Muchos quizás no lo sepan, pero esta grabación es la historia de Esther y Jorge, dos valencianos de 30 y 34 años, que tras dos años y medio en el extranjero, deciden volver a España. “Hay muchos tipos de viaje: de turismo, de placer, de negocios, de reencuentro… Pero siempre, la llegada al aeropuerto te hace sentir algo especial. En nuestro caso son nervios, deseando que las horas pasen rápido para poder dar una mágica sorpresa”.
En efecto, ese es el plan. Desde hace semanas, los dos han pensado una bonita forma de sorprender a sus padres: aprovechar unos días libres para plantarse delante de sus padres y darles un abrazo inesperado: “Hoy queremos regalar a todos los que salisteis, y a los que os quedasteis para luchar por el cambio, la emoción de una madre cuando vuelve a abrazar a su hijo”.
La ternura de ese momento es inmensa. Pero aún es mayor la de la despedida. Tras días de gozo familiar, los dos protagonistas tienen que volver a marcharse. Y esa despedida –esta vez sí, en el aeropuerto- cierra con lágrimas un adiós triste y doloroso. Es difícil comprender lo que supone para una madre la amargura de esa separación. Hay que vivirlo para saber qué se siente. Y, por desgracia, ésta es una historia con la que muchas familias españolas se sienten identificadas.
El vídeo termina con una matizada crítica social: “Esperemos que algún día nos dejéis volver”. Es una denuncia a los políticos, banqueros y empresarios especuladores, a los que acusan de haberles privado de una oportunidad en España.
Con todo, su principal mensaje es de apoyo y solidaridad. Por eso el vídeo está dedicado “a todos los que están lejos”. “Nos acordamos de todos vosotros –parece decir la cinta–. Sabemos que formáis parte de esta nueva generación que ha tenido muy pocas posibilidades… Aquí nos tendréis siempre con los brazos abiertos”.