La sonrisa del diablo

Publicado el 02 noviembre 2015 por Magik
Sherlock Holmes es uno de los detectives más conocidos del mundo literario. La creación de sir Arthur Conan Doyle sigue siendo increíblemente popular como demuestran las múltiples adaptaciones en la pequeña y en la gran pantalla: la serie Sherlock con Benedict Cumberbatch, las películas más actuales protagonizadas por Robert Downey Jr. en la piel del personaje o las más viejas con Basil Rathbone, esa versión que era el doctor House...
Pero, además, Sherlock Holmes parece el protagonista de su propia corriente literaria: la de usarlo como protagonista o reclamo de novelas de misterio actuales. Así, tenemos una saga juvenil donde Sherlock aparece de niño junto a Arséne Lupin e Irene Adler o la protagonizada por Enola Holmes, hermana pequeña del detective que creó la autora americana Nancy Springer.
Y, como soy una persona de naturaleza retorcida, aunque las versiones en celuloide suelen gustarme, no suelo leer las novelas que lo usan un tanto descaradamente como reclamo para vender. No termina de gustarme que alguien utilice a un personaje ya consagrado para su propio beneficio económico, en ese sentido el fanfiction de toda la vida me parece mucho más honesto. Pero, como ya he dicho, soy retorcida y son paranoias mías, así que decidí darle una oportunidad a La sonrisa del diablo de la autora alemana Annelie Wendeberg, que cuenta con Sherlock Holmes como protagonista masculino y su propia creación, Anna Kronberg, como protagonista absoluta.
En el verano de 1889 un cadáver es encontrado con señales de haber sufrido cólera, así que las autoridades llaman al doctor Anton Kronberg, un experto en enfermedades contagiosas y epidemias. El doctor Kronberg en realidad es Anna, una mujer que se disfraza de hombre la mayoría del tiempo para poder ejercer su profesión. Al acudir a la llamada, Anna ve como su mundo está a punto de tambalearse cuando un detective asesor, Sherlock Holmes, descubre su preciado secreto con solo mirarla.
Sin embargo, Holmes no parece dispuesto a delatarla y, además, tienen problemas más acuciantes como que las pruebas del caso parecen apuntar a una conspiración criminal que podría acabar resultando fatal. Por eso, detective y doctora deciden aliarse para resolver el misterio, mientras se analizan el uno al otro.
Se tuviera que describir La sonrisa del diablo con una palabra es: meh.
No es que sea una mala novela o directamente un bodrio, ya que se puede leer y tiene algunos aspectos interesantes, pero en general me ha parecido muy floja, incluso olvidable. De hecho, aunque la venden como una novela de misterio, en realidad no es tal. Sí, hay un crimen que se debe resolver, pero el caso está muy cogido con pinzas y, a decir verdad, ahora mismo he olvidado prácticamente todo acerca de él.
Sí que recuerdo que más que ser un crimen al uso, la autora se decanta por el terrorismo bacteriológico, lo que siendo una novela ambientada en la época victoriana, resulta bastante original. Un poco “¡¿pero qué me estás contando?!”, pero original al fin y al cabo.
El problema es que básicamente Annelie Wendeberg se salta la norma principal de las historias de detectives y, en lugar de ofrecer pistas para que al lector pueda llegar a su propia conclusión, nos tira de cabeza a un caso un tanto confuso que, en realidad, no es un misterio a desentrañar. Por eso, resulta más una novela de aventuras con sus giros, que otra cosa, aunque tampoco es que importe mucho porque básicamente La sonrisa del diablo es la historia de Anna Kronberg.
A lo largo de sus doscientas páginas (es una novela muy corta) asistimos tanto al día a día como a la exploración que la autora hace de Anna: cómo equilibra sus diferentes vidas, qué la llevo a su actual situación, su trabajo en el hospital y como docente...
Y Anna cumple. Es una buena protagonista. Quizás peca un poco  de ser intensa, pero es muy sencillo conectar con ella y comprender sus problemas (el miedo a ser descubierta, las dudas sobre su propio cuerpo al ser Anna y Anton al mismo tiempo...), que son precisamente lo que la hace un personaje muy original. Ante todo, Anna es una mujer fuerte, decidida y valiente, aunque no es sólo eso: también es doctora, amante, hija, una buena persona, inteligente, perspicaz... En realidad, Anna es prácticamente perfecta (puede cometer errores, sí, aunque dadas las situaciones casi imposibles es comprensible), pero no resulta cargante, ni cae mal, lo que es todo un acierto.
Por otro lado tenemos al protagonista masculino, Sherlock Holmes, un personaje al que conozco bastante bien tras haber leído sus historias y haber visto casi toda adaptación de las mismas. Annelie Wendeberg nos presenta a un Sherlock bastante más humano de lo habitual. Sigue siendo ese detective inteligente, perspicaz y con una vida personal anodina y complicada, pero me dio la sensación de ser una versión suavizada.
Algo lógico ya que la autora poco a poco desarrolla una relación romántica entre Sherlock y Anna, como se veía venir desde la sinopsis. No es una historia de amor al uso, ya que al fin y al cabo estamos hablando de Sherlock Holmes (que pasaba de mujeres, salvo de Irene Adler, La mujer para él) y él se mantiene apartado, aunque es más que evidente que corresponde los sentimientos de Anna. Eso sí, es precisamente la historia de amor lo que me hizo tener la sensación de estar leyendo un fic donde la autora bien podría haberse versionado a sí misma. Seré una desconfiada, pero Annelie y Anna son nombres sospechosamente parecidos y ambas son científicas. Lo dicho: sospechoso.
Pero, bueno, aunque chirría un poco, tampoco resulta desagradable o aburrido. La verdad es que La sonrisa del diablo al menos es un libro entretenido, también bien escrito (al menos la versión en español a cargo de la editorial Umbriel, porque la original debe de ser un desastre a nivel de erratas y maquetación) y que se lee enseguida. Eso sí, es tan ligero, que también se olvida enseguida, quedando únicamente el recuerdo de esa protagonista que, de lejos, es lo mejor de toda la novela.
La sonrisa del diablo es, además, la primera entrega de una trilogía. Así que queda algún fleco en el aire y, quizás, esta parte sea introductoria de cara a las otras dos. No es que esté deseando que salgan o se me vaya a hacer larga la espera, pero pienso darle otra oportunidad a su segunda novela, a ver qué tal.
El próximo lunes literario estará dedicado a... Las puertas de Anubis de Tim Powers.