Revista Festivales

La sombra del amor en una hoja - Por Catulo Bernal

Por Sonriksen
"No hay una noche que no baile en sueños  sobre la pista en que nos despedimos. En mi sueño no hay otros que nosotros. Hacemos durar el siempre abrazo y todas los destinos se cierran protegiendo nuestros cuerpos. No hay otros que nosotros. Amándonos a tiempo" digo.
- Deje de gritarle a los fantasmas, Bernal. Que esa mujer y el marido hace tiempo que se fueron. No ve el polvo, las facturas y las propagandas viejas? - me dice Luconi, apuntando un cañón de cartón, nueva arma en la guerra delivery contra la super tienda "Todo milongueros", que funciona delante de la cerrada "Todo para el milonguero" que era el hogar del amigo Divino y Helena.
Helena... donde te has ido? y para que que vuelvo! Helena sin barcas niceas. Con  tanta palabra y  a destiempos...
Miro por la ventana y solo veo un maniquí a medio vestir con el peluquin lleno de polvo.
La tienda abandonada no me deja ni el consuelo de verla feliz. Error de haber venido.
- Che poeta, conecte con el ahora y haga algo productivo!
- Algo productivo? Algo productivo? - Digo  buscando en los cristales sucios alguna luz que se encienda.
- Necesitamos municiones, piedras, excrementos, basura arrojadiza...Ahora que están en hora punta vamos a probar el cañon Cachafaz contra el techo de vidrio. Se van a enterar esos - dice Vieytes con la cara de un niño psicópata al que le han regalado un juego de química.
No ven cuando me voy hacia el sol moribundo.
Arrastrando los pies y los recuerdos llego ya noche al bar "Roñoso"
El Pibe Pergamino y Diogenes Pelandrun  me miran largo.
-Hoy es la milonga de gala tango Meeting y te hace falta" dice Pergamino con el ambo y los zapatos preparados. Y el filosofo, que se prende en cualquier jubileo  dice - Vamos a bailar, aunque sea para alegrar el traje.
- Pero si no baila...
-  Si la ocasión lo requiere soy capaz de bailar estilo Gardel, hombro y pies en cadencia.
Me acompañan al Hotel Tenebrario, mi barato y embrujado hogar. Esperan que me duche y seleccionan una chaqueta veraniega sin manchas de vermut o de festejos. Comemos unas tapas en el  jamón Canario y desde ahi nos vamos al Hotel sede del Barcelona Tango Meeting, que organizan Graciela y Osvaldo los veranos.
Pasando los zapatos y los vestidos de la entrada bajo la sugerente luz y al costado de la barra donde Pelandrun se apresura a pedir un vino blanco enfriado en la cratera, se abre la gran sala señorial con suelo ajedrezado que a las once, hora local, esta a rebalsar. La milongueridad de Barcelona, organizadores, aledaños y bailantes veraniegos  casi se caen de la ronda sobre las mesas y la triple hilera de asientos llenos. Hay  mucha expectativa. Se viene una exhibición suculenta y la poderosa orquesta rusa "Solo Tango"
Los dueños de "La Yumba" eligen bien la banda musical acompañante y envolvente.
Nos sentamos de espaldas al grifo cervecero, al costado de un dibujante  que capta en caricaturas el espíritu de las parejas y la pista con precisos trazos de carbón y acuarela en gris.
Pergamino, fiel a su costumbre, sale a bailar a la aguerrida pista. Al fondo en el escenario los instrumentos aguardan. Los que no bailan, también.
-Este muchacho Pugliese es bueno - dice Pelandrun, acercándome un chardonay
-Esto que suena es Fresedo.
- No. Hablo del dibujante. David Pugliese. Un trabajo tan fino y sutil como el del maestro Osvaldo.  Tengo ganas de hacerle hacer una caricatura para colgar en la pizzeria.
- Con la toga de Sócrates o Platon?
- Como la pibada joven siga alargando las camisetas por ahí se ponen de moda. Pero no. Me va más el rocanrol o la oscuridad extravagante  que se amolde a mi antojo. Aunque con el barril de Diogenes, lleno de cerveza también me sirve.
Mis pensamiento divagan hacia los recuerdos. Tanto que siento en el aire y muy cerca la identificable fragancia de un perfume que mi invisible álbum de ansia con marcas guarda.
Pero no pertenece a Helena. Estoy seguro. Ni a la muchacha de los vestidos floreados que nunca llegaba.
