La reproducción sexual en algas, briófitos, pteridófitos y espermatófitos -o plantas superiores- se realiza a través de la alternancia de generaciones. Aparte está la reproducción asexual, que todos conocemos, a través de yemas, esquejes o grupos de células que se desprenden y originan nuevas plantas.
Pongamos un ejemplo típico, un Pteridófito, un helecho, un clásico para entender y definir lo que es la alternancia de generaciones.
La planta verde, foliosa, bonita, que vemos en los rincones húmedos de nuestros bosques es solamente una parte del ciclo de vida en el mundo vegetal, que consta de dos fases, el esporófito -helecho- y el gametófito -una planta más pequeña, foliosa, de aspecto parecido a una hepática-, que es más difícil de observar, y que se denomina prótalo.
Imagen tomada de la web www.escuelapedia.com
El esprófito es diploide -células con dos pares de cromosomas-, que por meiosis originan esporas haploides -células con una par de cromosomas-. Cuando estas esporas encuentran condiciones favorables para su desarrollo dan lugar al prótalo o gametófito, haploide, que posee los organos sexuales y forma los gametos, ovulos y espermatozoides, estos ultimos necesitan un medio acuático para desplazarse y fecundar a los óvulos, constituyendo un zigoto diploide que dará lugar al nuevo esporófito, también diploide..
En algas y briófitos es más visible y de mayor tamaño el gametófito que el esporófito, que en briófitos o musgos se desarrolla típicamente sobre el gametófito. Pero a medida que ascendemos en la escala evolutiva, el gametófito tiende a reducirse, como hemos visto en los helechos, y esta tendencia se acentúa en las plantas superiores, Gimnospermas y sobre todo Angiospermas, llegando a convertirse en un pequeño grupo de células, o incluso de núcleos. De hecho, los árboles y las flores que vemos son esporófitos.
Entre los Espermatófitos -Gimnospermas y Angiospermas- hay alternancia de generaciones, como en las briófitos y pteridófitos., pero el gametófito está tan simplificado que ha perdido la facultad de nutrirse por si mismo y permanece encerrado en el esporófito, alimentándose a expensas de él, y quedando exteriormente invisible..
Las hojas presentan porciones transformadas para la reproducción sexual, que llamamos flores, en ellas se forman los gametófitos, son fecundados y allí comienza el desarrollo de la planta hija o esporofito.
Como sabemos las partes principales de la flor son los estambres, como órganos masculinos, y los carpelos, como órganos femeninos. Además, muchas flores presentan una envuelta o perianto, muy diferenciada en Angiospermas.
Al formarse el polen se verifica la división reductiva, y en el interior del grano de polen se desarrolla el gametófito masculino o microprótalo.
Los órganos femeninos se forman en los carpelos, donde una sola célula diploide da lugar a 4 haploides de las que solo suele sobrevivir una y que se llama saco embrional, en donde se desarrolla el gametófito femenino o microprótalo, que da lugar a la ovocélula.
Esta última es fecundada mediante la polinización -ya no es necesario el medio acuático, por el viento o a través de insectos-, se forma el zigoto y en este el embrión, que queda encerrado en el primordio seminal y termina por convertirse en semilla, que, finalmente, se separa de la planta madre.
La reducción del gametófito es todavía más acusada en Angiospermas. El femenino.queda reducido a unas pocas células y en el grano de polen ya no se aprecian las células protálicas.
La Alternancia de Generaciones en Espermatófitos no fue claramente reconocida hasta 1851, por su complejidad y la dificultad de identificarla en los vegetales superiores.
Mis conclusiones: una vez más verificamos la Teoría de la Evolución y la diferenciación de los seres vivos en diferentes grupos, cada vez más complejos y adaptados a todo tipo de hábitats, a partir de un origen común.