El 10 de junio de 2003 es una fecha marcada en la Asamblea de Madrid. Ese día, conocido como el “Tamayazo”, dos diputados socialistas impiden con su ausencia la formación de un Gobierno de izquierdas en la Comunidadde Madrid. La falta de presencia física en la misma, protagonizada por Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, es considerada como una “traición”. Se trata de un cordobés, licenciado en Derecho por la complutense, y de una administrativa que ingresara en 1992 en el Hospital Doce de Octubre. Aquella mañana, el Grupo Parlamentario Socialista tenía una reunión previa a la sesión constitutiva del Parlamento regional tras las elecciones. En unas horas, el socialista Francisco Cabaco iba a ser el próximo presidente de la Cámara autonómica. Rafael Simancas era el encargado de presidir este nuevo Ejecutivo y formar Gobierno, en el que también estaría presente IU Pese a que el PP de Esperanza Aguirre había logrado la mayoría de los votos, la suma de los escaños de PSOE e IU les permitía tener mayoría en el Parlamento. Iban a recuperar el Gobierno de la Comunidad que ya llevaba dos legislaturas en manos del PP, en este caso, en las de Alberto Ruiz Gallardón y su equipo. Pero los dos diputados anteriormente mencionados se ausentaron del pleno sin avisar y, con espantada, propiciaron la continuidad del PP. La Mesade Edad ya estaba constituida y todo estaba preparado para comenzar la sesión, pero estos dos “sinvergüenzas” no aparecían. Así lo relata la exdiputada regional de IU, Caridad García, quien recuerda que ella estaba sentada al lado del socialista Rafael Gómez Montoya, al que vio “inquieto”. Helena Almazán, parlamentaria socialista pidió un receso de diez minutos porque los dos socialistas que faltan habían tenido un “percance”. Trece minutos más tarde, continuaban sin aparecer. Simancas se acercó a Esperanza Aguirre. La sesión siguió adelante. Dancausa fue elegida presidenta de la Asamblea y Simancas tuvo que aceptar la derrota socialista de última hora.
La versión de Tamayo y Sáez no tardó en llegar a los medios. A Tamayo el pacto entre PSOE e IU, negociado días antes, no le gustaba. Según él, Simancas les había traicionado al irse con los “comunistas”. Tamayo estaba enfadado porque no le habían dado la Consejería de Justicia que tanto deseaba. Pero Simancas siempre ha asegurado que Tamayo nunca se lo hizo saber. La otra versión del caso, la que ha quedado como sospecha, no llega hasta el día después. En los días previos a la traición, e incluso ese mismo día, Tamayo ha tenido contacto con el abogado y militante del PP, José Esteban Verdes. También con el constructor Bravo, quien paga el hotel. Este, a su vez, visita en Génova, la sede del PP, el mismo día del escándalo de la Asamblea, a Ricardo Romero de Tejada, secretario general en Madrid. En la FSM están muy alterados. Carmen Salamanca, la jefa de prensa de Simancas, dice: “Aquí hay mucho más. Pronto sabremos cosas y desde luego no es lo que parece”. Se filtra que los dos diputados están en el hotel Los Vascos y que quien les está pagando la estancia allí es el constructor Francisco Vázquez Bravo. Tamayo ya se ha ido al mediodía, pero Sáez sigue en la habitación 209. Los periodistas llaman a la puerta y la ven con los labios pintados, dispuesta a salir del hotel. Un coche con escoltas le espera abajo. Ya con ella en el vehículo, se juega al gato y el ratón. Unos reporteros la persiguen a toda velocidad por la autopista hasta que la pierden, a la altura de San Agustín de Guadalix. Se comenta que Dionisio Ramos, habrían puesto en marcha un complot para quitar el Gobierno a Simancas y salvaguardar así unos intereses urbanísticos no muy especificados, en La Cabrera y Pelayos.
