Páginas: 464
ISBN: 9788466326728 Precio: 6,00 €
Sinopsis:
Una novela del autor de El Club DanteHistoria y suspense sobre la misteriosa muerte de Edgar Allan PoeBaltimore, 1849.El cuerpo de Edgar Allan Poe es enterrado en una tumba sin nombre. El público, la prensa y la propia familia asumen su condición de escritor caído en desgracia, de borracho con un patético final. Pero un joven abogado llamado Quentin Clark decide descifrar las extrañas circunstancias de la muerte de Poe. Inspirado por los relatos del autor, Clark intenta encontrar a la única persona que puede resolver este extraño caso: el personaje real en el que se basó Poe para crear al infalible detective C. Auguste Dupin. Comienza así una competición mortal entre dos brillantes investigadores para desentrañar la muerte de Poe y demostrar quién es el "verdadero" Dupin. Un duelo de inteligencias.
«Es sobresaliente el rigor histórico con que Pearl aborda sus novelas.»
El Cultural
Opinión:
Libro intrigante que intenta explicar los misterios que envuelven la muerte de uno de los genios americanos, el gran poeta Edgar Allan Poe.
La narración empieza con un juicio. Del mismo poco se sabe, hasta el final del libro.Esta “aventura” está contada en primera persona por su protagonista que, años más tarde, decide escribir unas memorias para que la “verdad” de lo ocurrido en la historia quede escrito.
Esta novela gira en torno a la figura del genio Poe, como se puede deducir del título del mismo. Pero no de su persona, ni sus escritos, ni de su forma de ver la vida. No. Aunque en el libro se mencionen mucho estas cosas, y en ciertas partes sean importantes, el libro realmente tiene un tema central: descubrir por qué Poe muere en tan extrañas circunstancias.
El encargado de esta empresa es un abogado, Quentin Clark, al que le gusta Poe. Clark, que tiene una “amistad” –vamos a llamarlo así- con el poeta, presencia el funeral de la muerte mismo. Perplejo ante tal extraño panorama, nuestro protagonista decide investigar su muerte, pasando a ser Poe su cliente. El lector se dará cuenta que esto supone un problema el abogado, debido a la mentalidad baltimorense de mediados del siglo XIX. Clark se sumerge cada vez más en la búsqueda de respuestas a intrincadas preguntas que se agolpaban en su mente. Estas preguntan tiene aspecto de hidra: si se resuelve una, aparecen dos más.
Para esta misión, Clark buscará ayuda en el extranjero. Buscará al modelo en el que se inspiró Poe para crear a su famoso detective C. Auguste Dupin, aquel investigador que descubrió quién fue el autor de los asesinatos en la novela “Los crímenes de la calle Morgue”. Además de lo que le ocurre en dicho país, Clark se encontrará a dos “Dupin”, y tendrá que elegir.
En el libro se plantea una pregunta una vez conocidos los dos investigadores que, separadamente, buscarán la verdad en la muerte de Poe, haciéndose la “competencia”.Los dos son muy distintos. Uno de ellos resuelve los casos basándose solo en la racionalización de los hechos, en la observación del más pequeño detalle. El otro resuelve los casos con astucia e inteligencia, no titubea en adquirir la información mediante otras artes. Clark en más de una ocasión se verá dividido entre los dos, pensando cuál de ellos es el auténtico. Durante todo el relato, se descubren detalles de la vida de los dos competidores.
No le hablé del hombre que me advirtió que desistiera de indagar en la muerte de Poe. Algo me detuvo. Quizá esta duda fuera el verdadero comienzo de una investigación.
Pero no todo es Poe. Además de esta historia, nuestro protagonista tiene ciertos problemas que debe resolver, decisiones difíciles que tomar, y difamadores que callar. Si bien sus problemas derivan casi todos –por no decir todos – de su afán por ser el abogado de un muerto, muchos de ellos no tienen nada que ver con el poeta. Simplemente fue la chispa que hizo estallar todo.Se podría decir que Clark tiene su historia de “amor”, pero no es un romance tomo tal, sino parece más una puerta para desahogar la historia, para que no tenga solo una temática.
