas en la ciudad de Navarra cuando Alfonso I en el año 1134, dispuso en su testamento los reinos de Navarra y Aragón para las Ordenes Templarías, Santo Sepulcro y Hospitalaria. No se llegó a cumplir su voluntad, pero si acumularon propiedades en abundancia como el castillo de Novillas, y las villas de Ribaforada y Funes, por ejemplo. Sus construcciones no permanecieron, pero quedan restos de sus Iglesias, que fueron reconstruidas en Torres del Río en Navarra, Vera Cruz de Segovia, y Nuestra Señora de la Encina en Ponferrada.
Esta organización desapareció en 1307 cuando Felipe IV, rey de Navarra y Francia, junto al papa Clemente V capturaron y posteriormente torturaron a los caballeros, disponiendo de todo lo que poseían. El interés de las cruzadas ya no estaba entre las prioridades, ni ambiciones de los reyes europeos y Felipe IV los acusó de renegar del cristianismo, para apoderarse de sus bienes por los problemas económicos que atravesaba. Cuando el Gran Mestre Molay se negó fueron acusados, confesando crímenes bajo torturas que antes de morir en la hoguera, negaron fervientemente. El Papa salvó algunas riquezas que se destinaron a Iglesias y hospitales, para finalmente ser entregadas al Císter.
Actualmente los Templarios continúan con sus antiguas estructuras y de acuerdo a su categoría son escuderos, sargentos, damas y caballeros. Su finalidad ya no es defender a quienes peregrinaban a Tierra Santa, parecen haber regresado sin secretos porque cuentan con páginas web pero siguen siendo discretos. Sustentados por las contribuciones mensuales de sus integrantes, aseguran que en el mundo existen 400 asociaciones, con miembros herederos de antiguos Templarios. Más de 50.000 personas distribuidas en 44 países y casi 100 de ellos en España, integran la Orden del Temple. La gran pregunta sin respuesta sobre sus misterios y su oculta actuación, hace pensar que permanecen en la clandestinidad situándolos en las sombras y aumentando las especulaciones. Los estudiosos rastrean esta historia buscando conexiones y grupos que anhelan perpetrar los ideales de la organización, a través de la documentación que llegó a España.