La ultima vez que sentí esta mezcla fue cuando vi a la mujer que se había convertido en la viuda del Tucumano Pastura, por el que remontamos el corazón de las Tinieblas milongueras(Ver blog. El Corazón de las tinieblas milongueras.Epilogo sentimental)
Esta sentada entre una pareja que posa para Pugliese y nuestra mesa. Ahora su vestido y su cara tienen colores que en el duelo se habían perdido. Nos saludamos. La oportunidad y la compañía son adecuadas, como diría Marlowe. La música completa la ocasión. Suenan los primeros compases de "Una vez" . La invito cortesmente hacia la pista.
Bailar. Bailar sustituye los pasados, las explicaciones. El abrazo es ahora. Tiene el poder de amortizar las penas y aclarar los posibles. Nos quedamos en el medio, derivando mar sereno entre algunos bailarines aguerridos. Se acaba "corazón encadenado" y la tanda. Nos quedamos parados, mirándonos y esperando la siguiente.
Como la pausa es grande nos damos cuenta al mirar hacia el escenario que al lado de los instrumentos están los músicos de la "Solo Tango". Volvemos a la mesa,  Osvaldo explica que imprevistos problemas  han demorado las partituras y los músicos casi no llegan. Vestidos con lo que tienen y de memoria atacan el primer tango con reminiscencias Piazzolianas.
Tiene tanta emoción y tanta fuerza que malversando el código un entusiasta nos dedica una exhibición no planeada sin inquietar a los respetuosos que escuchan en silencio.
Una salva de aplausos premia a la orquesta.
Y luego, en el segundo tango la pista vuelve a llenarse. Pelandrun, que casi ocupa el lugar mas cercano a ella  me obliga a presentarla. Cuando volvimos de aquella expedición y ella me pregunto por las ultimas palabras de Pastura, yo mentí a esta mujer, diciendo que las ultimas palabras de Pastura habían sido su nombre.
En realidad No se como se llama.
- Se conocen?- Digo - Mi amigo Filosofo Diogenes Pelandrun  eh...nigggnn.
- Soy Nina - Dice salvando el momento embarazoso.
Los dos queremos y necesitamos otra tanda, pero la energía de la orquesta impide un momento intimista. Pibe Pergamino, que solo piensa en bailar invita apresurado a Nina.
 Me voy hasta lo del dibujante y le pregunto:
-Hace caricaturas de parejas?
- Si, por supuesto. Tengo esta plantilla para dos.
- Si me dibuja a mi y de momento  la cara de la mujer la dejamos en blanco para rellenar mas tarde,  no digo  esta misma noche, sino en un hipotético cercano, podría ser?
Me mira sin comprender.
- Le doy mi tarjeta y cuando quieran los dibujo a los dos.
-Es que quiero fijar el momento en la hoja, pero aun no se. Es una posibilidad. Digamos ... la sombra de un amor que no se ha concretado todavía.  Si la cosa funciona lo llamo. Puede ser?
-Como quiera.
-Es más. Mejor si hace como un boceto del fondo con las parejas bailando así fija el momento y su magia. Si. Y me da suerte. A ver si de una vez...
No muy convencido se pone a dibujar haciendo un blanco y negro de la pista con acuarela.
La sombra del amor en una hoja - Por Catulo Bernal-Deje un lugarcito medio en blanco así le pongo también algunos versos. Pago lo que me diga. Si es tan amable...
- Sonría un poco hombre que esta muy serio...
- Es que no tengo costumbre. Así esta bien?
-Claro, ya que va a hacer una composición que al menos sea sugestivo. No?
Al minuto mi mandíbula comienza a temblar. No soy un buen modelo.
-Ah. Que bueno. Una gran  idea - dice Diogenes Pelandrun sorbiendo su chardonay - Y ahí veo que perfila una muchacha en esfumado.
- Incierta como siempre, Diogenes.
-. "Audentis fortuna iuvat" Pero después no hagas fotocopias para pegarles fotos retocadas con milongueras o bailarinas famosas, He visto algún fantoche que las usa abusando  en las redes sociales. No queda bien. Estética y mentalmente hablando.
El trazo y los pinceles van dejando el momento en una encrucijada de futuros.
Con el esfuerzo de mantener la sonrisa no veo a Nina, que mira por encima del dibujante.
Aun falta mucha noche y las lineas emocionales se bifurcan hacia aguados imprevistos. Espero que el trazo no se haya oscurecido
(continuará)

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