"La maniobra de Balbás –escribe Alexánder Sequén-Mónchez en infoLibre– era el encuentro entre dos necesidades: la del propio Balbás, apurado por rentabilizar sus dos escaños entregándolos a la mejor puja, y el entorno de Esperanza Aguirre, decidido a hacerse con la Presidencia de la Comunidad de Madrid". El intermediario sería Dionisio Ramos, amigo de Romero de Tejada y de Cristina Cifuentes, la actual delegada del Gobierno, que en aquel entonces era funcionaria de la Complutense. Según el documento, Ramos habría contactado con Cifuentes y Romero de Tejada para trasladar el ofrecimiento de Balbás. Del folio 3 se desprende que Esperanza Aguirre se negó al pacto entre el PP y los dos concejales tránsfugas. "Esperanza no quiere pacto", escribió Tamayo, así como "elecciones", en referencia a la repetición de la convocatoria electoral que finalmente daría la mayoría absoluta a Aguirre. Por otra parte, Tamayo hace referencia a dos operaciones inmobiliarias: "La Cabrera" y "Pelayos", que se referirían a promociones inmobiliarias de una de las empresas propiedad de Dionisio Ramos. Junto a Pelayos, escribe "Balbás" y "Miana", y al lado "4 c/uno", junto a un círculo que pone "8 millones". También aparece el nombre de Fidel San Román, constructor y promotor inmobiliario que se hizo con varias concesiones públicas, como la Plaza de las Ventas. Para infoLibre, los papeles de Tamayo demostrarían que el 'Tamayazo' tenía por objetivo "echar a rodar la maquinaria política, financiera y mediática que acabó instaurando en el poder a Esperanza Aguirre".
Hoy, Eduardo Tamayo es directivo de una constructora, Prefabricados y Obras çzarza, con proyectos en Venezuela y Guinea Ecuatorial, donde colaboran en el Plan Horizonte 2020, proyecto del dictador Teodoro Obiang para diversificar la economía del país. En agosto del año pasado, la Cámara de Comercio del país africano le entregó una placa tras la inauguración de su sede en la zona de Timbabe, en Malabo.
En cuanto a María Teresa Sáez, sigue donde estaba, en Orcasitas, su barrio de toda la vida. Continúa en su empleo de administrativa en el Doce de Octubre, levantándose todos los días a las 6.30. Nunca se han podido probar que los votos de los diputados fueran comprados. Pero TintaLibre, el mensual de InfoLibre, dedica su portada del número 4 a un minucioso relato del “Tamayazo”. Además de revelaciones exclusivas sobre aquella operación, el reportaje contiene las primeras declaraciones realizadas por Sáez desde que ocurrieron los hechos.Después de diez años, la exdiputada socialista, que abandonó la Asamblea de Madrid en 2003, rompe su silencio y habla por primera vez con un periodista. El reportaje contiene las primeras declaraciones realizadas, después de que ocurrieran los hechos. “Cuando Tamayo me dijo que nos íbamos a ausentar de la Asamblea, acepté, porque entendí que era el momento de plantarse ante una situación verdaderamente injusta e insoportable en la Federación Socialista Madrileña”, afirma Sáez. Alexánder Sequén-Mónchezaporta novedades relevantes, papeles manuscritos de Tamayo, las identidades de algunos de los principales conspiradores y la vida actual en Guinea Ecuatorial del personaje que puso nombre al escándalo. Artículos de Concha Minguela y Yolanda González y las entrevistas a Rafael Simancas y Esperanza Aguirre incluidas por Felipe Serrano en su libro “El Tamayazo” (Catarata), completan este dossier. El tránsfuga socialista Eduardo Tamayo plasmó con su puño y letra un esquema sobre la estructura y ejecución del Tamayazo, el golpe que impidió, en junio de 2003, la investidura de Rafael Simancas como presidente de la Comunidadde Madrid y abrió las puertas del poder a Esperanza Aguirre. Los manuscritos consisten en cuatro folios fotocopiados, perfectamente legibles, en los que Tamayo desvela la organización del complot y anota nombres de políticos y empresarios que estarían involucrados.