Palabra de honor, compromiso, inteligencia, ganas de saber la verdad, honradez, egoísmo, egocentrismo, traición, astucia, y lógica, mucha lógica, son el aval de esta novela. Podría parecer a simple vista un estilo a Sherlock Holmes, pero en esas novelas solo había un investigador, máximo dos, en los que se centraba la historia. En La sombra de Poe, hay dos investigadores diferentes, un joven que quiere saber la verdad e intenta aportar su granito de arena. A pesar de poseer realmente una historia (debido, obviamente, a que el narrador es el mismo protagonista), el dinamismo que posee es mayor que el de muchas novelas con más historias entrecruzadas.
Giros. Giros. Giros y más giros de argumento. Cuando uno cree que ya se va a solucionar todo, lo más improbable será lo verdadero, los enemigos serán amigos, los fantasmas se hacen corpóreos, los muertos caminan, las verdades absolutas serán falsas, y la verdad se mezclará con la mentira. Vamos, ni de lejos ha acabado el libro como me esperaba. Pero no solo eso, es que prácticamente me ha sorprendido casi todo giro, casi ninguno me esperaba. Desde el primer momento, el autor se ha “reído” de mi lógica a la hora de conocer de antemano los sucesos (y bien merecido lo tenía).
Mientras se lee esta novela, uno se llega a plantear qué es real del libro y qué ficción. ¿Es todo o nada real? Cuando se acaba, ya no sabes si tiene entre sus manos una explicación sobre la muerte de Poe o una novela de ficción puramente dicha. Pero si uno lee la nota histórica que el autor adjunta al final del libro, se da cuenta de la verdad. Una historia con un rigor histórico increíble, debido que ha sacado los recortes, la “información” sobre el poeta de auténticos periódicos del siglo XIX, de las investigaciones de personas reales que sí que buscaron la verdad sobre la muerte de uno de los escritores más marginados en vida de la historia. El autor le da a toda la información recogida (que no es poca) una forma de novela de misterio e intriga, con bastante acción al final y divinamente contada. Un acierto desde mi punto de vista.
Como toda novela con base histórica, se debe retratar las costumbres, los pensamientos, y la forma de ser de los habitantes de los determinados sitios donde ocurre la acción. Y este libro no es la excepción. La sociedad de mediados del siglo XIX era bastante peculiar, en la que convivían los pensamientos y costumbres antiguas con las modernas, que serían la base de las actuales: esclavitud, profanación de tumbas para el avance de la medicina, la forma de mantener las calles “limpias” (usando piaras de cerdos), carteros, mentalidad dirigida hacia los derechos humanos… No solo está bien documentada con respecto a la defunción del poeta, sino que lo está para todo el marco histórico de estos años.
Y después de ensalzarla tanto, ¿qué puede tener de malo? De siempre me han dicho que la perfección no existe, y creo que es una de las verdades más universales del mundo. Desde mi punto de vista y desde el que odie que le destripen los finales, hace una mención ala novela “Los crímenes de la calle Morgue”, contando el final. Honestamente, no me hizo ninguna gracia. Lo segundo que le veo es la complejidad y la exagerada longitud de los párrafos del final. Hay que estar muy pendiente de cada palabra, de cada frase y hasta del más insignificante detalle. Esto no debería ser malo de por sí, ni mucho menos. Pero el final del libro la explicación de Poe es demasiado densa. Párrafos que ocupan más de una hoja, sin intervención de otro personaje casi. Y muy confuso, teniendo que leer a veces las páginas varias veces. Para mí fue lo que más me costó del libro sin lugar a dudas.
Bueno, después de todo esto solo me queda decir que es un libro que atrapa bastante, pero no desde el primer momento. Ha y que tener un poco de paciencia con él, pero no defraudará al lector de libros de misterio e intriga.
Me hubiese encantado hacer esta reseña el día del aniversario de la muerte de Poe, 7 de octubre de 1849, pero por diversos motivos no ha podido ser.