El periodista Felipe Serrano, autor de “El Tamayazo. Crónica de una traición”, admite que “nunca he sido tan ingenuo para pensar que iba a descubrir las verdades ocultas del caso, cuando el PSOE, que era el principal interesado, no pudo. Tal vez, si la investigación judicial se hubiera abierto y si el PSOE hubiera cumplido su promesa de afrontarla… Quedan muchas preguntas sin respuesta… ¿Se pagó? ¿Quién? ¿Cuánto? El tamayazo es un complejo puzle (…) Y todos tienen algún motivo para sentirse incómodos”. En cualquier caso, el autor bromea con que, al final del acto, irá a pasarse por el río Manzanares a echar un vistazo: “Hay cadáveres que salen a flote diez años después…”. Serrano recuerda unas palabras de Joaquín Leguina sobre que a Jesús le falló uno de los doce apóstoles y aquí la proporción era menor, dos diputados de un grupo de 47. Pero el periodista recuerda una diferencia sustancial: Judas se vendió por un puñado de monedas y acabó pagando por ello. Aquí nadie lo ha hecho. Tampoco hay “arrepentimiento ni sentimiento de culpa” por parte de los tránsfugas. En cualquier caso, advierte de que “todos tienen algún motivo para sentirse incómodos” con este escándalo. Serrano ha hecho un ejercicio de “periodismo-ficción”, el que aquel 10 de 2003 arrojaba a un Simancas como posible presidente de la Comunidad de Madrid, a una Aguirre como portavoz parlamentaria, a unos empresarios inmobiliarios, sanitarios y educativos muy descontentos, a un preocupado Miguel Blesa (unos días antes, el que iba a ser presidente de la Comunidadhabía advertido de que se agotaba su tiempo al frente de Caja Madrid). Simancas advierte de que algunos quizá recuperen la memoria cuando prescriban los posibles delitos.
Dejamos ya el “tamayazo”, para volcarnos sobre el humor. Los dibujos de Eneko Las Heras (Caracas, 1963), siempre a medio camino entre el gracejo y el compromiso, nos alertan de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. El dibujante recopila en su obra “¡Fuego!”, un volumen publico por” 360 º ediciones”, algunas de sus mejores viñetas, a miedo camino entre el humor y el compromiso,sin rastro de artificio. Y cada viñeta suya es como una llama capaz primero de hacernos reír y, al momento, de hacernos despertar. “Entiendo el humor como un medio y no como un fin”, explica el autor. “En ese sentido el humor puede ser bueno y malo. Para mí lo importante es expresar ideas y pensamientos políticos, digamos que el humor es el arma que utilizo y no un fin en sí mismo”. La crisis, la corrupción, las migraciones, la memoria histórica, el machismo, la iglesia, nada se escapa a la mirada siempre perspicaz de Eneko. “Por lo general estos dibujos trascienden el momento y el lugar en el que fueron hechos. Trato de que mis viñetas vayan más allá de lo coyuntural, pese a que, lógicamente, la crisis es un tema que he trabajado mucho”, comenta el dibujante. Sus ideas nos sorprenden en España desde las páginas de 20 Minutos, Interviúo Diagonal, y, como colaborador del periódico venezolano Ciudad CCS. “Para mí es clave el momento de encontrar la idea. En el proceso, hay un espacio de sufrimiento sin dramatizar en el que te planteas un problema, hay cierta sensación de que la idea no te lleva a encontrar una solución gráfica apropiada al problema pero, cuando la encuentras, es muy gratificante”.
Terminamos con tres vídeos. En el primero, Dani Mateo explica en el Intermedio, el “Tamayazo”.
En el segundo, Carlos Arguiñano explicaba en su programa de Antena 3, del 24 de mayo del 2012, la situación del país y las distintas medidas que se estaban tomando para atajar el problema. Comentarios que generaron un gran revuelo en las redes sociales como Youtube, donde el vídeo tuvo más de 800.000 reproducciones, así como los correspondiente comentarios en Twitter y en Facebook. Poco después, el correo electrónico circulaba por Internet y daba la vuelta al mundo. El bulo de que había sido despedido de Antena 3 por estas declaraciones en las que hablaba de política en su programa de cocinas, resultó no ser cierto. Arguiñano apuesta porque la gente se tome la vida con humor y no se moleste por los chistes que cuenta de manera habitual mientras cocina. “Si escuchamos solo los informativos, nos va a entrar una tristeza...”
En el último, hablamos Notodofilmfest, uno de los festivales de corometrajes más importantes del Estado Españo. Creado por Javier Fesser, los miembros del jurado aceptan el desafío de rodar una pieza para demostrar su talento. El de Rodrigo Cortés (director, guionista y montador) de este año, se titulaba “Por activa y por pasiva”. Es sobre la ironía de nuestros políticos y de su lenguaje. "Por activa y por pasiva" -- Cortometraje (4 min.) -- Rodrigo Cortés David Mariñas.